El fiasco de las dos últimas corridas de toros de las Fiestas del Pilar de Calanda han llevado al Ayuntamiento a modificar la fórmula de gestión de la plaza. En octubre de 2015 fue un cambio repentino en el cartel lo que dejó a los aficionados con mal sabor de boca, y el año pasado la suspensión del festejo después de que lloviera unos minutos. Aquello provocó un enorme enfado entre quienes habían pagado su entrada, que exigieron, sin éxito, la salida de los diestros para realizar su faena.
El Ayuntamiento ha decidido no sacar a concurso la plaza y opta por una fórmula de contratación directa del festejo, pero con la intermediación de un "asesor taurino". La propuesta la trasladó a la Corporación municipal el concejal delegado de Festejos, Raúl Campoy, después de la pérdida de confianza en la gestión privada del coso calandino durante las dos últimas ediciones de las Fiestas del Pilar.
El planteamiento pasa por la contratación "de un especialista que se encargará de darnos las indicaciones sobre toreros y ganaderías, y que redactará todos los contratos de la Feria. El Ayuntamiento sólo tendrá que firmar", explicó el alcalde, José Ramón Ibáñez. El consistorio quiere evitar que ocurra "como el año pasado, cuando la corrida se suspendió cuando apenas habían caído cuatro gotas; o como m 2015, cuando estaban anunciados unos toreros y aparecieron otros que, por otra parte, hicieron una muy buena faena", valoró.
La contratación de una corrida de toros es "un asunto complejo", según el regidor, porque "lleva aparejada la realización de unos 15 o 20 contratos”.?En este sentido, dijo, “no sólo son los toreros y sus cuadrillas, sino los médicos, ambulancias, el arreglo de la plaza, etc". De algunas de estas tareas se encargará el Ayuntamiento de manera directa. El objetivo de asumir esta responsabilidad es que el festejo se celebre conforme a las expectativas, sin cambios de última hora.
El cambio en la contratación de los festejos taurinos ha llevado al Ayuntamiento de Calanda a realizar una modificación presupuestaria que incorporará en el capítulo de ingresos unos 48.000 euros, según Ibáñez, y 18.000 en gastos, como en ediciones anteriores.