La victoria del Alcañiz ayer en Santa María frente al Santa Isabel siguió el precepto griego del alfa y el omega. Un gol al principio y otro al final del partido que se volvió bronco en sus últimos instantes.
El encargado de abrir el marcador fue Martín Marco. Lo hizo en minuto 11, y puso a los bajoaragoneses por delante. Una ventaja que ya no desaparecería (sino que se vería incrementada) hasta el final del encuentro. El Alcañiz jugó con contundencia, sobre todo el centro del campo. Allí, Pórtoles sumó su tercera amarilla. Sin haber soltado prácticamente la cartulina, el árbitro amonestó a Barado, del Santa Isabel dos minutos después.
La presión del Alcañiz no aflojaba, y Estopiñan primero, y Domenech, después, también vieron como el colegiado les señalaba una sanción.
Ya en el segundo tiempo, y al filo del final del encuentro, Carrillo anotó el segundo para el Alcañiz. La acción desencadenó una nueva remesa de tarjetas que dio con la expulsión Milian (que ya había sido amonestado) y con una amonestación para el entrenador zaragozano.
Autor:J.L.R. Teruel