Primarias Val de Jarque
Un total de 38 alcaldes de la provincia de Teruel residen fuera de sus municipios, lo que supone poco más de un 16%. La mayor parte de ellos gobiernan en localidades que no llegan al centenar de habitantes y prácticamente casi todos residen en la capital turolense, aunque también hay varios que viven en Zaragoza y en la zona del Levante. En muchos casos se trata de personas que se han marchado del municipio por motivos labores pero que acuden prácticamente a diario, ya que los hay que incluso trabajan allí las tierras.
Los alcaldes son, en la mayor parte de los pueblos, el alma de ellos. Se trata de un trabajo que no tiene remuneración –salvo en contadas excepciones– y que además supone convertirse en la ventanilla de quejas durante 24 horas si se produce algún problema. Lo saben bien los que este invierno tuvieron que hacer frente a más de un metro de nieve en sus calles y también los que durante los meses estivales tienen problemas de abastecimiento de agua debido a que sus pozos son insuficientes para una población que en algunos casos se multiplica por 10 con respecto a la de los vecinos censados.
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En algunos pueblos de la provincia de Teruel los alcaldes llevan más de 20 años. Cogieron el bastón cuando eran jóvenes y han dedicado a la Alcaldía horas y horas que han restado a su trabajo y también a su familia. Algunos lo hacen por vocación y otros porque realmente no hay nadie que les sustituya. Y no es una afirmación hecha a la ligera. Se puede comprobar fácilmente mirando las listas que concurrieron a las elecciones en el año 2015, cuando en un total de 16 pueblos (un 7% del total) solo se presentó una única candidatura. En otros pueblos sí hubo varias, pero con tan pocos integrantes que todos salieron elegidos y forman parte del actual Ayuntamiento.
Menos gente que ediles
Uno de los ejemplos es Jorcas, cuyo consistorio debería estar integrado por tres personas pero solo lo conforman dos (una del PP y otra del PAR) porque nadie más concurrió a los comicios. El Ayuntamiento de Villarluengo lo integran cinco personas, que fueron las mismas que se presentaron a las elecciones. Tres lo hicieron por el Partido Popular que, por tanto, obtuvo mayoría absoluta, mientras que los otros dos formaban parte de las candidaturas de Partido Aragonés y Partido Socialista.
En otros lugares, como en la Val de Jarque, unas primarias garantizan que los Ayuntamientos siempre estén integrados por personas del pueblo. Se trata de la democracia en el sentido más amplio del término puesto que todos los mayores de 18 años tienen derecho a votar y en las papeletas pueden poner el nombre de cualquier vecino con mayoría de edad. Una vez elegidos, los vecinos deciden bajo qué siglas se presentan. Solo se salvan los que han formado parte de la corporación municipal en la última legislatura y muestran su deseo de no volver a salir.
Los pueblos que deciden así a su alcalde son Cuevas de Almudén, Hinojosa, Jarque de la Val y Mezquita. El sistema no está escrito en ningún sitio pero todos los habitantes lo cumplen como si fuera ley. Sus orígenes se remontan al año 1979, cuando no había nadie que quisiera formar parte del Ayuntamiento. Los electores votan así dos veces, una en la que deciden a su alcalde y otra, ya oficial, en la que lo refrendan el día de los comicios.
La falta de voluntarios para integrar los consistorios provinciales obliga a los partidos a realizar un ingente trabajo de campo meses antes de las elecciones para convencer a los vecinos. Hacer listas en los pequeños pueblos cuesta y mucho. Lo saben bien los responsables de los partidos que cada cuatro años se ocupan de patear el territorio en busca de representantes para su partido.
Antonio Arrufat es secretario de organización en el Partido Socialista en Teruel y señala que hay problemas debido a la escasa población y también a que “muchos están quemados de haber sido alcaldes y concejales durante años”, asegura.
“El cargo es una carga”. La frase es de Antonio Arrufat y también de Joaquín Juste, presidente del Partido Popular en Teruel. Ambos representan a formaciones políticas confrontadas, pero saben bien de lo que hablan porque han sido alcaldes en sus respectivos municipios, La Cerollera y Lidón, ambos con menos de un centenar de habitantes.
Las listas fantasma o los candidatos cuneros, que son aquellos sin vinculación con el pueblo por el que se presentan, son otra consecuencia de la falta de población. Desde los partidos indican que esta práctica es cada vez menos habitual, pero la realidad es que en todas las elecciones surgen varias de estas candidaturas. Juste comenta que en algunos municipios son los propios afiliados del partido los que les piden las listas porque no desean votar a otras siglas, pero también señala que en ocasiones estas propuestas ajenas a la población sientan hasta mal a los vecinos vinculados con un determinado partido.
Los votos no caen en saco roto porque, como matiza Arrufat, suman a la hora de designar a los representantes de las comarcas y la Diputación de Teruel.
Por otro lado, en ocasiones puntuales algunas de estas candidaturas de relleno han dado la sorpresa y han colocado a la persona que la encabezaba al frente de la Alcaldía.
Joaquín Moreno, de Compromiso con Aragón, señala que también en los municipios más grandes cuesta formar candidatura debido al gran número de personas que hacen falta y pone como ejemplo a Utrillas, donde se necesitan a quince integrantes. Indica que hacer listas independientes cuesta mucho menos, algo que él achaca a que “la gente cada vez cree menos en las siglas”. A su juicio, lo que más pesa a la hora de emitir el voto es la persona, “incluso en los pueblos más grandes”, recalca.
