Diana Peñalver ha trabajado para los mejores directores del cine español de las últimas décadas, desde Fernando Trueba y José Luis Garci a clásicos como José Luis García Berlanga, Vicente Aranda y Miguel Picazo. Ahora lo ha hecho para Javier Fesser en el cortometraje 17 años juntos, que se ha proyectado esta semana en el Festival Internacional Buñuel-Calanda.
- ¿Es su primera visita a Calanda?
- Sí.
- ¿Y qué siente al estar en la tierra de Luis Buñuel?
- Estoy en una nube tras salir del museo dedicado a Luis Buñuel y tengo ganas de volver a ver todas sus películas otra vez. Yo las vi cuando era muy joven, yo creo que casi sin entenderlo porque lo del surrealismo es una cosa muy complicada y ahora después de estar en el museo y meterme en todas sus obsesiones y toda su vida tengo ganas de volver a ver toda su filmografía.
- Vamos, que de aquí se va con tarea por hacer.
- Sí, hombre, la verdad es que el museo interactivo es muy bonito, la verdad, me ha encantado.
- ¿Hay alguna película de Buñuel en especial que le haya llamado más la atención desde siempre?
- Hombre, sí, la de Ángela Molina es la que tengo más presente, Ese oscuro objeto del deseo.
- Rodada en Sevilla, además, de donde es usted.
- Sí, yo recuerdo que en aquella época yo estaba decidiendo si me iba a Madrid, es decir, que la tuve muy presente.
- ¿No llegó a ver el rodaje?
- No, no, a Ángela (Molina) la conocí posteriormente y no en esa época cuando era tan joven.
- ¿En qué está trabajando ahora?
- He estado haciendo teatro, hemos estado dos años de gira, también estuve en Mérida haciendo Los gemelos, pero eso ya pasó. Últimamente he hecho un corto, que es el que hemos presentado en el Festival de Calanda, 17 años juntos, con Javier Fesser, y luego me voy de jurado a Sitges en octubre y estoy leyendo guiones, no estoy metida ahora en nada.
- El corto que ha hecho con Javier Fesser es precioso.
- Sí, la verdad es que estoy muy orgullosa de ese trabajo porque ha sido muy especial. Ha sido una suerte en mi vida encontrarme con él.
- Además, Javier Fesser toca la fibra sensible de la gente con sus cortos, ¿verdad? Nos hace ponernos en el lugar del otro.
- Sí, sí, eso es indudable, pero las películas de Fesser también van más allá de eso, porque cuando ves El milagro de P. Tinto o ves Camino, no solamente te toca la fibra sensible sino que entiendes a los personajes, hasta a los malos, a los que están muy lejos de ti, como que le da la vuelta como a un calcetín.
- ¿Qué ha aprendido de trabajar con él?
- Bueno, he aprendido lo que ya sabía y he ratificado que para trabajar bien está muy bien que sea un genio. Es importante que un director sea una persona que sepa lo que hace, que tenga una historia, que sea creativo, que sea alegre, que sepa trabajar en grupo, que cuente contigo como persona inteligente, y eso da mucho gusto. Y Javier Fesser es así.
- Lo que pasa es que este país no termina de apoyar a la gente inteligente.
- No, no, para nada. A la política no le interesa la cultura porque no da dinero, porque los bancos no nos apoyan nada, pero ese es otro tema, ese no es el tema del arte, del talento, del cine, de la personalidad embaucadora de Javier Fesser.
- ¿La cultura nos hace más humanos, mejores personas?
- No es solo que sea necesaria, es que es como una alimentación, es decir, uno si no come, se muere, y uno si no tiene cultura se muere, también. Las personas y las ciudades sin museos, sin teatros, sin cines, sin poetas, sin libros no seríamos humanos, seríamos piedras.
- ¿Y no tiene la sensación de que hay gente interesada en que seamos piedras?
- Como que la falta de cultura hace que el ser humano también se sienta mal y tenga enfermedades y sea menos feliz. Eso a la larga es peor y es una cosa muy torpe no querer tener cultura las sociedades porque hace falta la cultura, ¿no?
- ¿Cómo ve la situación del cine español ahora?
- Pues es una situación muy difícil pero nunca lo hemos tenido fácil. Yo me acuerdo hace treinta años, cuando me fui a Madrid, que me decía mucha gente si estaba loca de irme allí. Mal ha estado siempre, pero un artista no lo puede evitar, y el que escribe tiene que escribir aunque no le dé para comer, es inevitable. Los directores ahora no tienen para hacer largos y hacen cortos, o hay realizadores extraordinarios haciendo series de televisión que no siempre están a la altura de lo que como directores tienen.
Autor:F.J.M. Teruel