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El edificio de la Sociedad Obrera de Cella se convertirá en una oficina de turismo

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Las imágenes de arriba muestran el estado actual del edificio mientras que las de abajo son una recreación de cómo va a quedar una vez finalizadas las obras

El edificio de la Sociedad Obrera Agrícola de Cella albergará el nuevo centro de valorización turística y una sala de exposiciones. Pero además, parte del inmueble será derruido con el fin de ampliar la zona de las escaleras de la calle de San Pedro, de forma que se ampliará la plaza del Ayuntamiento.

El edificio de la Sociedad Obrera Agrícola de Cella albergará el nuevo centro de valorización turística y una sala de exposiciones. Pero además, parte del inmueble será derruido con el fin de ampliar la zona de las escaleras de la calle de San Pedro, de forma que se ampliará la plaza del Ayuntamiento. Sin embargo, la fachada principal, que está justo enfrente de la casa consistorial, se restaurará sin modificarse de manera que el aspecto de la plaza Mayor no se vea alterado.

Las obras han comenzado esta misma semana y serán financiadas a través del Fondo de Inversiones para Teruel (Fite) que concedió una subvención de 360.000 euros para la construcción de un centro de valorización turística de índole comarcal en Cella.

El edificio tiene actualmente unos 290 metros cuadrados en cada una de sus tres plantas, pero se reducirán a unos 140 una vez derribada una parte del mismo. Donde sí quedará la extensión original será en el sótano, que constará de dos salas diáfanas de unos 100 metros cuadrados cada una.

El primer edil explicó que estaba en contacto con los miembros de la Sociedad Obrera Agraria para la cesión del edificio, que se encuentra en muy mal estado de conservación, y justo en esos días le informaron de la concesión de la subvención para el centro turístico: "Fue una casualidad", reconoció el regidor.

El proyecto para rehabilitar todo el edificio se eleva a más de 500.000 euros, pero las actuaciones salieron a concurso por 360.000 euros IVA incluido , que era la cuantía de los fondos disponibles. "Se estableció una lista con las siguientes fases de adjudicación para que las empresas ofertaran mejoras", comentó el responsable municipal. Los trabajos se han adjudicado a la empresa de Calamocha Construcciones Gisan y tienen que estar terminados el próximo 27 de mayo. El proyecto fue redactado por el gabinete de arquitectura turolense Arquitaria.

Cubierta y carpintería

Finalmente la actuación, ya iniciada, consistirá en el acondicionamiento de la cubierta, la demolición de la parte del edificio que da a las escaleras de acceso a la plaza Mayor desde la calle de San Pedro y la integración en el propio edificio. Precisamente, la zona del inmueble que peor conservada estaba es la que finalmente se derribará. El resto mantendrá su fisonomía actual ya que, como indicó Joaquín Clemente, otro de los condicionantes a los que se enfrentaban era contar con el visto bueno de Patrimonio para poder acometer las obras y ejecutarlas dentro de los plazos que marca el Fite.

Las obras incluyen también la rehabilitación de las fachadas que dan a la plaza, las carpinterías y la escalera interna del edificio. La parte baja se convertirá en una oficina de turismo y en una sala de exposiciones. Además, quedará un espacio diáfano en el sótano y una primera planta con cuatro salas grandes que, de momento, quedarán diáfanas. "Tenemos varias ideas sobre su uso, pero no sabemos aún qué haremos", reconoció el alcalde de Cella.

Clemente agradeció a la Sociedad Obrera Agrícola la cesión de este edificio y recordó que los contactos para este acuerdo se iniciaron ya en julio.

La utilización del edificio con fines públicos es una buena opción para la sede de la Sociedad Obrera Agrícola de Cella puesto que según comentó el alcalde, en el momento de la devolución a los propietarios hubo "cierta controversia" en el pueblo con respecto a los que formaban parte de esa agrupación.

Un edificio con mucha historia y arraigo entre los vecinos

El edificio, que pronto será la oficina de turismo para informar sobre la riqueza patrimonial de toda la zona, fue construido por agricultores y obreros de Cella en las primeras décadas del siglo XX. El franquismo lo expropió y no fue devuelto a sus dueños –unos 140 socios hasta la década de los 80. En los últimos años, según explica el alcalde de Cella, Joaquín Clemente, estuvo cerrado porque amenazaba ruina. Hasta entonces se empleó como Cámara Agraria, salón de reuniones y durante algunos años como bar.

Autor:M. C. Aguilar Teruel