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Empresarios del Matarraña rechazan la nueva regulación turística de Aragón Empresarios del Matarraña rechazan la nueva regulación turística de Aragón
Hotel Mas la LLum, situado en el término municipal de Arens de Lledó, es un establecimieno bioclimático y ecológico

Empresarios del Matarraña rechazan la nueva regulación turística de Aragón

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La Comarca del Matarraña y la Asociación de Empresarios Turísticos han presentado alegaciones a los decretos que regulan el funcionamiento de los establecimientos de turismo rural de Aragón, una nueva reglamentación que según el sector de la zona “no tiene en cuenta a las comarcas rurales” y que equipara las obligaciones de los establecimientos hoteleros de las ciudades con la de los pueblosl. Los empresarios y la institución han ido de la mano en esta cuestión y critican que la nueva normativa turística quiera “unificar los negocios hoteleros de las ciudades con los del medio rural” y no tenga en cuenta “el trabajo familiar” que han desarrollado los empresarios turísticos en los últimos años.

La institución comarcal celebró ayer por la tarde con carácter de urgencia un pleno extraordinario para aprobar las alegaciones que el sector ha consensuado en relación a los borradores de los nuevos decretos de hoteles, hostales y pensiones y de viviendas de turismo rural.

El documento firmado por los representantes del sector turístico del Matarraña señala que la nueva normativa “no es sostenible para los destinos rurales desde un punto de vista social, económico, medioambiental o urbanístico”. Y es que “lo que hasta ahora eran obligaciones de los hoteles de cuatro escrellas se traslada ahora a los de tres”.

El presidente de la Asociación de Empresarios del Matarraña, José Antonio Higueras, consideró que “para un hotel de tres estrellas del medio rural es inasumible tener abierta la recepción las 24 horas del día o que el bar del establecimiento deba estar en servicio durante 16 horas diarias”. El mantenimiento de estos servicios en hoteles con una ocupación media del 50% y en fin de semana haría “inviable la actividad económica” de la mayoría de estos hoteles rurales, afirmó el representante de los empresarios.

Los rurales son establecimientos de carácter familiar situados en municipios muy pequeños y algunos en mitad del campo en los que la aplicación de determinadas obligaciones “no tiene sentido”, dijo Higueras. Por ejemplo, no tiene que ver con la calidad que se exija un teléfono en cada habitación del hotel.

Quejas

Asimismo, los establecimientos se quejan de que no se les ha consultado para elaborar la normativa y que ésta no tiene en cuenta ninguna figura específica para los hoteles rurales.

En su escrito, los empresarios critican que “se pretende homogeneizar matando de un plumazo la esencia de cada establecimiento rural, el trato personalizado y eliminar la diferenciación”. También critican lo “estricta” que es la nueva normativa en materia de construcción. “No se han tenido en cuenta a aquellos edificios que por si situación o por su propia constitución no pueden cumplir ciertos parámetros técnicos exigidos en el borrador como pueden ser las alturas de los techos”, argumentan.

Apoyo institucional

La Comarca del Matarraña apoyó ayer al sector. Desde la institución recordaron que buena parte de las viviendas de turismo rural y hoteles del territorio están en cascos históricos o aisladas en el campo y que sus propietarios han invertido en su rehabilitación intentando respectar al máximo la configuración y estructura de los edificios. Se les exige  ahora, señalan, limitaciones en la altura de los techos o se obliga a colocar aparatos de refrigeración artificial en cada una de las habitaciones, cuando precisamente lo que han hecho los promotores es  invertir en el mantenimiento de las estructuras originales de las viviendas que garantizan esa calidad de manera natural. En el Matarraña hay establecimientos bioclimáticos o construcciones con paredes de piedra de más de 0,60 centímetro de ancho en las que no tiene sentido colocar un aparato de aire acondicionado.

Asimismo, la nueva normativa llega a exigir que las viviendas de turismo rural tengan anchuras de escalera de 1,20 metros, lo que supone que viviendas de cascos históricos quedarán automáticamente excluídas de su clasificación actual porque no cumplen con ese requisito”. Los metros “nada tienen que ver con la calidad en el servicio” ni tampoco refleja calidad que la ropa se deba cambiar a diario, cuando un cliente de establecimiento rural busca “tranquilidad y no que le levanten a las nueve de la mañana porque hay que sustituir la ropa de cama”, añaden.

El presidente de los empresarios criticó que los borradores “no tienen en cuenta las cuestiones de calidad ni tampoco las diferencias entre el medio rural y el urbano, sino que se dedican a hacer tabla rasa a partir de los condicionantes que consideran deben cumplir los establecimientos de las ciudades”.

José Antonio Higueras explicó que ha tenido “conversaciones con el servicio provincial de Turismo” y que “nos intentan tranquilizar afirmando que entramos dentro del capítulo de excepciones, pero nosotros no queremos trabajar con dispensas, sino que exigimos que nuestro sector quede bien regulado”.

Desarrollar la normativa

De la mano de la Comarca del Matarraña, los empresarios han solicitado que la nueva normativa “desarrolle extensamente y con rigor el apartado ‘hotel rural/monumento’, porque en el borrador actual queda como una mera mención”. También piden “que se desarrolle más extensamente el apartado ‘dispensas’ y en ese sentido “que se especifique cuándo no es viable realizar ciertas reformas de adaptación de los espacios”. Y también que el decreto definitivo “tenga en cuenta la problemática del mundo rural y que se adapte la nueva normativa a las características del Matarraña y a otros territorios rurales que apuestan por la innovación, la calidad y la excelencia del servicio”.