El Club Voleibol Teruel comenzó ayer su preparación para acometer el asalto al título esta temporada. El equipo que dirige Miguel Rivera, y que esta temporada cambia su denominación eliminando el nombre de su tradicional patrocinador, quiere resarcirse después de una campaña en blanco en la que su principal enemigo, el Unicaja Almería, se hizo con el triplete llevándose a sus vitrinas la Liga, la Copa y la Supercopa.
La primera sesión de entrenamiento se centró en la preparación física y se desarrolló en el gimnasio del pabellón Los Planos. Una primera mañana de trabajo en la que no participaron hasta cinco jugadores del nuevo equipo. Víctor Rodríguez no se incorporará a la disciplina naranja hasta hoy; Gerard Osorio y Sergi Reñé continúan su andadura con el equipo nacional; y el libero Vinicius Naronha Da Silva y el último fichaje del equipo, Balsa Ranudivic, están ultimando los trámites burocráticos para militar en las filas del CV Teruel.
Con una plantilla objeto de una profunda remodelación, el entrenador naranja confía en que éste "sea el equipo que nos devuelva las alegrías que se merecen la afición, la ciudad y el club". Por el momento, las sensaciones son buenas y "el equipo ha empezado con ganas de hacerlo bien para devolver en forma de títulos todo lo que se nos da", reiteró el técnico.
La campaña, que empezará el próximo 15 de octubre frente al CV Mediterráneo, se promete intensa. El Club Voleibol Teruel aspira a mantener entre los favoritos junto a Unicaja, pero otros equipos como el Can Palma también se han reforzado y se postulan como nuevos aspirantes. Sin embargo, el técnico naranja insiste en que hay "doce candidatos" al para ganar la Liga porque "todos los equipos se han reforzado" y añadió sin concesiones que "yo tengo que ganar con este equipo todos los partidos y a todos los rivales".
Ésta campaña será la primera que Rivera esté al frente del banquillo turolense desde principios de temporada, aunque no se prevén grandes cambios respecto a la línea de trabajo que ya se puso en marcha en las últimas semanas de la pasada. "Va a haber una continuidad respecto a lo que hicimos en los últimos dos meses de la temporada anterior, aunque con una plantilla reforzada y renovada y confeccionada entre el club y el cuerpo técnico" explicó el míster, que insistió en que "a nivel de trabajo va a cambiar poco. Las líneas generales ya se marcaron en el final de la temporada pasada y vamos a aplicar una continuidad".
Este año el Teruel no participará en ninguna competición europea -"desafortunadamente", añadió el técnico- por la situación económica que atraviesa la entidad, que todavía no tiene cerrado el capítulo de patrocinios y tampoco el de la aportación autonómica, que en esta ocasión y de aquí en adelante, llegará en forma de subvención y no de ayuda.
Una medida que, aunque en cuanto a la preparación física no tendrá ninguna repercusión sobre el entrenamiento o el rendimiento de la plantilla, el entrenador lamenta porque "jugar competición europea siempre es positivo".
Xavi Folguera, capitán
Tras la salida del opuesto internacional, Juan Carlos Barcala, que una vez concluida la competición la pasada primavera anunció su retirada del voleibol profesional, el brazalete de capitán ha pasado al colocador andorrano Xavi Folguera.
El director de orquesta del equipo turolense demostró que sabe echarse al equipo a la espalda en los momentos más complicados de la pasada campaña y goza de una gran conexión con la grada de Los Planos, y contrastado que es capaz de resucitar al equipo cuando podía parecer que estaba muerto. De hecho, el propio Rivera se refiere al colocador como "una pieza fundamental en el equipo el año pasado" y que "merece llevar la batuta del equipo".
Folguera, cada vez más, se reivindica como el jugador carismático que conecte con la afición por su carácter y su entrega. Y es que la lista de deseos del entrenador incluye que "además de un equipo que juegue bien, queremos un equipo que transmita a la grada".
Otro jugador por el que suspira la afición es Vinicius Naronha Da Silva, Vini, que se reivindica cada semana como el mejor líbero de la Superliga.
Teruel también ha recurrido al mercado internacional para reforzar sus filas. El último en sumarse a las filas naranjas ha sido el receptor Balsa Radunovic, que con sus potencia de juego y sus 205 centímetros de estatura asumirá la responsabilidad de aumentar la cuenta anotadora del equipo. También en el capítulo de receptores, una de las primeras llegadas en materializarse fue la Carlos Jiménez, que destaca por su consistencia en todas las facetas del juego. La línea de recepción se completará como dos viejos rockeros, Maxi Torcello y Thomas Ereu, que además de su aportación dentro de la pista también tienen un gran peso específico fuera de la cancha.
En el centro de la red, Marc Altayó se ha recupero con éxito de la intervención en su rodilla y Rivera quiere contar con él en los momentos importantes del año, como Pablo Bugallo, que ofrece garantías en todas las facetas del juego.
El opuesto polaco Jaroslaw Lech será "el responsable de levar el peso anotador del equipo" y de ser el sustituto de Barcala y "puede marcar la diferencia en ataque". Las posición se verá completada con la aportación de Gerard Osorio, que tiene su polivalencia como una de sus principales virtudes. "Un jugador joven, que está en su fase de despegue", resumió ayer Rivera.
Osorio es uno de los jugadores jóvenes que incorpora la plantilla del Teruel y que están llamados a tener una gran proyección. Jugadores como el colocador Sergi Reñé, que con sus 18 años ya ha participado en la selección nacional absoluta.
También el central Víctor Rodríguez promete a sus 17 años buenas sensaciones este invierno.
El jugador número 13 del equipo será el turolense David de Juan, que finalmente se ha inscrito en el primer equipo aunque se le podrá ver también disputando con el juvenil.
Autor:J.L.R. Teruel