Emma Buj (PP) será elegida hoy alcaldesa de Teruel en un pleno extraordinario en el que solo obtendrá el apoyo de los ocho concejales de su partido en una corporación formada por 21 ediles. La hasta ahora teniente de alcalde será investida regidora por ser la candidata de la lista que obtuvo más apoyo popular en las elecciones locales de mayo de 2015, después de que ningún aspirante obtenga la mayoría absoluta en una votación a la que se presentarán ella, José Ramón Morro (PSOE), Anabel Gimeno (Ganar), Julio Esteban (PAR) y Paco Martín (CHA).
Cada uno de estos grupos votará a su propio candidato y por tanto el socialista recibirá el apoyo de cinco ediles, Gimeno de tres, Esteban de dos y Martín, el suyo propio. Ciudadanos será el único grupo que no se postule para la Alcaldía, tras haber alcanzado un acuerdo de investidura con Buj que llevará a sus dos concejales a votar en blanco.
Se repetirá así lo ocurrido en el pleno que en junio de 2015 eligió como alcalde a Manuel Blasco (PP), quien formalizó su renuncia el pasado 1 de febrero. El relevo al frente del consistorio será "un punto y seguido" en la actividad municipal, según dijo ayer Buj al ser preguntada sobre el pleno de hoy, que comenzará con la toma de posesión de Mª Carmen Muñoz Calvo como concejala del PP en sustitución del exalcalde, ahora diputado en el Congreso.
Buj se inició en la política institucional en 2003 de la mano de Manuel Blasco, que entonces ya llevaba 16 años como concejal,. Los últimos cuatro había sido alcalde en un complicado mandato en minoría y no ocultaba en privado que esta experiencia le había llevado a replantearse incluso su continuidad en la política municipal. Pero el PP, cuyo presidente provincial era en esas fechas el propio Blasco, no tenía un recambio claro y por ello en las elecciones locales de 2003 volvió a encabezar la candidatura. Situó a como número dos a una joven funcionaria de la Diputación de Teruel, nacida en la capital en 1972 y que a partir de ese momento empezó a ser vista por muchos como la elegida de Blasco para sustituirle como alcaldable popular en futuros comicios, ya que él se planteaba dar el salto a la política nacional. Las cosas, sin embargo, no fueron según lo previsto y Buj ha protagonizado una carrera de fondo de casi trece años para convertirse en alcaldesa.
Portavoz
El primer tropiezo se produjo tras las elecciones locales de 2003. Las ganó el PP, pero un pacto entre el PSOE y el PAR dejó en la oposición a los populares y llevó a la Alcaldía a la socialista Lucía Gómez. Blasco dejó el consistorio tras ser elegido senador en 2004 y Emma Buj, designada portavoz de su grupo, sometió a un duro marcaje durante todo el mandato a Gómez y a su equipo. Aun siendo novata en la corporación, la edil realizó una buena labor de oposición apoyada en su conocimiento de la Administración local por su profesión de funcionaria y también por sus antecedentes familiares: su padre, Miguel Buj Herrero, fue durante años interventor del Ayuntamiento y como ella misma reconocía, los asuntos municipales eran habitualmente tema de conversación en casa.
Trayectoria
Pero el esfuerzo de esos años en los que fue cabeza visible del PP?en el consistorio no fue compensado por el partido en las elecciones de 2007, cuando Manuel Blasco, que llevaba tres años alejado de la actividad municipal, volvió a encabezar la candidatura municipal con Buj de nuevo como segunda. Los populares entendieron que la concejala no tenía buena imagen entre la ciudadanía -sus detractores la tachan de distante y poco carismática- y que para intentar recuperar el gobierno municipal era preferible recuperar al exalcalde, que arrastraría más votos.
