La plaza del Torico se convirtió el lunes en un gran club de jazz al aire libre donde actuaron cerca de cuarenta jóvenes músicos, la mayor parte de entre 10 y 18 años, pertenecientes al proyecto musical Jazz for Kids. Entre todos demostraron que el jazz es mucho más que armonías imposibles o complejos standards. Durante una hora y media sonaron desde temas de swing o funky hasta canciones pop muy conocidas de Oasis o Michael Jackson.
Es la primera visita que realiza este colectivo musical, Jazz for Kids, a Teruel. Dirigido por Daniel Escolano, tratan de reivindicar el aprendizaje de la música moderna y sobre todo la cultura musical jazzistica en el oyente.
Fundado en 2013, Jazz for Kids reune a unos 65 jóvenes músicos de todo Aragón pertenecientes a numerosos centros educativos de música públicos y privados, entre los que se incluyen una sección especializada en musicales con una nómina de 15 cantantes y actores que, como el resto de chavales que forman parte del proyecto, cuentan entre 10 y 18 años.
Los músicos preparan por su cuenta un repertorio basado en arreglos jazzisticos de temas de pop, swing, rock o funk, que interpretan juntos en los cuatro encuentros anuales que suelen organizar por todo el territorio aragonés. “Teníamos la deuda pendiente con Teruel”, explicaba ayer Daniel Escolano, director de Jazz for Kids, “y a partir de ahora espero que vengamos en más ocasiones y poco a poco ir incorporando jóvenes músicos turolenses”.
Por el momento en la plantilla estable de Jazz for Kids solo hay un músico de Teruel, Nacho Civera, que se incorporó a ella en el último encuentro que tuvo lugar hace dos meses en Huesca. Sin embargo ayer, en la velada de la plaza del Torico, pudieron participar doce intérpretes de la Escuela Municipal de Música Antón García Abril - Ciudad de Teruel, ya que en cada encuentro que este colectivo realiza son invitados músicos de los centros de enseñanza anfitriones para que prueben la experiencia de actuar en este tipo de formaciones.
Durante el fin de semana previo al concierto esos alumnos tuvieron la ocasión de recibir varias clases de jazz e improvisación del profesor valenciano Francisco Ángel Blanco Latino, y ayer ya se movían como pez en el agua improvisando sus primeros solos con trompeta, trombón o clarinete.
Y es que el jazz, percibido como uno de los estilos más complejos por la alta dosis de creatividad e improvisación que requiere, es absolutamente natural para un niño en etapa de aprendizaje. “el jazz es muy agradecido, entre otras cosas, porque te permite estar creando continuamente, y para los niños es algo fundamental porque para ellos crear es algo innato”, asegura Escolano. “Con la edad vamos perdiendo capacidad de espontaneidad para improvisar, pero en los niños es innato y está muy fresco”.
El gran componente de improvisación que está en el espíritu del jazz fomenta además otros valores entre los jóvenes como el trabajo en equipo. “Los músicos que te acompañan están muy pendientes de ti y tú debes estarlo de los demás”, afirma Escolano. “Es como un deporte de equipo, en el que todo el mundo debe de apoyarse y cada cual cumple su papel”.
Entre el repertorio que se escuchó ayer en el Torico había temas pertenecientes a Pure Spirit, un disco que grabó Jazz for Kids el pasado año, además de temas muy conocidos arreglados para el jazz. “Se trata de demostrar que el jazz puede enriquecer cualquier género de música moderna para promocionar este lenguaje”, afirma Escolano.
Y es que, por desgracia, en Teruel se escucha mucho menos jazz del que se debería. “Ni siquiera en nuestra Big Band somos especialistas en jazz”, explica Antonio Civera, director de la Escuela de Música de Teruel. “Espero que a través de iniciativas como esta la gente se vaya enganchando, porque en el futuro nos encantaría incorporar a la Escuela un aula de música moderno, no como algo independiente sino como un complemento a la formación que ya se da”. Y?es que el jazz, más que un estilo música, es un lenguaje a través del cual se puede enriquecer cualquier género musical.
Nacho Civera, el primer músico turolense en integrarse en la agrupación jazzistica
Nacho Civera es, por el momento, el único músico turolense que forma parte de la plantilla estable de Jazz for Kids, después de participar con ellos como invitado en el último encuentro que celebraron en Huesca. Aunque este joven trompetista ya tenía experiencia en jazz y swing gracias a la Joven Big Band y a la Big Band Teruel de la que forma parte desde hace dos años, ahora se ha metido de lleno en un lenguaje que le atrae cada vez más. “La diferencia de este grupo con otros es que trabajan muy bien aspectos muy específicios de jazz en modalidades como swing, funk o rock, determinados acentos y expresiones o improvisación”. Esto último es “especialmente complejo”, según el músico, y una parte esencial del estilo, ya que “la partitura escrita en jazz es una especie de guía sobre la que tienes que improvisar”. Civera, que está decidido a orientar su futuro hacia la música, forma parte además de la Banda de Música de Teruel, la Big Band de Teruel, la Orquesta Sinfónica Santa Cecilia, y la Banda de la Federación Aragonesa. “No es fácil combinar el conservatorio con el instituto y con todas las agrupaciones musicales, pero se puede hacer”, asegura el turolense.