Juan Carlos Cruzado se ha estrenado en la actual corporación como concejal del Ayuntamiento de Teruel en las filas del PP. Desde el pasado mes de febrero, tras la investidura de Emma Buj como alcaldesa, es cuarto teniente de alcalde y a principios de julio asumió las delegaciones de Urbanismo y de Infraestructuras, que sumó a las de Aguas, Transporte y Limpieza que venía desempeñando hasta entonces. El edil, de 48 años, tiene ante sí el reto de poner en marcha un nuevo intento de revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), prioritaria para todos los grupos políticos
-Ha pasado ya más de un año de corporación y no se ha retomado todavía la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), prioritaria para todos los grupos políticos. ¿Ve viable culminarla en los tres años escasos que quedan de mandato?
-No lo creo. Lo pondremos en marcha, pero la revisión conlleva una tramitación muy larga. Ojalá consigamos acabarla, pero yo no lo tengo muy claro. Todavía tenemos que cerrar la incorporación de todos los trabajadores de la Gerencia de Urbanismo a la plantilla del Ayuntamiento, a partir de ahí se creará la oficina del Plan General para empezar después a estudiar la revisión. Si conseguimos aprobar en el pleno de septiembre la modificación de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) incluyendo al personal de la Gerencia, a final de año podríamos tener en marcha la oficina del PGOU
-¿Tienen claro ya qué documentación del anterior intento de revisión del plan se podrá aprovechar, teniendo en cuenta que han pasado cinco años o más desde su redacción? ¿Habrá que empezar desde cero?
-Creo que no habrá que empezar de cero, pero sí habrá que estudiar cuál es el modelo de ciudad que queremos ahora. La propuesta de Idom planteaba una ciudad dispersa, con un crecimiento longitudinal y ahora la idea es otra, una ciudad compacta. Habrá cosas del anterior diseño que se puedan aprovechar, pero en lo que respecta a las nuevas zonas de expansión habrá que modificar casi todo
-¿No se ha hecho un informe detallado de lo que se podrá utilizar y lo que no?
-Todavía no. Cuando tengamos la oficina técnica y un director al frente será el momento de hacer ese análisis y de recopilar toda la información sobre la situación actual de la ciudad con los cambios que ha sufrido en estos años , las previsiones del Plan General vigente y las propuestas de Idom. Eso nos dará la foto fija de inicio sobre la que empezaremos a trabajar y a ver lo que podemos aprovechar de todo ello
-La Gerencia Municipal de Urbanismo se suprimió el pasado 31 de diciembre. ¿Se ha notado algún cambio en la gestión del área?
-Se sigue trabajando igual, pero se ha agilizado la tramitación porque se requieren menos informes. Antes había cierta duplicidad, expedientes que se sometían primero a informe en la Gerencia, después iban al Ayuntamiento, a Infraestructuras…., con los correspondientes registros de salida y entrada. Este ir y venir se ha reducido un poco y se ha agilizado un poco el trámite
-La situación del asentamiento de vivienda ilegal de Pomecia ha llegado a la vía penal después de muchos años de conflicto legal con la propietaria de los terrenos. ¿Se avanza en algún tipo de solución mediante la gestión urbanística?
-Estamos trabajando en una modificación de planeamiento para ordenar toda esa zona, abarcando no solo Pomecia sino toda el área entre San Julián, el Arrabal y la vía perimetral. Abarca desde la entrada de la vía perimetral al Arrabal y El Carrel hasta el frontón de San Julián
-¿Pero se mantendrán las edificaciones actuales?
-La propuesta de ordenación en la que se está trabajando permitirá mantener algunas, en otras habrá que hacer modificaciones y en otros casos habrá que demoler. Pero hasta que no tengamos la modificación del Plan General no se puede concretar. Será un trámite largo, porque primero hay que hacer una aprobación inicial, con un periodo posterior de alegaciones que habrá que resolver y finalmente una aprobación definitiva. Cuando tengamos esa aprobación definitiva, habrá que actuar
-Usted se ha encontrado esta situación, pero se arrastra desde hace muchos años. ¿Se debería haber actuado antes?
-Seguramente sí. Es una zona en la que no hay un planeamiento específico y se ha actuado a salto de mata. Los vecinos iban construyendo, después requerían actuaciones al Ayuntamiento y se iban haciendo algunas que resultaban de urgencia, pero sin una planificación establecida. La modificación del PGOU que se está haciendo ahora debería haberse hecho hace 20 o 30 años, desarrollando esa zona de acuerdo con lo que establecía el Plan General de 1985. Pero no se actuó y cada vez la bola se ha ido haciendo más grande
-¿Achaca esa inactividad al temor a que se produjera un conflicto social, como ocurrió en otras ciudades donde sí se puso coto a este tipo de asentamientos de infravivienda?
