No era tan fiero el enemigo de ayer como lo pintaban. El Club Voleibol Teruel llegó al Parc Esportiu de Llobregat todavía bajo los efectos de la victoria del miércoles en Los Planos frente al Unicaja para ganar la Supercopa y pasó por encima, por tercera vez desde verano, de un FC Barcelona que no tuvo opción. Y eso que los jugadores de Miguel Rivera no desplegaron todo su voley y a menudo dio la impresión de que jugaban a medio gas.
El equipo aragonés lograba ayer el primero de los objetivos: sumar tres puntos con un 0-3 en su carrera por no perder el tren de la Copa del Rey, en el aire después de la "pájara" que atravesó el conjunto naranja en noviembre y que le descolgaron hasta el abismo de la sexta posición de la clasificación. Tras el resultado de ayer, los turolenses se afincan en una cómoda cuarta plaza y con la halagüeña perspectiva de recibir el sábado en Los Planos al Electrocash de Cáceres, colista de la Superliga. Si los naranjas ganan el próximo fin de semana, el CV Teruel llegaría al último partido de la primera vuelta frente al líder, el Unicaja, sin la presión de tener que sumar en el Moisés Ruiz para asegurar una plaza copera.
El último partido de la novena jornada de Superliga fue un paseo militar. Rivera arrancó con algunos de sus fijos y dio entrada a otras piezas menos exhibidas como los receptores Maxi Torcello y Carlos Jiménez, y el joven central Víctor Rodríguez, dando un descanso a Ereu, que lo dio todo en la Supercopa, al montenegrino Balsa Radunovic y a Pablo Bugallo.
El partido fue una demostración de músculo naranja, avasallando a sus rivales, desbordándoles desde la línea de saque y forzándoles al error. Los de Rivera tomaron desde el primer instante de juego la iniciativa en el marcador y tras unos primeros puntos de tanteo, los turolenses abrieron pronto una brecha cómoda de hasta 10 puntos (19-9, mientras por megafonía sonaba el estribillo "Que no pare la fiesta". Ironías del destino. Porque la fiesta no paró, y a pesar del lapsus que atravesó el equipo naranja mediado el set, que permitió a los locales apuntarse siete puntos consecutivos y alcanzar los veinte puntos. Y sin despeinarse, el Teruel pisó el acelerador para llevarse la primera manga.
El segundo y tercer set fue más de los mismo, pero sin reacción azulgrana. Los errores, sobre todo desde la línea de fondo, se sucedieron en el campo loca y el Barcelona veía impotente cómo Teruel se alejaba en el luminoso. El ex jugador naranja Sergi Arranz no tuvo la menor oportunidad de construir para derrotar a su antiguo equipo y el Teruel se mostraba inapelable en su juego.
Con Osorio en la posición de opuesto y Reñé distribuyendo el juego, el equipo mantuvo su frescura para terminar llevándose el segundo set por nueve puntos de ventaja.
Gerard siguió en pista en el tercero y empezó a mostrarse más, participando más en el juego, rematando y bloqueando con ambición.
Con 17-11 en el marcador, Rivera apostó por dar minutos al turolense David de Juan, y sentó al líbero titular, Vinicius Noronha, Vini, que bien se merecía un descanso. Y así, sin generar ninguna duda más, el Teruel se apuntó el tercer set y el partido por la vía rápida, en menos de una hora y media de partido.
Autor: J.L.R. Teruel