El Instituto de Estudios Humanísticos reclamó ayer en Alcañiz extrapolar al resto de España "lo que se hace en esta ciudad", que es "mantener viva la llama de las Humanidades", para solucionar problemas capitales del país como la falta de un entendimiento político en materia de Educación que garantice el futuro de la juventud porque "sin ella no vamos a llegar a ninguna parte".
Así de elocuente se mostró ayer en la inauguración de una nueva edición del Curso Interdisciplinar de Humanidades el director del IEH, José María Maestre, quien aseguró que esta es una edición "muy especial" porque llega en un momento en que la Cultura "debe dar un aldabonazo con mayúsculas en este país" en el que "no la Cultura, sino la propia Educación, está de capa caída". Y puso un ejemplo claro: "Tenemos a los chicos que no saben a estas alturas -cuando se completa el primer trimestre académico- qué prueba van a tener que hacer a final de año para acceder a la Universidad".
Maestre exigió un gran pacto por la Educación que, en su opinión, debe alcanzar el Ministerio con el resto de partidos políticos. "Ese pacto debe salir de todos, es un deber de todos porque el futuro está en la juventud y sin ella no vamos a llegar a ninguna parte", subrayó el director científico del curso, quien instó a fijarse en Alcañiz porque "aquí las Humanidades están vivas desde el siglo XVI" y "ese relevo generacional las sigue manteniendo".
El ansiado pacto por la Educación "se tenía que haber firmado hace muchos años", dijo Maestre, para quien este "retraso" no hace sino "empeorar la situación" que se demuestra cuando el de España se compara con otros sistemas educativos a nivel europeo.
"Conferencias atractivas"
El curso vuelve a destacar este año por tener "conferencias atractivas" que desvelan a los alcañizanos los secretos que se esconden bajo sus elementos patrimoniales. En este sentido, el arquitecto José Ángel Gil dio ayer una conferencia sobre la restauración de la torre gótica de Alcañiz, un proyecto redactado por él que el Ministerio de Fomento debería licitar en breve porque ya el año pasado estaba previsto que comenzara en 2016
Maestre presumió de buscar "temas que tienen un fuerte impacto a nivel local y del Bajo Aragón" para que el ciudadano "encuentre aquí algo que le interese". Las nueve conferencias y los cuatro coloquios del curso están abiertos al público, que el viernes podrá asistir a las explicaciones de los arqueólogos Francisco Javier Gutiérrez y José Antonio Benavente sobre los recientes hallazgos de muralla y convento bajo la Ronda de Belchite.
Además, "una alcañizana de pro -dijo Maestre-" como Margarita Pintos de Cea-Naharro, investigadora perteneciente al Instituto Universitario de Igualdad de Género de la Universidad Carlos III, hablará hoy sobre Concepción Gimeno de Flaquer, pionera del feminismo español.
Y otro alcañizano, el profesor de Literatura Española en la Universidad de Colorado, Antonio Pedrós, dará la "conferencia central" del curso titulada Como una peli de Almodóvar: el "problema de España" en su cine.
Según Maestre, la elección de una conferencia cinematográfica "no es casualidad", sino que se ha buscado como guiño a la nueva sala de cine de la ciudad, ubicada en el auditorio del Palacio Ardid -sede del curso interdisciplinar-, a la que dota de una "sobredimensión cultural".
"Las Humanidades van a volver a brillar en nuestra ciudad" esta semana, valoró el alcalde, Juan Carlos Gracia Suso, quien recordó el lema del curso, "Nada de lo humano nos es ajeno", y refrendó su apoyo.
Por su parte, el director del Instituto de Estudios Turolenses (IET), Juan Félix, destacó que, de los tres centros adscritos al IET, dos están en Alcañiz, como son el IEH y el Centro de Estudios de Arte del Renacimiento, a cuyos investigadores animó a colaborar para alcanzar "objetivos comunes".
Un edificio que llegó a tener 68 metros de altura frente a los 43 de la actualidad
El redactor del proyecto de restauración de la torre gótica, José Ángel Gil, dijo que los trabajos permitirán desvelar quién construyó la torre -vestigio gótico que se conserva de la remodelación barroca del templo-, que tiene una antigüedad de más de seis siglos. "Durante la fase de redacción del proyecto y posterior han habido cuestiones de investigación, y una de las que quedan pendientes de respuesta es el año de inicio de las obras y el promotor", indicó el especialista.
Una hipótesis que cobra fuerza es que "la torre fue bastante más alta de lo que es en la actualidad", ya que "tenía unos 25 metros más de altura".
Hay un documento datado en 1704 del notario alcañizano Pedro Juan Zapater en el que describe que la torre tenía 325 palmos, por lo que a razón de 20,8 centímetros por palmo sale una altura de unos 68 metros. Hoy día tiene 43.
También consta en el Archivo Diocesano de Zaragoza que el Arzobispado ordenó la demolición de un chapitel de la torre y su reconstrucción. Además, cualquiera que decida visitar la torre de las campanas se encontrará con otra evidencia, según el redactor del proyecto: el recorte realizado por los constructores de la talla barroca a la torre gótica; a partir de la planta primera, la escalera de caracol se estrecha, faltando el remate superior.
En cuanto al patrocinio de la torre gótica, pudo correr a cargo del Concejo para contrarrestar el poder de los Calatravos construyendo un edificio aún más alto que su castillo, aunque "no sería de extrañar que fuera Hugo de Mataplana, obispo de Zaragoza (1289-1296)". Una tercera teoría, "que es más difícil que sea posible, es que pudiera ser incluso la Orden de Calatrava" la que la construyera "para reafirmarse" frente al Concejo "o incluso invadiendo el trabajo del Concejo como muestra de poder", disertó el arquitecto.
Fomento destinó 1 millón de euros del programa 1,5% Cultural a la restauración de la torre, en apariencia en buen estado pero que en el fondo sufre un gran deterioro debido a humedades, a la impregnación de sales en la sillería y a la palomina.
Autor: Marcos Navarro / Alcañiz