-Sí. El principal problema es de carácter social porque no es una zona en la que se hagan chalés de lujo, sino un asentamiento descontrolado, y si se tiran esas casas se genera un problema social que hay que resolver. Eso ha derivado en un problema urbanístico porque no se han respetado las normas, pero lo fundamental es el problema social y su dificultad es lo que ha hecho que no se interviniera desde el Ayuntamiento
-La edificación ilegal es un problema endémico en la ciudad y ahora plantean ustedes un cambio de planeamiento para regularizar la urbanización en 55 hectáreas de la zona de Las Viñas. ¿Es una actuación puntual o se va a seguir en esa línea en las otras zonas donde han proliferado las viviendas sin licencia?
-Esa es la intención. Con las obras nuevas que se detectan ya se está actuando. Entre las edificaciones ilegales hay algunas que son legalizables y en esos casos se interviene desde Control Urbanístico para que se regularicen. Pero otras son ilegalizables y también se actúa ordenando la demolición de toda la obra o de la parte que infringe la normativa. Lo que ocurre es que el procedimiento para llegar a eso es muy lento, porque primero hay que hacer una propuesta, el propietario tiene derecho a presentar alegaciones que hay que estudiar y resolver y todo eso demora mucho este tipo de expedientes
-¿Cuándo se va a reanudar la urbanización del Polígono Sur?
-La sociedad La Senda del Valadín, que se encargaba de gestionar esa urbanización, está en periodo de disolución. Como la urbanización no está terminada, esa sociedad no ha transferido la obra al Ayuntamiento, que es uno de sus socios pero no el único. Se está intentando disolver la sociedad, que el Ayuntamiento asuma la parte pendiente de obra girando las cuotas a los propietarios y terminar la urbanización. Pero eso lleva su trámite y todavía estamos en esa fase. Han surgido algunas dificultades porque hay empresas que han desaparecido y eso ha hecho que el proceso sea más complejo. El Ayuntamiento ha hecho algunas actuaciones, como pintar los pasos de cebra o instalar farolas, y ese gasto se va repercutiendo a la sociedad. Hay gente viviendo allí y hay que darle una solución, pero no podemos hacer mucho más porque la urbanización no es de titularidad municipal
-¿Han estudiado ya la propuesta del Grupo Yagüe para el desarrollo del sector de Los Planos, con capacidad para 600 viviendas, un centro comercial y equipamientos deportivos?
-Todavía se está analizando y no hay informes técnicos definitivos. Se han ido planteando observaciones y sugerencias, los promotores han ido incorporándolas y completando la documentación y parece que podrá haber un acuerdo
-¿Y a usted que le parece ese proyecto en un momento en que no hay presión inmobiliaria?
-Es una zona pendiente de desarrollar que ya contemplaba el Plan General de Ordenación Urbana de 1985 y, si hay promotores que están dispuestos a invertir su dinero porque consideran que es viable, a mí me parece bien. Cuanto más se invierta y cuantas más oportunidades demos, mejor
-¿Sigue siendo esa la zona preferente de crecimiento de la ciudad o la futura construcción del nuevo hospital en El Planizar puede modificar esa tendencia?
-Cuando se empezó a desarrollar La Fuenfresca y el área de Los Planos, no había nada en el Ensanche del Ensanche y en el Polígono Sur y ahora esas zonas se han urbanizado. La ciudad tiene que crecer y por esa zona es ahora más complicado porque la Variante y la vía perimetral la limitan. Por otro lado, es habitual que cuando se hace una infraestructura como un hospital, se convierta en un foco de desarrollo urbanístico. Pero no sé si en el futuro el hospital de El Planizar ejercerá ese papel ni cuándo, porque Teruel crece a un ritmo muy lento
-Todos los partidos priorizan la mejora de accesos a la ciudad por el camino de Capuchinos, la cuesta de los Gitanos y la carretera de Villaspesa, que requieren modificaciones de planeamiento como primer paso. ¿Se ha avanzado en ellas?
-Sí. Lo primero que hay que hacer es incorporarlos como sistemas generales para que se puedan acometer las expropiaciones. Los proyectos del camino de Capuchinos y de la cuesta de los Gitanos están ya redactados y hay que actualizarlos, al igual que las autorizaciones que se solicitaron en su día a los organismos afectados, como por ejemplo Adif, y que en algunos casos han caducado. En cuanto a la carretera de Villaspesa, será necesario realizar primero el cubrimiento de la acequia, que es propiedad de los regantes. Tenemos que trabajar juntos y coordinarnos con ellos, que harán la modificación de la acequia. Pero el Ayuntamiento tiene que echar una mano en la obtención de terreno y las expropiaciones. Estamos trabajando en todo eso, pero después también habrá que obtener financiación, porque entre los tres tendrán un coste elevado
-¿Tienen algún orden de prioridad?
