Dos espectaculares maquetas de barcos históricos de 2,20 y 3 metros de largo respectivamente forman parte ya de la colección permanente que se exhibe en el Museo de Valderrobres. Los modelos, que representan dos grandes embarcaciones del siglo XVIII, han sido realizadas y donadas gratuitamente por el vecino de Ráfales Manuel Sánchez Tallada, y se suman a la colección de trabajos realizados por artesanos y artistas de la Comarca del Matarraña que pertenecen a los fondos permanentes de este espacio expositivo.
El primero de los barcos expuestos es una réplica del Duc de Duras, rebautizado después como Bonhomme Richard. Fue construido en los astilleros de Lorient, en la región francesa de Bretaña, en 1765. Medía 47 metros de eslora y 11,91 metros de manga. La espectacular maqueta está realizada a escala 1:24, y mide 3 metros de largo, 1 de ancho y 2,30 de alto.
El barco fue diseñado por el ingeniero naval francés Antoine Groignard con el objetivo de desempeñar un doble papel de mercante en tiempos de paz o de barco de combate en tiempos de guerra. El gobierno francés lo cedió a los norteamericanos para luchar por su independencia contra Gran Bretaña, siendo capitaneado por el escocés John Paul Jones. El navió fue el vencedor de uno de los combates navales más famosos de la historia de la independencia de Estados Unidos, contra la fragata inglesa HMS Serapis, en Flamborouhg Head, al Nordeste de Inglaterra, en 1779. Sin embargo el Bonhomme Richard se incendió durante esa batalla y acabó hundiéndose, sin que sus restos se hayan localizado todavía.
La maqueta está totalmente forrada en madera de peral, salvo el lado de babor donde se han practicado varias aperturas para poder apreciar su interior. Todas sus partes de color negro están realizadas con madera de ébano y el forrado del casco lleva todos los clavos que llevaría el original para cada traca y cuaderna. Las cubiertas están parcialmente forradas para poder acceder visualmente al interior. Las ruedas y la pala del timón están conectados con el mismo mecanismo del barco real y son operativos. Los mástiles, las vergas y los 56 cañones son de madera de haya y van dotados de todo su aparejo. Las velas son de algodón crudo y llevan todos los refuerzos y los paños cosidos según los planos. Los cabos (cuerdas) están al completo y Manuel Sánchez Tallada ha mantenido escrupulosamente la escala en todos los calibres y grosores.
El otro modelo representa un navío de guerra de 74 cañones prototípico, a partir de unos planos diseñados por el francés Jean Boudriot en 1780. Este tipo de navíos fueron la más representativa expresión del arte de la arquitectura naval y formaron la espina dorsal de todas las flotas y del poder marítimo de las naciones. Mediría 55,76 metros de eslora y 14,30 de manga. La maqueta está realizada a escala 1:36 y mide 2,20 metros de longitud, 1,80 de altura y 0,85 de ancho.
La maqueta está realizada en madera de roble, haya y boj. Por estribor está parcialmente forrada de madera, mostrando todas las cuadernas y cañones.
Diversas partes del barco pueden desmontarse dejando al descubierto la cámara del capitán y diversas partes del interior del navío.