La segunda mitad del año 2015 ha estado marcada por la excelente campaña que vienen desarrollando el CD Teruel y el Andorra CF. Los dos máximos representantes del fútbol provincial mantienen desde el inicio de la actual temporada una dura pugna con el Deportivo Aragón por el título de la Tercera División. Ambos conjuntos cerraban el mes de diciembre empatados a puntos, en la segunda y tercera posición, aunque los pupilos de Néstor Pérez recuperaron el primer puesto en la primera jornada de 2016.
Desde que se cerró el ejercicio 14-15 ambos conjuntos manifestaron su intención de mejorar los resultados obtenidos de cara al siguiente ejercicio. Luchar por el título y acceder a la promoción eran las metas que se autoexigían los protagonistas.
Y desde agosto ambos se han puesto manos a la obra.
Néstor Pérez encabezó por tercera vez el proyecto rojillo. El técnico dispuso desde el principio de una plantilla amplia de futbolistas muy contrastados, salpicada de algunas de las mejores promesas que ofrecía el mercado aragonés.
El propio entrenador se encargó desde el principio de anunciar su intención de optar a conseguir un campeonato liguero que se le escapó por muy poco en los dos años anteriores. Desde el comienzo el equipo por él diseñado se puso manos a la obra.
De hecho, los primeros compromisos como local se resolvieron con resultados abultados y que ilusionaron en gran medida a la afición. Aunque poco a poco la situación se normalizó el equipo no cejó en este empeño. 5-0, al Monzón y al Fraga; y 4-0 al Utebo. Catorce goles obtenidos y ninguno encajado en las tres primeras apariciones delante de su público que hablaban bien a las claras del buen hacer del equipo en ese tramo del campeonato.
El objetivo del liderato siempre ha estado a su alcance. Desde que se inició la lucha el equipo acumuló dieciocho partidos de liga resueltos con 12 triunfos y 6 empates. Una racha que le dejaba en la segunda posición de la liga, a tan solo dos puntos del líder Aragón, con quién forma el grupo de dos conjuntos nacionales que no han conocido la derrota desde el inicio del campeonato.
Los objetivos del Andorra CF para este ejercicio eran tan solo un poco más modestos. La directiva de José Luis Burgos encargó por tercer año el proyecto minero a Moisés Gutiérrez. La consigna autoimpuesta por el preparador era disponer de un bloque de futbolistas que mejorase el quinto puesto del año anterior.
Para ello renovó a una buena parte de los jugadores ya conocidos por los aficionados del Juan Antonio Endeiza. Los refuerzos llegaron en forma de alternativas para una vanguardia escasa en productividad hasta ese momento.
Desde el inicio la plantilla se mostró como un bloque sólido y solidario, muy del estilo que le gusta a su técnico. El equipo es capaz de amargar la vida a cualquier enemigo que tiene enfrente y los resultados acompañan a sus planteamientos. Sólidos ante sus seguidores donde únicamente fue capaz de ganar el CD Teruel y eficaces como visitantes el Andorra Cf llegó al final del 2015 con el mismo número de puntos que el equipo de la capital.
Pero, en este caso, la felicidad no resultó completa. Los problemas económicos que arrastra el club desde su última estancia en Segunda B ensombrecieron un final de año apoteósico para sus intereses.
Autor:Ismael Ramón Teruel