Si no hay un "milagro" en forma de regulación del sector del carbón, Endesa no acometerá las inversiones medioambientales en la central térmica de Compostilla (Cubillos del Sil, León) y cerrará sus puertas en 2020, una situación que se daría también en su planta de Andorra.
Esta es la posición oficial de la filial de Enel tras la reunión que mantuvo el martes el consejero delegado de la eléctrica, José Bogas, con la plataforma por el futuro del Bierzo, idéntica a la mesa por el futuro de Andorra y comarca.
Bogas fue claro en dicho encuentro: No hay una decisión tomada en firme, pero hoy por hoy los planes de la compañía no pasan por las inversiones.
El "milagro" al que se refiere la eléctrica pasaría por un "pacto de Estado entre todos los partidos políticos para dar una regulación estable al carbón -a su producción y combustión- para los próximos años", indicaron a este diario fuentes oficiales de la compañía. "Si fuera así, Endesa sí que formaría parte de la solución", aseveraron.
En definitiva, habría que ir hacia un escenario en que el carbón nacional y las centrales térmicas fueran consideradas como un "sector estratégico", indicó el alcalde de Cubillos del Sil, Antonio Cuellas, quien calificó la jornada del martes como un "día catastrófico" para los intereses de su localidad y de toda la comarca del Bierzo "por los trabajos que se van a perder y la población que va a tener que irse", lamentó.
"Detrás va Andorra"
La mesa por el futuro de Andorra y comarca se reunió de urgencia ante la preocupación por las noticias que llegan desde León. "Detrás de la central de Compostilla va la de Andorra", alertó el secretario provincial de UGT, Alejo Galve, quien recordó que tanto la plataforma como el comité de empresa de la térmica turolense han pedido reuniones a Bogas.
"Vamos a esperar a ver si contesta; si no lo hace esta semana, el lunes nos reuniremos para planificar un calendario de movilizaciones", explicó el sindicalista.
Pese a que las federaciones de industria de CCOO y UGT anunciaron hace una semana que se movilizarán si antes del 22 de septiembre la Secretaría de Estado de Energía no ha convocado la comisión de seguimiento del Plan del Carbón, Galve aseguró que en la provincia habrá un calendario de protestas propio porque "no podemos esperar más a que digan si van a invertir".
Los representantes políticos, empresariales, sociales y ciudadanos de la plataforma piensan ya en "encierros y cosas un poco más serias que concretaremos el lunes" de no haber respuesta por parte de la eléctrica. Fuentes de Endesa aseguraron que la petición de reunión llegó a finales de la semana pasada y no cerraron la puerta a que pueda celebrarse. Sin embargo, la plataforma quiere que, como en el caso del Bierzo, les atienda el propio consejero delegado de la compañía.
El presidente de la Comarca Andorra-Sierra de Arcos, Antonio Donoso, quitó hierro al anuncio de Endesa. "Es lo que siempre ha dicho y no ha cambiado: están esperando un cambio de gobierno y un cambio del modelo energético a nivel nacional y nos van a tener apretando el cuello hasta entonces", zanjó.
"No es cuestión de la inversión, sino de la salida al mercado de la producción energética, y eso va a depender de plan energético. Eso siempre lo ha dicho la empresa y no ha engañado a nadie", apostilló.
Para el alcalde de Ariño, Joaquín Noé, la postura de Endesa es "una estrategia para cargarse el carbón nacional" pactada con el Gobierno "para que caigan los despidos y prejubilaciones y, cuando nos demos cuenta, haya cuatro personas trabajando en el sector, por lo que habrá que cerrar". Noé defendió el lignito como "recurso estratégico para producir energía", pero criticó que el país prefiera comprarla a Francia o traer carbón "producido en unas condiciones -sociales y ambientales- que habría que verlas".
El tiempo se echa encima
Endesa tendría que iniciar la inversión en los primeros meses de 2017 para llegar a tiempo al 30 de junio de 2020, fecha límite para tener las obras acabadas tal como exige la directiva europea que limita las emisiones de los grandes centros de combustión.
Es un "espacio de tiempo muy corto", lamentó el alcalde de Cubillos del Sil, máxime dada la inestabilidad política actual, con un Gobierno en funciones desde hace once meses y sin visos de que pueda conformarse uno nuevo en fechas próximas.
El anuncio de Endesa de no invertir en Compostilla "puede ser una medida de presión al Gobierno que entre", valoró Galve, quien no obstante reconoció que el sector está "muy lejos" de una regulación porque el Ejecutivo en funciones "no quiere hacer absolutamente nada".
El sector culpa de la situación al Gobierno del PP que, desde que el 1 de enero de 2015 se dejara de aplicar el real decreto de restricciones por garantía de suministro en las centrales térmicas, no ha sido capaz de arbitrar ninguna medida que contara con el visto bueno de Bruselas. Ni mecanismo de pagos por capacidad, ni orden de garantía de suministro, ni ayudas a las eléctricas para realizar inversiones, ni exenciones fiscales para la minería del carbón.
La "estrategia" del Gobierno "no es otra que el cierre del sector", han denunciado de forma sistemática tanto Fitag-UGT como CCOO de Industria en los últimos meses, acusando al Ejecutivo de incumplir el Plan del Carbón 2013-2018. Entre otras cuestiones, este pacto obliga al Ejecutivo a procurar un 7,5% del mix energético para la energía térmica producida con lignito y hulla locales, algo que permitiría funcionar a pleno rendimiento a la planta andorrana.
Endesa no confirma que vaya a comprar carbón
Endesa sigue sin aclarar si empezará en septiembre a comprar carbón a las mineras turolenses después de dejar de hacerlo este verano como consecuencia de que el primer semestre del año la central apenas funcionó 429 horas, un 76,5% menos con respecto al mismo periodo de 2015.
En cambio, Bogas sí transmitió en su reunión con la plataforma berciana la voluntad de la eléctrica de retomar las compras en León.
En estos momentos queda algo más de un millón de toneladas de carbón nacional acumulado en el parque de carbones de la térmica, mientras que en las minas se almacenan aún 700.000 toneladas, según indicó ayer Noé. Por tanto, la eléctrica tiene carbón garantizado para años al actual ritmo de combustión.
La decisión de Endesa de no comprar carbón a partir de julio generó decenas de despidos en las contratas de Samca que se unen a la treintena de enero, cuando la eléctrica bajó en un 60% el ritmo de compra mensual de lignito.
Fuentes de Endesa aseguraron ayer que en septiembre la central está funcionando "a plena carga" y que en julio y agosto lo ha hecho "con dos y tres grupos", con lo que la situación ha mejorado. Pero llega el otoño y con él condiciones meteorológicas cambiantes que podrían relegar al carbón en la generación eléctrica.
Autor:Marcos Navarro / Alcañiz