Diego de Marcilla cayó ayer fulminado ante cientos de espectadores que siguieron la representación en la plaza el Torico en la escena más esperada de la jornada por los turolenses y por los muchos visitantes que llegaron a la ciudad con motivo de Las Bodas de Isabel. Murió “ni en contienda ni en batalla, en Teruel y a las puertas del cielo”, las de la casa de su amada.