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“En las dietas para disfagia es importante hacer que las comidas sean atractivas”

Rocío Uldemolins en el hospital San José de Teruel

El hospital San José de Teruel, en colaboración con Nutricia, está realizando un taller sobre Nutrición para completar la formación de su personal.

El hospital San José de Teruel, en colaboración con Nutricia, está realizando un taller sobre Nutrición para completar la formación de su personal. La nutricionista Rocío Uldemolins habló el pasado miércoles sobre la disfagia, la dificultad para tragar que se convierte un problema muy prevalente entre la población mayor de 75 años y para lo que es necesario adaptar los menús. La especialista advirtió de la importancia de que las dietas adaptadas se hagan atractivas para el paciente y aseguró que hay fórmulas para ello.

- ¿Desde las familias cómo se puede abordar la disfagia cuando aparece?

- Las familias pueden acudir a los hospitales porque la disfagia viene de una patología previa como un ictus o alzhéimer y en los hospitales les pueden aconsejar, les pueden evaluar y les pueden dar kits y recetarios para mejorar la disfagia, desde un recetario con dietas tipo néctar, tipo pudín e incluso con espesantes, vasos adaptados para que sea más fácil la hidratación, etc.

- ¿En qué se diferencian estas tres dietas?

- El tipo de dieta depende mucho de las características del paciente. Se le hace un test de valoración de su capacidad y lo que se mira es la seguridad y la eficacia. Se le recomienda una dieta tipo néctar: triturada, un poco espesada y si vemos que es más severa, una dieta tipo miel que ya incluye un espesamiento mayor con espesante comercial o un dieta tipo pudín que es más consistente, con una viscosidad mucho más elevada. Una dieta néctar se puede beber o tomar de un vaso pero una tipo pudín solo se puede tomar con cuchara.

- ¿Hay alguna fórmula para que los pacientes vean atractiva la dieta y coman?

- Incidimos mucho en el color, en el sabor y en la textura que es lo que los pacientes realmente ven a primera vista, sobre todo en los pacientes más ancianos. Si la dieta se la tiene que administrar un cuidador recomendamos que lo haga a una distancia correcta, no muy cerca y a la altura de los ojos. Tiene que estar con la textura adecuada a su tipo de dieta. Los aromas no pueden ser olores muy fuertes y sobre todo el color de la dieta. Se hacen recomendaciones para que sean más apetitosas, más coloridas, podemos incluir en su dieta triturada zanahoria, que le dará un color naranja bonito, o darle un color verde porque es un alimento con verduras, con acelga o espinacas o, incluso, color morado, con remolacha. Para estas personas, sobre todo ancianos, la comida es algo muy importante porque es una de las actividades sociales más enriquecedoras que tienen en el día y darle un atractivo y que no sea homogénea y aburrida es muy importante.

- ¿Cuáles son las principales dudas que les surgen a los cuidadores sobre todo cuando empieza la disfagia?

- Cuando empieza lo más importante es: "Qué le doy de comer, qué incluyo en su dieta túrmix". No es lo mismo hacer las comidas que has realizado toda tu vida que intentar compactar todo en un plato. Por eso siempre se les da recomendaciones como la cantidad de cada alimento y de proteínas y como enriquecer con salsas, con proteínas lácteas, etc y también hacerlo apetecible.

- ¿Hay forma de mejorar los síntomas?

- Sí. En la disfagia es muy importante la reeducación. Lo que me compete a mí es la reeducación alimentaria. Sobre todo en una patología como un ictus en el paciente los síntomas van reduciéndose y lo que se intenta hacer es una reeducación alimentaria. Por ejemplo, primero una dieta totalmente triturada y viendo que el paciente va mejorando, adaptándonos a las características específicas, se le intenta introducir luego una dieta tipo blanda: con patata, arroz,... y después una dieta de fácil masticación y, finalmente, a un dieta basal, que es la normal. Pero no hay que forzar al paciente y tenemos que quedarnos en el tipo de dieta que le venga mejor.

- ¿Hay alimentos prohibidos o de más riesgo?

- Sí, existe más riesgo con algunos alimentos y está bastante estipulado. Por ejemplo, alimentos con doble textura que a veces en los ancianos en residencias les ponen leche con cereales y eso es doble textura o, por ejemplo, sopas con fideos o arroz, que está el caldo por un lado y luego la pasta por el otro. También los alimentos fibrosos que tienen hilos como las judías verdes o la ternera y en las frutas hay que tener mucho cuidado con las que tienen pepitas como la uva.

- ¿Las familias se adaptan bien?¿Qué es lo que más les cuesta?

- A las familias se les intenta dar las recomendaciones e intentan cumplirlas las 100%. Este tipo de pacientes, la máxima prevalencia está en las residencias y ahí es donde hay que formar o enseñar al personal sanitario de allí todo lo que hemos comentad para mejorar la alimentación de estas personas.

Autor:Isabel Muñoz/ Teruel