Las obras de restauración de las fachadas y cubiertas inferiores de la catedral de Teruel comenzaron ayer, prácticamente solapándose con los trabajos de desmontaje de la infraestructura de Las Bodas de Isabel. Y es que las actuaciones tendrán que desarrollarse contra reloj, no solo porque deben estar concluidas el próximo 30 de septiembre, fecha límite para justificar la ejecución de la subvención de 1,6 millones del Fondo de Inversiones de Teruel de 2015 con la que se financiarán, sino también porque la portada principal tendrá que estar despejada para los actos de Semana Santa, dentro de un mes.
La rapidez que exigen estos condicionantes ha llevado a iniciar la intervención con tres actuaciones que se realizan de forma paralela: la restauración de la portada, el desmantelamiento de la cubierta para su posterior recuperación en la zona que recae a la plaza de la Marquesa y la ejecución de catas arqueológicas en siete puntos, según explicó el arquitecto Joaquín Andrés, redactor tanto del proyecto de esta obra como del Plan Director de la Catedral de Teruel, en el que se inscribe.
"Esta misma mañana han empezado a colocar el andamio en la puerta principal y a desmontar la cubierta en la plaza de la Marquesa. También se van a iniciar las catas arqueológicas", comentó ayer.
Tener la obra terminada el 30 de septiembre "es un objetivo exigente", según reconoció, y por eso "se va a trabajar en varios puntos a la vez". La contratista principal es Construcciones López Corella SL, que a su vez contará con empresas dedicadas a cerrajería, andamiaje y otras especialidades requeridas en la intervención integral que se va a realizar.
Premura
Por ahora, la actuación más urgente es la de la portada, porque "de aquí a Pascua tiene que estar liberada". Tras el montaje de los andamios, se iniciará la reparación de las cubiertas de esta zona y, una vez concluida, se retirarán las estructuras para que la catedral sea accesible por este punto en Semana Santa.
Quedará para después de las celebraciones religiosas la restauración de la reja del acceso principal al templo, instalada por Matías Abad a principios del siglo XX. Aunque se acondicionó en 2005, necesita una nueva intervención que seguramente se encargará a la Fundación Santa María de Albarracín.
En la plaza de la Marquesa se inició el desmontaje de una primera zona de cubierta, en este caso sin necesidad de andamios porque se empleó una grúa móvil.
Joaquín Andrés comentó que también estaba previsto comenzar las catas arqueológicas de las que se encargará Javier Ibáñez, que también colaboró en la redacción del Plan Director de la Catedral aprobado en 1999. Se llevarán a cabo en siete zonas, la más sensible la que recae a la calle Santa Emerenciana porque en este punto se supone que pueden estar los restos del antiguo claustro.
Con esta obra se retoma la restauración del templo definida en el Plan Director casi siete años después de que concluyera la anterior actuación, centrada en el cimborrio y las cubiertas central y laterales.
Esta segunda fase permitirá renovar una superficie de unos 3.700 metros cuadrados entre fachadas y cubiertas y mejorará sustancialmente la imagen exterior del templo, actualmente muy deteriorada por los desconchones, las manchas de humedad y el mal estado de buena parte de los elementos de carpintería.
Las obras, promovidas por el Cabildo Catedralicio y el Obispado de Teruel y Albarracín, solucionarán también los problemas de humedades y goteras en las cubiertas inferiores. Tras la retirada manual de las tejas, que se limpiarán para su posterior reutilización, se instalarán placas de onduline para impermeabilizar el tejado, se restaurarán los aleros y los elementos de madera, a los que se aplicarán tratamientos contra xilófagos.
También se realizará manualmente el picado de los recubrimientos y revoques de los muros exteriores de la catedral, donde, tras la reparación de grietas y otras deficiencias, se aplicarán nuevos revocos acordes con cada una de las zonas del templo.
Autor:EVA RON / Teruel