El derrumbe y los trabajos de descarga de Pui Pinos destruyen 30 metros de la muralla de Alcañiz

Un tramo de 30 metros de la muralla medieval del Castillo de Alcañiz ha quedado reducido a nada, primero como consecuencia de la escorrentía de tierras que el pasado 18 de abril se llevó por delante tres viviendas completas del Muro de Santiago, y después por los trabajos de descarga efectuados en el cerro por las máquinas excavadoras. El deslizamiento arrambló con dos tercios del lienzo suroeste de la muralla -de los siglos XIV y XV- y lo que quedó en pie se lo llevaron las palas excavadoras durante la consolidación posterior.

La muralla está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) por el Gobierno de Aragón y quedó recogida en el ‘Catálogo arquitectónico, urbano y arqueológico’ del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Alcañiz, redactado por EIN Navarra consultoría y Gestión S.L. y 3G Arquitectos. Cuenta con el máximo nivel de protección (Grado I) en el Plan urbanístico.

El epígrafe dedicado a la muralla suroeste, el PGOU, que puede consultarse íntegro a través de la página web del Ayuntamiento de Alcañiz, recomienda su “urgente consolidación y reparación”. En el Capítulo I, dedicado al patrimonio arquitectónico y urbano, el PGOU advertía del peligro de derrumbe de la muralla suroeste, y no sólo por su deterioro, sino por el relleno de escombros que presionaba la pared desde el interior. En este sentido, en las ‘determinaciones particulares’, los redactores del plan sugirieron la “retirada de las tierras que cubren la parte interior de la muralla, cuyo empuje la pone en peligro”.

Lo que en 2010 recomendaban los redactores del PGOU cobra hoy una nueva dimensión, pues la advertencia de peligro de derrumbe se ha terminado cumpliendo. Y aquel muro medieval no sólo se ha llevado por delante la pared construida en los siglos XIV y XV sino tres edificios completos y parte de dos más de la calle Muro de Santiago.

[caption id="attachment_79975" align="aligncenter" width="660"] Empalizada construida delante de la muralla para sostener la caída de piedras[/caption]

De la muralla de Alcañiz se conservan tramos en las calles Blasco y Pruneda, en la Ronda de Belchite, Ronda de Teruel o en el Muro de Santa María, entre otros emplazamientos. Los restos del Muro de Santiago se podían observar a simple vista antes de que se produjera el deslizamiento, como puede observarse en las imágenes que acompañan esta información. La parte que se conservaba en la ladera suroeste de Pui Pinos tenía forma de L, alcanzaba  una altura aproximada de cinco metros y una longitud de 30. Así la describieron los redactores del PGOU. El tramo, construido en piedra sillar con mortero de cal y arena, ascendía desde el barrio de Santiago hasta el castillo por la ladera del cerro.

El Taller de Arqueología de Alcañiz ha redactado un informe completo sobre la destrucción de la muralla que trasladó la semana pasada al departamento de Patrimonio del Gobierno de Aragón, desde donde de momento no se han pronunciado.

La situación es delicada. Parte de la muralla medieval ha desaparecido como consecuencia de un derrumbe que ha dejado sin vivienda a varias decenas de personas y ha desplazado a otras tantas. En este sentido, el director del Taller de Arqueología, Santiago Martínez, indicó que la asociación “entiende la situación complicada que produjo el deslizamiento, que ha afectado a muchas personas, pero nuestra obligación es informar a la DGA de la desaparición de un elemento del patrimonio de nuestra ciudad”. Con el informe, puntualizó, “simplemente queremos que se sepa que se ha caído un elemento que formaba parte de nuestra historia y que llevaba mucho tiempo en no muy buenas condiciones”. Así, instó a que “en el futuro se preste más atención al patrimonio”.

Como recoge el informe arqueológico, en el año 2006 se instaló en la base del lienzo una empalizada de madera para evitar la caída de piedras y tierra sobre los inmuebles situados en la parte inferior del cerro. El arqueólogo José Antonio Benavente recordó que “el tramo superior del lienzo largo de la muralla se seguía manteniendo en pie incluso después del deslizamiento de tierra, pero cuando el 28 de abril visitamos el lugar acompañados de técnicos municipales vimos que había desaparecido por completo”. Según el experto, “no quedan ni los cimientos, porque ha sido demolida por las máquinas, al parecer por problemas de estabilidad del terreno o de conservación de la propia estructura”. No obstante, “tampoco se ha realizado ningún control, inspección o documentación previa de tipo arqueológico”, añadió.

[caption id="attachment_79968" align="aligncenter" width="468"] Así se veía la muralla suroeste antes del deslizamiento[/caption]

Explicar las causas

Desde el Taller de Arqueología señalaron que este tramo “podría pertenecer al segundo o tercer tramo, ya que nunca se ha llegado a estudiar por completo”, según precisó Benavente. Para el arqueólogo “es evidente que hay que priorizar las actuaciones cuando nos encontramos en situaciones de emergencia, pero también hay que contribuir a que la población disponga de información precisa sobre los hechos”. En este sentido, lamentó que cuando no ha pasado ni un mes desde el derrumbe no quede ni rastro del tramo medieval mencionado. “Los restos que habían quedado en pie podrían habernos ayudado a explicar tanto la formación del vertedero” de escombros con el que se fue rellenando el cerro y la parte interior de la muralla, como también “las causas que han provocado el deslizamiento”. Pero es que, además, dijo Benavente, “probablemente, la caía de la muralla ha contribuido al deslizamiento de tierras” que se llevó por delante las casas del Muro de Santiago.