-No. Todos son proyectos necesarios e iremos ejecutándolos conforme estén aprobados los proyectos y resueltos los trámites
-Las primeras propuestas de las asociaciones de vecinos para los presupuestos participativos se refieren sobre todo a pequeñas obras y mejora de mantenimiento. ¿Hay que centrar en eso las actuaciones de la delegación de Infraestructuras por las limitaciones de financiación que tiene?
-En los últimos años se han hecho muy pocas actuaciones de mantenimiento porque no había dinero. El compromiso que adquirimos en el programa electoral era destinar un millón de euros al año a ese tipo de obras, como asfaltado, reparaciones de aceras, bordillos y farolas, instalación de maceteros o pintura. Eso se va haciendo, muchas veces incluso a demanda cuando algún vecino comunica alguna deficiencia. Son pequeñas actuaciones, pero que resuelven problemas importantes para quienes los padecen
-El presupuesto de este año incluye la contratación de un préstamo de unos 726.000 euros para financiar diferentes proyectos de Infraestructuras. ¿Cuándo van a disponer de ese dinero?
-Espero que pronto. Pero todavía no hemos podido concertar esos créditos y primero tenemos que obtener autorización del Gobierno de Aragón
-Además de esas pequeñas obras que demandan los vecinos, también tienen sobre la mesa proyectos de envergadura, como la rehabilitación del antiguo asilo de San José, que no termina de arrancar, y ahora el acondicionamiento de la iglesia de San Miguel para uso cultural y social. ¿Se puede embarcar la ciudad en un equipamiento de estas características, que sin duda tendrá un coste muy elevado?
-Hemos encargado la redacción de un Plan Director para la rehabilitación de la iglesia de San Miguel, que nos va a marcar la hoja de ruta en función de las prioridades y necesidades. No nos planteamos un proyecto de rehabilitación integral de hoy para mañana, sino que ese plan se fragmentará en varios proyectos pequeños que se irán ejecutando en función de su urgencia y de los recursos disponibles. Podemos ir embarcándonos en pequeños proyectos, pero no en una obra como el edificio de Domingo Gascón, por poner un ejemplo. Pero considero que la iglesia de San Miguel puede dar mucho juego en la ciudad, porque se plantea dividir los usos entre la iglesia, como auditorio y sala de exposición con utilización más esporádica, y el edificio anexo en el lugar en que están las antiguas escuelas, que será modular, con muchos despachos y salas pequeñas para poderlos utilizar de manera autónoma
-Muy cerca de la iglesia está el tramo de muralla cuya rehabilitación va a comenzar en los próximos días. ¿Se podrán utilizar para alguna otra actuación los cien mil euros que se han ahorrado por la baja en la licitación?
-Lo intentaremos, pero hay limitaciones porque son fondos destinados a la muralla y eso puede ser difícil de salvar. En esa zona tenemos sobre la mesa una modificación de planeamiento de todo el entorno de la muralla y de la Bombardera y estamos estudiando si se puede utilizar ese dinero para una intervención al otro lado de la fortificación. Además, estamos intentando que los propietarios adecenten un poco la puerta metálica que existe en la muralla y que no se podrá eliminar, porque no es nuestra y no podemos intervenir
-Sin salir de esta zona, una de las más degradadas del Centro Histórico, ¿en qué fase está el proyecto de rehabilitación de la Casa de la Marquesa como hotel que promueve el Grupo Yagüe?
-Nos hemos reunido con ellos varias veces y sí tienen intención de llevar a término ese proyecto, porque consideran que es un edificio al que se puede sacar partido, y tienen contactos con cadenas hoteleras. Mientras tanto, van a instalar una lona con una recreación del edificio una vez rehabilitado que mejorará la imagen de la plaza. Querían ponerla antes de la Vaquilla, pero quizá no era el momento más adecuado y además Patrimonio les ha marcado unas pautas sobre el diseño. Pero la pondrán cuando tengan el visto bueno y eso contribuirá a adecentar un poco esta zona, donde ahora se está rehabilitando la Catedral, que está quedando preciosa, y se ha iniciado la consolidación del palacio de Tosos para la ampliación del Museo.
Tenemos que estudiar qué se hace en esa plaza y buscar financiación. Pero para ello lo primero es decidir el tipo de circulación que tendrá esa plaza, si se hace peatonal o de uso restringido para residentes, porque el tratamiento no sería el mismo
Autor:EVA RON / Teruel