Caja Rural de Teruel consiguió sortear 2015, un año con un entorno bancario y provincial "excesivamente complejo" con unas cifras "más que dignas", que han permitido sanear una morosidad "excesiva". Así lo explicó ayer el director general, José Antonio Pérez Cebrián. La entidad consiguió un margen de explotación de 30 millones de euros, que posibilitará destinar 24,6 millones al saneamiento de la morosidad y dar un beneficio bruto de 5,4 millones, una cifra similar a los 6,27 de 2014 y a los 4,54 de 2013.
Estas cifras fueron las más destacadas del informe económico que fue aprobado ayer en la asamblea general celebrada en el Palacio de Exposiciones de Teruel, en la que estuvieron presentes 257 socios y representados 2.335, lo que supone el 11,13% del total (20.973, 672 más que un año antes). En capital, estuvo presente 2.333168,65 millones y representado 28.687.196,95.
Durante la asamblea también se llevó a cabo la renovación del Consejo Rector, en el que cesaron Lucía Solanas y Jorge Sanz. Ambos fueron sustituidos por el zaragozano Fernando Marcén, que fue durante ocho año presidente de Cooperativas Agroalimentarias de España, y Santiago Izquierdo, gerente de la cooperativa Frutos Secos Alcañiz.
Margen de negocio
Aunque el margen de explotación pasó de 53 a 30 millones, las plusvalías de la deuda se redujeron en 33,7 millones, y este margen sin deuda fue de 22 millones frente a los 11,4 de 2014 -la mejor cifra de la historia- con lo que el margen de negocio mejoró en 10,5 millones, prácticamente un 100%.
El beneficio neto se situó en 4,3 millones, frente a los 5,2 conseguidos el año anterior, un 17,77% menos. De ellos, 3 irán destinados a incrementar sus reservas, reforzando aún más sus recursos propios, 1,4, a retribuir las aportaciones al capital de sus socios, y medio millón al Fondo de Educación, Promoción y Obras Sociales (FEB).
Estos resultados han permitido asimismo pagar los intereses de las aportaciones al 2% y llevar a reservas 3 millones de euros frente a los 2,6 de 2014, situando los recursos propios en 119 millones de euros (con un incremento de 5 millones), incluidos los 3 millones de ampliación de capital desembolsados recientemente.
"Los fondos propios son en estos momentos fundamentales para el devenir de la caja, y sería importante que en los próximos años los incrementáramos en 6 millones anuales, 3 de capital y 3 de reservas, como mínimo", indicó el presidente de Caja Rural de Teruel, Jerónimo Carceller.
En cuanto al balance, creció en 96,233 millones, lo que supone un 7,88% hasta los 1.317,419 millones. El ratio de solvencia fue del 11,53% frente al 11,07% de 2014, muy superior al 8% exigido por la Unión Europea y al 10,5% del Banco de España. "Estamos pues satisfechos pero sin autocomplacencia pues es conveniente que este ratio siga siendo igual o superior en el futuro", puntualizó Carceller.
El margen financiero creció en 8,4 millones, un 38,65%, cifra que fue calificada de "excelente".
La inversión crediticia superó los 870 millones de euros, una cantidad muy similar a la de los dos ejercicios anteriores.
El ratio de morosidad sufrió un nuevo incremento, hasta el 22,41%. Los gestores de la entidad se mostraron "muy insatisfechos" con la evolución de la morosidad y de los adjudicados (que superan los 216 millones de euros).
"Todos las cifras son excelentes, excepto las de morosidad, pero esas no dependen tanto de nuestra gestión como del entorno económico, marcado en la provincia de Teruel durante los dos últimos años por el incremento del cierre de empresas y del paro", argumentó Pérez Cebrián.
"No hemos conseguido los objetivos que pretendíamos, lo que viene a decir que la calidad de nuestra clientela o su morosidad no es la más adecuada y deberemos repensar en serio la política crediticia futura y los sistemas de gestión", indicó.
"Caja Rural de Teruel y toda la plantilla debe centrarse casi en exclusividad en la gestión de la morosidad y los adjudicados, con el fin de llevar las cifras de morosidad a niveles adecuados y empezar a evitar dotaciones en el futuro", añadió.
La entidad también mejoró su ratio de capital principal del 11,07% al 11,07%, superando claramente el 9% exigido.
El ratio de eficiencia alcanzó el 35,73%, lo que mantiene a Caja Rural de Teruel entre las entidades más eficientes del país desde hace cuatro años.
Por otro lado, la cooperativa de crédito contaba a 30 de septiembre de 2015 con una cuota de mercado del 24,86% frente al 24,40% de diciembre de 2014, y en créditos del 38,48% frente al 36,74%. El número de oficinas se mantuvo en 70, y su cuota en la provincia es del 36,36% frente al 34,62 de 2014.
"Esto significa que 1 de cada 3 euros depositados en cuentas y depósitos bancarios en la provincia se encuentran en Caja Rural de Teruel", aclaró Pérez Cebrián.
Los recursos totales gestionados de clientes alcanzaron los 1.261,575 millones, 47,247 millones más, lo que supone un crecimiento del 3,89%.
La banca electrónica
La entidad gestionó en 2015 54.455 tarjetas de pago, 3.231 más que el año anterior, y 1.681 terminales de punto de venta (TPVS), 189 más.
Pérez Cebrián constató que el número de operaciones realizadas a través de los dispositivos electrónicos es cada vez mayor y señaló que uno de los objetivos de la entidad es incrementar aún más el peso de la banca electrónica en la actividad de Caja Rural.
Autor:Alicia Royo / Teruel