El fiasco de las dos últimas corridas de toros de las Fiestas del Pilar de Calanda han llevado al Ayuntamiento a modificar la fórmula de gestión de la plaza. En octubre de 2015 fue un cambio repentino en el cartel lo que dejó a los aficionados con mal sabor de boca, y el año pasado la suspensión del festejo después de que lloviera unos minutos. Aquello provocó un enorme enfado entre quienes habían pagado su entrada, que exigieron, sin éxito, la salida de los diestros para realizar su faena.
El Ayuntamiento ha decidido no sacar a concurso la plaza y opta por una fórmula de contratación directa del festejo, pero con la intermediación de un "asesor taurino". La propuesta la trasladó a la Corporación municipal el concejal delegado de Festejos, Raúl Campoy, después de la pérdida de confianza en la gestión privada del coso calandino durante las dos últimas ediciones de las Fiestas del Pilar.
(Más información en la edición en papel del 21 de junio de 2017)