PANORAMICA DEL ASILO
El Ayuntamiento de Teruel ha solicitado una partida de 4 millones de euros del Fondo de Inversiones de Teruel (Fite) de este año para completar la financiación de las obras de rehabilitación del antiguo asilo de San José como Conservatorio Profesional de Música y centro sociocultural, que acaban de comenzar. En un documento dirigido a la Comisión Mixta formada por las Administraciones central y autonómica que debe distribuir los 60 millones con que está dotado este instrumento financiero el consistorio ha pedido también 300.000 euros para realizar obras en los barrios rurales y 200.000 euros para concluir la rehabilitación de los antiguos alfares de los hermanos Górriz y poderlos abrir al público con uso turístico, social y cultural.
En el escrito, que la alcaldesa de Teruel, Emma Buj (PP), sometió al consenso de todos los grupos municipales, el consistorio apoya además la solicitud del Obispado de Teruel y Albarracín de una partida de 1.400.000 euros para terminar la restauración de la torre de la Catedral, actualmente en obras gracias a una primera aportación de 625.000 euros del Fite de 2016. También respalda la petición de 200.000 euros de la protectora Amigo Mío para construir un refugio para animales en una parcela que le cedió el municipio.
Como ya avanzó la alcaldesa hace varias semanas, el grueso de los fondos solicitados para este año corresponden a la rehabilitación del antiguo asilo, adjudicada por cerca de 7 millones de euros sin disponer de toda la financiación necesaria.
Según explicó, los 4 millones solicitados permitirán “pagar íntegramente” el acondicionamiento del edificio para sus nuevos usos. “En estos momentos, el Ayuntamiento tiene la obra contratada y es el obligado al pago de su ejecución, a pesar de que una parte muy importante corresponde al Conservatorio Profesional de Música, que es de competencia autonómica”, destacó Buj.
Precaución
Aunque la obra acaba de iniciarse y se prolongará como mínimo a lo largo de todo 2018 porque tiene un plazo de ejecución de 18 meses, la responsable municipal propuso al resto de los grupos políticos pedir en el Fite de este año “el 100% del dinero que falta para financiar la obra” en lugar de distribuir la solicitud entre este anualidad y la próxima.
Lo planteó como precaución, para evitar que, en caso de que en 2018 se retrasen los presupuestos del Estado y de la Comunidad Autónoma -y con ello el Fite, como ha ocurrido en este ejercicio-, el consistorio sufra problemas a la hora de hacer frente al pago de las certificaciones. “Si se retrasara el Fite, el Ayuntamiento podría encontrarse con la obligación de pagar las certificaciones de obra con sus fondos propios, aunque una gran parte del gasto corresponde a una instalación de competencia autonómica”, argumentó.
Buj destacó además que “por primera vez” se pide dinero del Fite para los barrios rurales, concretamente 300.000 euros. “Hasta la fecha, el Ayuntamiento ha atendido a estos núcleos con fondos propios y de la Diputación de Teruel, pero creemos que es necesario dar un pequeño empujón a las obras de estos barrios y por eso acudimos al Fondo de Inversiones”.
En cuanto a los 200.000 euros para la rehabilitación del entorno de los alfares de los hermanos Górriz, recordó que ya se han invertido 400.000 euros en el conjunto pero “es necesaria otra partida para que la obra quede concluida y se puedan poner en funcionamiento las instalaciones”.
Sobre los 1,4 millones destinados a la torre de la Catedral, matizó que “no son fondos que solicite el Ayuntamiento, porque no es una propiedad municipal”, pero en su escrito el consistorio traslada a las administraciones que cofinancian el Fite su interés en que se conceda esta partida porque se trata de una obra de interés para la ciudad.
En el mismo sentido se respalda la solicitud de 200.000 euros para la construcción de un refugio para animales de la asociación Amigo Mío en la parcela que le cedió el Ayuntamiento. “Es esa protectora la que tiene que solicitar la financiación del Fite, pero es un proyecto interesante para la ciudad, porque no solo tiene unos efectos prácticos de cara a mantener el servicio de recogida de animales, sino que también se trata de un proyecto de carácter social que permitiría también realizar una labor educativa y preventiva con niños y adultos”, concluyó Buj.