Parque eólico de Escucha
La Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes) pide al Gobierno de España que en la nueva subasta de 3.000 megavatios (MW) de energías renovables que anunció ayer el presidente, Mariano Rajoy, reserve un cupo a las empresas que inviertan en las cuencas mineras para favorecer su proceso de reconversión económica.
El Gobierno celebrará antes del verano una nueva subasta -la tercera en año y medio tras la moratoria- para adjudicar otros 3.000 MW de nueva capacidad renovable para proyectos de instalaciones de tecnología eólica y fotovoltaica, según anunció ayer Rajoy durante la inauguración del proceso de participación para la nueva Ley de cambio climático y transición energética.
Tras conocer el anuncio, la organización ecologista Ecodes propuso que la Administración derive un porcentaje de estos proyectos a las cuencas mineras “en un momento en el que Enel ha manifestado su intención de no realizar las inversiones necesarias en las centrales térmicas de Andorra y Compostilla (León), lo que llevará al cierre en 2020”.
Con este anuncio, manifiesta Ecodes en una nota, “ha resurgido con fuerza la necesidad de poner en marcha, de forma urgente, un plan de reconversión en esas zonas que desarrolle un modelo económico sostenible”.
Esta propuesta va en sintonía con los planes del Gobierno de Aragón, que en febrero declaró de interés autonómico los proyectos de energías renovables que se instalen en las comarcas mineras para generar actividades económicas alternativas al carbón.
Esta declaración -que viene a reducir a la mitad todos los trámites vinculados a la ejecución y desarrollo de los proyectos en las administraciones públicas aragonesas- también beneficiará a los proyectos adjudicatarios de la subasta estatal que tramite la Comunidad (parques de potencia igual o inferior a 50 MW).
“Establecer un cupo para las empresas que inviertan en estas zonas puede suponer un importante apoyo en ese proceso de reconversión en clave de sostenibilidad y de energías limpias”, prosigue el comunicado de Ecodes.
“Este tipo de apuestas serían coherentes con la nueva Ley de cambio climático y transición energética y ayudarían a cumplir con el acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, concluye la fundación.
20% en 2020
Rajoy explicó que ya se han iniciado los trámites para poner en marcha esta nueva puja y, de hecho, el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital tiene ya un borrador de real decreto.
El presidente añadió que el Gobierno espera que, al igual que ocurrió en la subasta celebrada la semana pasada, que se saldó sin primas a la inversión por los descuentos máximos ofrecidos por los adjudicatarios, no tenga "coste añadido para el consumidor".
Según explicó el Ministerio en una nota, en la nueva subasta sólo podrán participar proyectos eólicos y fotovoltaicos, y la adjudicación se hará a los que sean más eficientes en costes.
El borrador de decreto, que será tramitado con carácter de urgencia, indica que esta nueva subasta se celebra por el reducido plazo que hay para alcanzar los objetivos comunitarios de que en 2020 el 20% del suministro energético del país venga a través de fuentes renovables, así como por el importante volumen de potencia ofertada que no se pudo adjudicar en la subasta del 17 de mayo, donde hubo peticiones por el triple de los 3.000 MW repartidos.
Además, Energía explicó que ha decidido centrar la convocatoria en las tecnologías eólica y fotovoltaica porque el volumen de potencia que se quedó fuera de la adjudicación es susceptible de ponerse en marcha y obtener megavatios en la puja les aseguraría un marco retributivo que les facilitaría la obtención de financiación.
Del resto de las tecnologías, entre las que se encuentra la biomasa, el volumen que quedó fuera de las adjudicaciones es más pequeño, según se indica en el borrador de real decreto para convocar la próxima subasta, que será la tercera que celebre el Gobierno después de la moratoria que aprobó a principios de 2013 a la concesión de ayudas a nuevas plantas de renovables.
En la primera, que tuvo lugar en enero de 2016, se adjudicaron 700 MW (500 MW de eólica y 200 MW de fotovoltaica), mientras que la segunda -sin cupos por tecnologías- repartió 3.000 MW.
Los proyectos de energía eólica acapararon la mayor parte de los megavatios por los que se pujó, al obtener 2.979 MW del total, frente al poco más de un megavatio que lograron los de fotovoltaica y los 20 MW que fueron a parar a otras tecnologías de generación renovable.
Apuestan por Aragón
En la última subasta, la empresa aragonesa Forestalia se adjudicó 1.200 MW, mientras que otra compañía regional, el grupo Brial, obtuvo 237,5 MW.
Las adjudicatarias deben tener en producción sus parques eólicos a finales de 2019, por lo que el revulsivo económico será inmediato, tanto por el empleo generado durante las obras como en el posterior mantenimiento y explotación durante los 25 años de concesión.
Ambas empresas han confirmado que distribuirán sus aerogeneradores por las tres provincias aragonesas, aunque no han desvelado la ubicación exacta. También invertirán en Aragón el resto de empresas adjudicatarias de la última subasta, como Gas Natural, Enel Green Power España -del grupo empresarial propietario de la térmica- y Siemens Gamesa. Todas ellas valoran la agilidad del Gobierno de Aragón en la tramitación de los proyectos y la reducción a la mitad de los plazos administrativos.