El arte rupestre tiene todavía mucho que decir. Las nuevas técnicas de tratamiento digital de imagen, la fotogrametría, la fotografía gigapíxel y los escanéos en tres dimensiones (3D) están destapando un mundo hasta ahora desconocido para los investigadores. El equipo de trabajo que investiga, documenta y caracteriza los grabados del abrigo Cañada de Marco -en el Parque Cultural del río Martín- acaba de descubrir que una buena parte de las pinturas asociadas a éstos están superpuestas, es decir, que los grabados del friso de Alcaine son o coetáneos en el tiempo a las pinturas rupestres levantinas o anteriores, pero no posteriores. Algunos de los arqueólogos implicados en la investigación y consultados por este periódico apuntan a que estamos ante un nuevo estilo de arte rupestre, de grabados asociados con pinturas levantinas o a una manifestación de arte rupestre anterior al arte levantino.
Los grabados de Alcaine se conocían desde los años 90, cuando fueron reconocidos y calcados por el profesor Antonio Beltrán y el director del Parque Cultural del río Martín, José Royo Lasarte. Pero no había entonces técnicas que permitieron profundizar más en ellos como ahora han podido hacerlo los investigadores que han retomado el estudio del abrigo de Alcaine. Han descubierto más grabados de los documentados en 1995, y también que buena parte de ellos son anteriores a las pinturas rupestres, que fueron superpuestas sobre éstos en un tiempo posterior.
La tecnología digital ha permitido diferenciar en los paneles rocosos de Alcaine dos tipos de figuras, unas de tendencia naturalista y otras esquemáticas. La investigación, que sigue, ha de determinar la antigüedad de los grabados infrapuestos y si se corresponden a dos momentos históricos distintos. En cualquier caso, se trataría de un nuevo estilo de arte rupestre anterior al levantino o al menos una manifestación asociada al levantino hasta ahora desconocida.
Queda mucho por delante por investigar, afirmó José Ignacio Royo, arqueólogo de la dirección general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, uno de los mayores expertos en arte rupestre en el mundo y director del Inventario de Arte Rupestre de Aragón. Sin menospreciar los grabados superpuestos a las pinturas, la investigación se concentra en los infrapuestos. Su antigüedad es una incógnita.
Las de los grabados "no son figuras del mismo estilo que las levantinas, sino distintas, que a veces no se completan o que están más estilizadas", señaló Royo. En algunos lugares de la Península Ibérica se dan este mismo tipo de grabados y "hay investigadores que los datan en los periodos finales del Paleolítico". En este sentido, el arqueólogo afirmó que "sin tener todavía la seguridad absoluta, la hipótesis con la que se trabaja es que estamos ante una técnica de arte asociada al levantino coetánea o previa a éste".
[caption id="attachment_87104" align="aligncenter" width="660"] Panorámica del abrigo[/caption]Las figuras grabadas recuerdan a la pintura levantina, pero por esas diferencias señaladas por Royo también tiene similitudes con conjuntos de grabados como los del Barranco Hondo de Castellote o a algunos documentados en el occidente de la Península y sur de Europa.
Están realizados con trazos muy finos que se repiten para generar lineas de mayor calibre. Los trazos finos formaron un relleno lineal estriado en el interior de las figuras, una técnica muy común del arte levantino para rellenar el cuerpo de animales y humanos. La microfotografía ha permitido descubrir que estos grabados constituyen la fase más antigua de Cañada Marco, con pinturas realizadas sobre grabados que llenaron los surcos incisos.
Según el experto en arte rupestre, "es difícil calendar cuánto tiempo ha pasado entre la realización de los grabados y las pinturas". Sólo con la técnica del carbono 14 de las capas de oxalatos podríamos conseguir esa información". Ésta es una analítica cara que no siempre se puede llevar a cabo, aunque, añadió, "se puede intentar".
En cualquier caso, José Ignacio Royo resaltó la relevancia del descubrimiento y lo comparó a "como cuando se descubrió un nuevo arte rupestre de la Edad del Hierro en España”.
Este estilo sería "más generalizado de lo que nos pensamos", según el experto. El descubrimiento de esta nueva manifestación de arte ha llevado al equipo de investigadores liderado por Juan Francisco Ruiz López, Olivia Rivero Vila y José Royo Lasarte a realizar una revisión de los abrigos de arte rupestre levantino del Parque Cultural del río Martín y en el transcurso de ésta han encontrado el mismo tipo de manifestación en el abrigo de "Los borriquitos" de Alacón, en el barranco del Mortero. Esta comprobación ha disparado las expectativas de los investigadores, que ya han involucrado en el trabajo a nuevos expertos.
Esta manifestación de arte estaría asociada “al proceso de cambio y transformación de los pueblos cazadores recolectores con pueblos agrícolas y ganaderos", apuntó el arqueólogo de la dirección general de Cultura y Patrimonio, quien destacó su posible relación con grabados localizados en una zona comprendida entre las provincias de Teruel y Castellón. Podría ser un mismo pueblo, porque “hay que tener en cuenta que no eran sedentarios, se movían mucho y cada día podían desplazarse 20 o 30 kilómetros para cazar".
Sobreposición de pinturas rupestres sobre los grabados
[caption id="attachment_87098" align="aligncenter" width="630"] Grabado de un ciervo co pintura superpuesta[/caption]Otros grabados de estilo levantino en la provincia se encuentran en el Barranco Hondo de Castellote, pero la diferencia entre éstos y los de Cañada de Marco de Alcaine reside en que en los del Parque Cultural del río Martín aparecen pinturas rupestre superpuestas, lo que significa que fueron realizadas después. Para estudiar su antigüedad, realizarán un análisis de los oxalatos, mediante técnica de Carbono 14. Si es posible aplicarla, sabrán cuánto tiempo pasó entre la realización de los grabados y las pinturas.