El duodécimo Ciclo de Órgano de la Comarca del Matarraña concluyó ayer con éxito de asistencia. Unas 400 personas han pasado por las iglesias de Fuentespalda y Monroyo para escuchar las interpretaciones de Susana Lastra y Jesús Sampedro, que durante dos fines de semana han desempolvado los míticos instrumentos
Doce años de trayectoria han hecho que este ciclo se convierta en una cita imprescindible del verano matarrañense. "Empezamos en 2005 para valorizar el patrimonio que tiene la comarca", pues contaba con "dos órganos históricos" que lucían restaurados pero que apenas tenían uso, explicó la coordinadora del ciclo, Margarita Celma. Y es que "los instrumentos hay que tocarlos" para disfrutarlos y para garantizarles un correcto mantenimiento, razonó.
Con el paso de los años "el público ha crecido" porque "a la gente le gusta" este tipo de música. Poco a poco "empiezan a entender el repertorio", dijo la responsable del certamen.
Si bien "puede ser un instrumento que de inicio no atraiga", una vez entras al concierto "compruebas que es un gran instrumento", aseguró Celma. "Es una música muy interesante, a la vez que desconocida. Hay que saber quererla y hacerle una revisión", propuso la responsable.
El público del ciclo es muy variado y va desde vecinos sin formación musical hasta estudiantes de música, pasando por artistas residentes en el Matarraña o público entendido procedente de la comarca o de localidades cercanas como Morella o Tortosa
El profesor de Órgano del Conservatorio de Málaga, Jesús Sampedro, fue el encargado de tocar ayer el órgano de Monroyo dentro de la Semana Cultural de la localidad. Ofreció un repertorio con temas del Renacimiento y del Barroco especialmente seleccionadas para este instrumento.
"Siempre hacemos un concierto para órgano solo y otro de grupo", explicó Celma. En esta ocasión, tocaba solista en Monroyo, mientras que el 31 de julio la organista asturiana Susana García actuó acompañada del barítono Toni Marsol.
Dos siglos les separan
"Cada órgano es un mundo y en la comarca tenemos dos de épocas diferentes", lo cual "se nota en la construcción" y ello se traduce en distintos registros, sonoridad o afinación, lo que requiere de repertorios distintos
El órgano de Fuentespalda fue construido alrededor de 1680. Se desconoce su autor, pero una inscripción en la parte superior indica el nombre de Jusepe Pasos, posiblemente el tallista que realizó la caja. En 1704 Francisco Turull reformó el instrumento, ampliándolo. A finales de los años 50 quedó fuera de uso. Actualmente está completamente restaurado. En la rehabilitación, que empezó en 1993 -se inauguró oficialmente en 1997-, se respetó la evolución morfológica del instrumento.
El órgano de Monroyo fue construido en Belmonte de San José en 1887. Es un instrumento de clásica composición hispánica con la pirámide sonora de principales y sus dos juegos completos de lengüetería. Posee una caja de bellas proporciones y una armoniosa distribución de los tubos de fachada, y es testimonio de la obra más importante de Francisco Zurita. Tiene una inscripción: "Construido en Belmonte en el año 1877, por Francisco Zurita y Luciano Zurita. Parte de este instrumento fue costeado por la población y lo restante por la Iglesia". Fue restaurado en 2003 por el organero Ricardo Miravet
Al margen del ciclo de órgano, en Fuentespalda la música de órgano es un componente habitual de las celebraciones religiosas. Lo suele tocar Dalmacio Albesa. En Monroyo se toca en contadas ocasiones, solo para fiestas mayores.
De forma anual, la Comarca organiza una jornada de sensibilización hacia el órgano en la que los estudiantes de ESO del IES de Valderrobres visitan Monroyo y Fuentespalda para conocer sus patrimoniales instrumentos.
Autor:Redacción / Alcañiz