El ministerio de Fomento ha sometido a información pública el proyecto de conversión en autovía de la carretera nacional 232 entre las localidades de El Burgo y Fuentes de Ebro, en la provincia de Zaragoza. El trazado para el que se proyecta la duplicación de la calzada afecta a un tramo de 18,7 kilómetros y se corresponde con las dos variantes de ambas poblaciones, una zona que registra una elevada concentración de accidentes mortales.
Este trámite llega seis años después de que Fomento adjudicara (en 2011 y por un millón de euros) el estudio del trazado para el desdoblamiento de este tramo a la UTE formada por Gestión y Servicios de Ingeniería y Asistencia Técnica y Jurídica Consultores.
Las obras están valoradas en 75,7 millones de euros, según informó el ministerio de Fomento, que publicó ayer en el Boletí´n Oficial del Estado (BOE) el anuncio por el que el proyecto de la Autovía del Ebro del tramo El Burgo-Fuentes de Ebro se somete a información pública para que los titulares de los bienes afectados por la obra presenten las alegaciones que consideren adecuadas en un plazo de 30 días.
El objeto del proyecto de duplicación de calzada persigue la conversión de las dos variantes de población en un nuevo tramo de la Autovía del Ebro (A-68). El perímetro afectado se sitúa entre los puntos kilométricos 206 y 224.
El proyecto propone una sección transversal con dos calzadas, con 2 carriles de 3,5 metros cada una, arcenes exteriores de 2,5 metros, arcenes interiores de 1,50 metros y una mediana variable. Asimismo, el documento técnico proyecta la construcción de 19 estructuras y la remodelación de cinco enlaces que actualmente están en funcionamiento en la actual carretera convencional.
Entre las infraestructuras viarias existentes en la zona de proyecto está la autopista autonómica ARA-A1, que discurre entre Villafranca de Ebro y El Burgo de Ebro, que conecta con el tramo de actuación a través del actual enlace de El Burgo Este.
Por otra parte, las obras previstas para la conversión en autovía A-68 incluyen la adaptación de las obras de paso sobre la línea de ferrocarril convencional Madrid-Barcelona y sobre el Canal Imperial de Aragón, y en su tramo final el cruce bajo el viaducto de la Línea de Alta Velocidad Madrid-Zaragoza-Barcelona-Frontera Francesa.
Con la conversión de la N-232 en autovía las intersecciones a nivel deberán eliminarse, con la consiguiente reordenación de accesos. En este sentido, las obras también contemplan la dotación de un nuevo acceso a los polígono de El Espartal I y El Espartal II, mediante viales que conectan en el actual enlace de El Burgo Este.
En el proyecto de trazado se incluye la conexión final entre el tramo de autovía A-68 y la actual carretera N-232 a partir del paso bajo el viaducto de la Línea de Alta Velocidad Madrid-Zaragoza-Barcelona- Frontera Francesa, de manera que la transición a carretera convencional se efectúe en recta y resulte compatible con las previsiones realizadas para el siguiente tramo de la autovía A-68. Éste se corresponde con el tramo Fuentes de Ebro -Ventas de Valdealgorfa, cuyo estudio informativo todavía se encuentra en tramitación ambiental, según Fomento.
El tramo sometido a información pública por el ministerio de Fomento es uno de los puntos negros que más accidentes concentran entre la capital aragonesa y el Bajo Aragón. Sin ir más lejos, varios accidentes mortales registrados en el último cuatrimestre del año pasado provocaron una movilización institucional entre ayuntamientos y comarcas de la zona afectada que llevaron a la constitución de una plataforma que recibió el apoyo del Gobierno de Aragón a través de la consejería de Vertebración del Territorio.
Mejorar la capacidad
Según Fomento, el corredor del valle del Ebro constituye la vía natural para el transporte por carretera desde el Mediterráneo hacia la cornisa Cantábrica, por lo que la conversión en autovía de la carretera N-232 constituye una actuación indispensable para aumentar la capacidad y mejorar la seguridad vial en un itinerario con gran intensidad de tráfico de vehículos pesados.