Los celadinos han vuelto al siglo XIV para conmemorar la ilustre visita que recibió el pueblo el 22 de julio de 1348. La plaza del Castillo, actual ayuntamiento, se llenó de banderas y aparejos del mundo rural medieval. Los vecinos se ataviaron con sus trajes de gala del medievo para participar y vivir este momento histórico a través de una representación teatral interpretada por jóvenes y mayores de la localidad que han tenido verdadero interés en recuperar hechos relevantes de la historia local, según se explica en un comunicado de prensa
La tarde del 22 de julio de 1348 el rey Pedro IV de Aragón, volvía de Valencia, otro de sus reinos, donde desde primavera negociaba con su hermano Fernando para intentar llevarlo a su causa. Huía de la peste negra que, a consecuencia de las muertes provocadas por la guerra civil librada, se extendía como la pólvora de la costa hacia el interior del territorio aragonés
Intentado librarse de la epidemia, evitó pernoctar en Teruel y decidió hacerlo en el castillo celadino. Su señor le recibió en esta construcción gótica, hecha con sillería que tiene un alero de estilo aragonés
Doble puerta
La fachada de la construcción tiene una doble puerta de arco apuntado en el centro que está flanqueada por dos ventanas adinteladas y dos torres con almenas. El rey aragonés llegó a la localidad turolense a lomos de caballo junto a su mujer, la reina Leonor de Portugal, quien se encontraba sofocada. A través de la recreación teatral que se llevó a cabo en Celadas, los asistentes a la misma pudieron tomar contacto y conocer que el rey sospechaba ya que su esposa estaba enferma de la peste, y de hecho falleció ese mismo año por la enfermedad
Además de la representación se mostraron utensilios propios del trabajo en el campo y el textil, una demostración de la cocción cerámica de técnica Rakú, un mercadillo medieval y posterior cena en los alrededores del castillo. La noche culminó con un toro embolao al estilo medieval y discomóvil
Conmemoración
Esta conmemoración, que debido al éxito suscitado entre vecinos y visitantes persigue repetirse en más ocasiones, es una excusa para acercarse a esta localidad situada a 18 kilómetros de Teruel y contemplar a su vez su riqueza patrimonial. No pueden perderse la Iglesia parroquial de Santo Domingo de Silos, una obra gótico-renacentista de la segunda mitad del siglo XVI o su fuente vieja, proyectada por el destacado ingeniero hidráulico del siglo XVI, Pierres Vedel que logró salvar el desnivel para llevar el agua de una zona baja a otra, construyendo la fuente a un nivel inferior al del suelo
Autor:Redacción / Teruel