El PP?volvió a ganar las elecciones, pero un pacto desequilibrado entre PAR y PSOE puso al entonces aragonesista Miguel Ferrer al frente del consistorio y de nuevo los populares quedaron en la oposición. Buj siguió como portavoz de su grupo municipal y fue elegida por primera vez diputada provincial, un cargo que mantiene en el actual mandato tras haberlo renovado en las sucesivas corporaciones.
En 2008 Blasco volvió a ser elegido senador en unas elecciones generales con malos resultados para el PP. En los días posteriores, reclamó públicamente, junto con los otros dos presidentes provinciales del partido, un cambio en la dirección regional, que presidía Gustavo Alcalde. En la tormenta interna que se desató, Emma Buj se alineó con el zaragozano Antonio Suárez cuando se postuló para la presidencia regional como alternativa al oscense Antonio Torres, apoyado por Blasco.
La dirección nacional atajó la disputa imponiendo a Luisa Fernanda Rudi como única candidata a la presidencia del PP-Aragón, que aún mantiene hoy, en el congreso regional que se celebró en noviembre de 2008. Un mes después, en un congreso provincial, Carmen Pobo sustituyó a Blasco en la presidencia del PP en Teruel.
La dimisión de Miguel Ferrer como alcalde en noviembre de 2010 lo trastocó todo y Blasco volvió a ser elegido regidor en minoría. No estaba previsto que volviera a encabezar la lista del PP al Ayuntamiento en 2011, pero Rudi se lo pidió para rentabilizar la imagen de garante de la gobernabilidad que se había fraguado a raíz de la crisis en la Alcaldía. Buj se mantuvo en la lista, pero cayó del segundo al cuarto puesto al haber perdido la confianza de quien había sido su padrino político.
Los populares ganaron nuevamente las elecciones, en este caso con una mayoría absoluta holgada -doce de 21 concejales- y Manuel Blasco volvió a ser investido alcalde. Buj dejó de ser portavoz del grupo y quedó relegada a las delegaciones de Contratación y de Patrimonio, segundarias en el organigrama municipal.
Por contra, en la Diputación asumió la potente área de Hacienda y Función Pública y la portavocía del PP. Con su labor en una legislatura clave en el saneamiento de las arcas de la institución, Buj, trabajadora incansable, se ganó la confianza de Pobo, presidenta de la institución, y de Rudi.
Poco a poco se restauró también el vínculo con Blasco. En la candidatura municipal de 2015, que volvió a encabezar el exalcalde, fue repuesta al segundo puesto. Los populares no consiguieron renovar la mayoría absoluta, pero sí mantener la Alcaldía como lista más votada tras un acuerdo con Ciudadanos y con el PAR, que tenían en su mano propiciar una alternativa de izquierdas sumándose a PSOE, Ganar Teruel y CHA. Buj fue nombrada primera teniente de alcalde y responsable de un área clave, la de Urbanismo e Infraestructuras.
Cuando unos meses después Blasco fue elegido candidato del PP?al Congreso de los Diputados para las elecciones del pasado diciembre, anunció que si obtenía el escaño dejaría el consistorio. La condición era, sin embargo, que su partido pudiera mantener la Alcaldía, que correspondería a la número dos de la candidatura.
Para ello, era necesario renovar los compromisos con el PAR y con Ciudadanos. Los aragonesistas anunciaron de inmediato que no cambiarían de posición, pero la formación naranja quiso marcar los tiempos y hasta finales de enero no selló el pacto de investidura tras una negociación que llevó directamente Buj. Desde la renuncia de Blasco la pasada semana, su primera teniente de alcalde ejerce en funciones el cargo que hoy asumirá oficialmente.
Ante sí tiene el reto del diálogo para gobernar en minoría, un camino que ya ha iniciado al contar con la Junta de Portavoces para organizar el pleno de investidura. Diplomada en Trabajo Social, casada y con dos hijos, nadie discute su condición de buena gestora. No ha conseguido zafarse de su fama de política con escasa empatía, pero quienes la tratan saben que gana en las distancias cortas.
Autor:EVA RON / Teruel