“El hospital de Alcañiz no tiene vuelta atrás”. Así es como definió el consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, la situación administrativa de este proyecto, cuyas obras comenzarán en el mes de septiembre. El consejero reiteró de nuevo ayer esa misma fecha para “la colocación de la primera piedra” de un edificio cuyo proyecto lleva 10 años redactado. Lo hizo en Alcañiz, durante el acto de presentación del proyecto definitivo, cuyas características, cartera de servicios y esquema funcional presentó por la mañana en la sede de la Comarca del Bajo Aragón ante representantes de ayuntamientos y comarcas que tienen este centro hospitalario como referencia.
El titular de Sanidad confirmó que la adjudicación a OHL-Dragados para su construcción por 57,47 millones de euros ya es definitiva y que la empresa tiene un mes de plazo para realizar la adaptación del proyecto inicial a la variante con la que ha ganado la licitación de la obra. En este sentido, una vez los servicios técnicos verifiquen que los ajustes del proyecto son los establecidos, el Salud procederá “en septiembre a la firma del acta de inicio de obras”, recalcó Celaya. Para entonces deberán estar terminadas las obras de acondicionamiento del solar que está realizando desde hace unos días Aragonesa de Obras Civiles y que principalmente consisten en el traslado de una acequia.
Una vez arranquen las obras, previstas en 54 meses, el nuevo hospital se financiará en virtud de un plan plurianual de cinco anualidades (de 2017 a 2021, ambos incluidos). En cuanto esté terminado y pueda ponerse en uso, los usuarios gozarán de unas instalaciones “modernas, perdurables y flexibles”, en palabras del consejero.
El edificio no se parecerá en nada al hospital actual. El nuevo es un inmueble que se escalona adaptándose a la topografía del terreno y que se desarrolla en planta baja y tres plantas alzadas, la última de las cuales quedará diáfana en previsión de un potencial crecimiento futuro.
Accesos en dos rotondas
Los accesos se realizarán a través de sendas rotondas, a uno y otro lado del vial de 28 metros de ancho y dos kilómetros de largo que deberá urbanizarse antes de que terminen las obras del edificio. La urbanización de los accesos (15 meses de plazo de ejecución) tendrá que arrancar antes de que acabe la obra del centro sanitario, puesto que por debajo del vial (saldrá a licitación por 8,6 millones) circulará el sistema de suministros.
Habrá además un vial interno que circundará todo el edificio y otro que permitirá conectar directamente con Urgencias, Rehabilitación, Hemodiálisis, área de Salud mental, con la puerta principal y con zonas de servicio e instalaciones.
El esquema de funcionamiento del edificio se realiza a través de dos ejes longitudinales, uno para usos externos y otro interno para los profesionales. El inmueble perderá masa construida a medida que se eleve en altura, de manera que en la planta baja se ubicarán: Urgencias, Hemodiálisis, Diagnóstico por imagen, Hospital del Día y Salud Mental, Convalecencia (con 28 camas) y Cuidados Paliativos, Rehabilitación, así como el área ambulatoria, servicios generales, consultas externas, los archivos, cafetería, zona de admisión y servicios de limpieza, entre otras.
En la primera planta habrá dos unidades de hospitalización polivalentes con 32 camas cada una, cinco puestos para extracciones de sangre, consultas externas, así como dirección y gerencia. También allí se ubicarán los laboratorios, farmacia, zona de esterilización, cocinas, el mortuorio y los vestuarios. Y en la parte trasera estará el edificio industrial.
La segunda planta perderá metros de edificabilidad. Concentrará la hospitalización, con una unidad polivalente de 32 camas y las correspondientes de pediatría y toco-ginecología. En esta segunda planta estará la UCI, el Hospital de Día y los bloques quirúrgico y de obstetricia, además de 27 salas de consultas y gabinetes.
Por último, la tercera planta quedará diáfana y pendiente de compartimentar para usos hospitalarios. Tendrá una capacidad para albergar hasta dos unidades de hospitalización con 32 camas en cada una en el caso de que en el futuro se amplíe el área hospitalaria, según puso de manifiesto durante la presentación del proyecto el director de Obras, Instalaciones y Equipamientos del Gobierno de Aragón, Francisco Muñoz. En cualquier caso, los laboratorios de análisis clínicos de bioquímica se ubicarán allí.
El esquema de comunicación vertical se resuelve en el proyecto técnico con nueve núcleos de comunicaciones formado por 23 ascensores para uso público e interno.
El consejero de Sanidad insistió en que el esquema de circulaciones intenta facilitar el uso del edificio y permitir reformas y ampliaciones futuras. Indicó que “aproximadamente la mitad de las camas del hospital serán individuales”, cuestión que “se puede modificar”, añadió en referencia a las críticas recibidas por el menor número de camas individuales que tiene este proyecto frente al presentado en la anterior legislatura. Según Celaya, “la asistencia sanitaria va cambiando con el paso del tiempo”, así que la tercera planta, que de momento permanecerá vacía, “podrá ampliarse en el futuro” en función de la evolución de la demanda.
Sobre la tercera planta, el responsable del Salud recordó que en 2007 se redactó un plan funcional que partía de la base de que la población crecería en el Bajo Aragón “un 3 o 4% al año”, cuando ha ocurrido todo lo contrario y actualmente “está disminuyendo”. Aquellas previsiones “eran muy optimistas”, así que “hemos proyectado un hospital en base a un plan realista para no hacer grandes cosas que luego se queden vacías”. Insistió además en que “hay hospitales con más población de referencia y menos camas”, pero no mencionó a cuáles se refería.