El Andorra necesita sumar los tres puntos para mantener vivas sus opciones. Archivo - Nieves Ballestero
“Complicadísimo”. Así, sin adornos, describe la situación del Andorra CF su entrenador, Fernando Campillo antes del encuentro de esta tarde contra el Brea en el que no solo ha de sumar los tres puntos para mantener su única opción de permanencia viva, sino que todos los demás grupos del final de la tabla deben perder sus respectivos encuentros. “Con que los de arriba sumen aunque sea un punto estaríamos matemáticamente descendidos”, recuerda el entrenador del equipo minero.
En tal tesitura, al Andorra solo le queda la postura estoica de preocuparse de lo suyo, de ganar en el terreno de juego de Piedrabuena. “Tenemos que ir a ganar y a hacer un buen partido. Tenemos que ganar por nosotros mismos”, apuntaba ayer Campillo, consciente de que entre las pocas cosas que le quedan a su equipo está el orgullo de un grande.
Además, el campo municipal de Brea de Aragón es un terreno de juego que al técnico minero le trae “muy buenos recuerdos” de su etapa como jugador, por lo que todavía pondrá más empeño, si cabe, por hacerse con el botín de los puntos.
Sin embargo, los rivales de esta tarde no se lo pondrán fácil a los mineros. Desde la décimo segunda plaza, los de Eduardo Silva no pueden despistarse ya que la renta de nueve puntos sobre el Escalerillas, último equipo en puestos de descenso, puede no ser suficiente en las cuatro jornadas restantes de competición.
Así, Brea y Andorra saldrán a sumar al césped de Piedrabuena, por lo que unos y otros querrán “ser protagonistas”.
Los breanos cuentan en sus filas con argumentos ofensivos como Miki, un punta que guarda bien el balón de espaldas y se carga de peligro. También cuenta con Montejos, que en palabras de Campillo, “es uno de los mejores jugadores de la categoría”. Así, el Andorra tratará de adueñarse de la pelota para minimizar las opciones de los locales. “Tenemos que intentar tener el balón y ser protagonistas”, resumía el técnico turolense.
No gana como visitante
En su contra, el Andorra tiene el dato de que todavía no ha ganado ningún partido fuera del Juan Antonio Endeiza. Sus resultados como visitante han sido, cuando menos, discretos y en 17 partidos solo ha logrado sumar dos puntos, fruto de dos empates contra Escalerillas y Teruel. Sin embargo, el Brea acumula una triste renta en sus últimos compromisos. En los últimos cinco partidos ha sumado solo tres puntos y cuatro derrotas.
Los mineros repetirán el sistema que les ha funcionado tan bien en las últimas jornadas mediante el que con tres atrás aumentan la presión en el medio campo, con un talante más agresivo.
Bajas mineras
Campillo tendrá que recomponer la defensa tras la confirmación de la lesión de Mark Brown, el zaguero fichado del fútbol británico este invierno y cuya menisco ha dicho “basta”. Las primeras pruebas realizadas esta semana y la resonancia que se le practicará la que viene podrían confirmar la peor de las sospechas: que se vaya a perder lo que queda de competición.
Campillo volverá a confiar en sus juveniles y llevará convocados a Guía, que jugó de titular la semana pasada, y a Pablo Tomeo y a Montañés, que jugaron 30 y 45 minutos el domingo.
Al menos, los mineros parecen haber encontrado su sistema de juego, y aunque parece que éste llega tarde, por lo menos puede marcar el camino para terminar la temporada con la cabeza alta.
A pesar de los pobres resultados que ha podido cosechar el Andorra esta temporada, y aunque tras la llegada de los refuerzos con el cambio de ejercicio ha permitido más alegrías al conjunto minero, el técnico asegura que el ambiente en el vestuario es muy bueno.
“El ánimo, mejor imposible. Si estuviéramos salvados ésto sería increíble”, afirma con orgullo, porque en su opinión “cuando las cosas se ponen difíciles, lo fácil es abandonar el barco”, y asegura que su plantilla se mantiene más unida que nunca.