Solo un 18% son mujeres
Un total de 42 municipios de la provincia de Teruel tienen una mujer al frente de sus alcaldías, lo que supone algo menos de un 18%. De ellas, 16 son del Partido Popular, 13 del Partido Aragonés, 10 del Partido Socialista, dos de Compromiso con Aragón y una de Izquierda Unida.
La mujer apenas está representada ya no en los Ayuntamientos, donde su peso es mucho menor que el de los hombres, sino en las candidaturas que optaron a las elecciones municipales de 2015. Solo en 9 municipios de los 236 que componen la provincia de Teruel estaba claro que iba a haber alcaldesa porque la única candidatura –en el caso de Fuentes Claras, Maicas, Torre de las Arcas y Cañada Vellida– estaba encabezada por una mujer. En Pozuel del Campo también sabían de antemano que iban a tener alcaldesa porque las tres listas, de PP, PSOE y PAR, estaban lideradas por mujeres. Lo mismo ocurrió en las localidades de Linares de Mora, Mosqueruela y Valacloche, en las que había dos propuestas electorales encabezadas por mujeres.
De los 236 pueblos de la provincia, solo 127 contaron con al menos una candidatura con una mujer a la cabeza. En total hubo 171 listas lideradas por mujeres, lo que supone el 32% de las candidaturas totales, que ascendieron a 537.
En esos comicios, que son los últimos que se han celebrado, se eligieron a un total de 41 alcaldesas, que después se incrementaron a 43 tras la dimisión del alcalde de Teruel, Manuel Blasco, y el de La Puebla de Valverde, Vicente Górriz, que llevó a la alcaldía a Emma Buj y María Ángeles Izquierdo, respectivamente.
Ahora se cumple la mitad de la legislatura y hay cambios en algunas Alcaldías debido a los pactos de gobierno. Uno de ellos es el de Carmen Aguilar, que sustituye en La Fresneda a José Ramón Gimeno. Sin embargo, estos cambios hacen también que dos alcaldesas cedan el bastón a compañeros varones. Es el caso de Esperanza Goni, en Castelserás, y de Ángels Vaquer, en Arens de Lledó, que dejan el sillón a Javier García y Manel Gallén, respectivamente.
Con todos estos cambios, 42 mujeres quedarán al frente de los consistorios provinciales, lo que supone un 17,8%. De ellas, 17 son del Partido Popular, 14 del Partido Aragonés, 10 del Partido Socialista, dos de Compromiso con Aragón y una de Izquierda Unida. Entre ellas está la alcaldesa más joven de España, que es la socialista Susana Traver, de Valjunquera.
Teruel, Andorra y Alcorisa
Si bien es cierto que la capital provincial tiene una mujer al frente (Emma Buj, del Partido Popular), ella era la segunda en la candidatura de su partido, encabezada por Manuel Blasco, que formalizó su dimisión el 1 de febrero de 2016. En lo que se refiere a localidades de gran tamaño, solo Andorra y Alcorisa tienen a mujeres, Sofía Ciércoles, de IU, y Julia Vicente, del PSOE, como regentes.
Para Julio Esteban, presidente Intercomarcal del Partido Aragonés, la mujer del medio rural tiene menor implicación en la política, algo que se debería de solventar porque su papel “es vital”. A juicio de Anabel Gimeno, portavoz de la plataforma Ganar Teruel y responsable de extensión territorial de Izquierda Unida en Aragón, uno de los motivos es que estadísticamente en el medio rural hay menos mujeres que hombres y a ello se suma que en los pueblos todavía perviven estructuras más tradicionales: “Si en general cuesta cambiar los roles, en la sociedad rural aún más”, asevera.
Pese a que la presencia de los inmigrantes es muy relevante en el territorio rural turolense, eso no se ha traducido, por lo menos hasta la fecha, en participación en las elecciones municipales de estos ciudadanos. Solo hay algún ejemplo aislado, como en Fortanete, donde una mujer de origen rumano encabezó la candidatura de Ciudadanos.
Los sueldos
Los sueldos son algo testimonial en los municipios de Teruel. Salvo los de mayor tamaño, como Teruel, Alcañiz y Andorra, apenas hay consistorios en los que se pague a los ediles un salario fijo. En Alcorisa (PSOE) e Híjar (PP) sí hay asignación por dedicación a las tareas municipales, aunque el sueldo lo cobran los tenientes de alcalde porque los alcaldes ocupan además otro cargo político. También hay asignación salarial en Utrillas, donde el alcalde percibe 920 euros y en Castelnou, que es el municipio de menor tamaño (no llega a los 200 habitantes) donde el alcalde tiene asignado un salario que ronda los 1.000 euros. En el resto de los municipios los alcaldes no cobran y solo en algunos –los de menor tamaño ni eso– perciben una pequeña cuantía, de entre 30 y 50 euros, por asistir a los plenos. En algunas localidades sí hay estipuladas toda una serie de remuneraciones por realizar tareas para el bien de la comunidad, como en Cella, donde en la anterior legislatura sí hubo asignación salarial para alcaldesa y teniente de alcalde, pero en la actual se ha eliminado.
http://diariodeteruel.es/2017/06/25/alcaldes-servicio-al-ciudadano-24-horas-esta-pagado-nadie-suele-agradecer-2/
http://diariodeteruel.es/2017/06/26/ser-alcalde-de-pueblo/