Buena parte de las 7.300 hectáreas que ardieron en el incendio de Aliaga-Ejulve del año 2009 eran de frondoso pinar. Había sido plantado por el hombre para ser usado en las minas y supuso un combustible de excepción que imposibilitó frenar las llamas. Este error no se volverá a cometer porque ahora los especialistas plantean usar especies autóctonas más austeras con el agua y más resilientes al fuego plantadas en manchas, de forma que no sea una masa continua. Además en algunas zonas se están empleando árboles con micorriza de trufa con el fin de darle un valor añadido al monte. De momento se han plantado 30 hectáreas a través del proyecto Plantando Agua, impulsado por Coca-Cola –empresa que gestiona la planta embotelladora de Aquabona en Cañizar– y Ecodes (Fundación Ecología y Desarrollo)
Esta cifra está lejos de las que ardieron pero es el primer paso para una recuperación que en cualquier caso debe de pasar por las manos del hombre, porque las condiciones climáticas de la zona hacen muy difícil que el monte se pueble de forma natural. "Es una posibilidad de futuro y aunque el proyecto es incipiente, ha supuesto una esperanza, reconoce Mariano Sancho, que es uno de los organizadores de las jornadas ambientales que ayer se desarrollaron para dar a conocer el proyecto
Sancho fue uno de los impulsores de las charlas de ayer, que han contado con el apoyo del Ayuntamiento, y el objetivo era mostrar los avances de la iniciativa. En estas jornadas ambientales la responsable de Relaciones Públicas de Ecodes, Chus Sanz, explicó los objetivos que se han fijado y la evolución de las actuaciones en Cañizar
De momento se han invertido en la zona 300.000 dólares, una cifra que fluctúa en euros porque se han entregado de forma anual y el cambio varía. El destino del dinero lo fijó la propia población, que en unas jornadas de participación celebradas en 2012 dejó claro que su mayor interés ambiental se centraba en recuperar lo que se quemó tres años atrás
Numeroso público
Ya hay muchos vecinos que conocen el proyecto, cuya fecha de finalización es 2018, pero otros aún no sabían los detalles y por eso más de 120 personas acudieron a las conferencias. Las charlas de ayer se completaron con una ruta en BTT por diferentes zonas del término municipal en la que tomaron parte 130 corredores. Una plantada de árboles para niños y jóvenes pondrá fin a las actividades el próximo día 23 de agosto
El presidente de la Diputación de Teruel, Ramón Millán, asistió a las jornadas de ayer y destacó la importancia que tiene que el sector privado vaya de la mano con el público en materia ambiental. Millán habló del incendio que sacudió el Maestrazgo –donde él reside– en el año 1994 y de cómo el 70% de la superficie ya está totalmente recuperada. "No se adivinaría que hubo un gran incendio, pero a ello contribuyó que acompañó la meteorología al año siguiente y nacieron muchos pinos, tantos que en alguna zona hubo que aclararlos", dijo. Sin embargo, reconoció que un 30% del territorio afectado son zonas con muchas rocas que no han vuelto a tener vegetación.
La segunda de las charlas de ayer la impartió Juan Estrada, director técnico del vivero Inotruf, en Sarrión, quien se ocupó de explicar la historia de la trufa en la zona de Gúdar-Javalambre, desde los años en los que se cazaba a escondidas para evitar la competencia y la revalorización de los montes hasta la implantación del cultivo.
Estrada indicó que el empleo de encina micorrizada con Tuber melanosporum en su vertiente forestal no es habitual en España pero sí existe en otros países como Italia. Reconoció que el problema es económico puesto que de los 60 céntimos que cuesta una Quercus ilex convencional a los 6 euros que hay que pagar por una planta micorrizada hay una gran diferencia. "Aquí se pretende hacer algo intermedio, no llevar a cabo una reforestación de forma indiscriminada sino coger dentro del monte las zonas más adecuadas para este tipo de árboles", dijo
Autor:M. C. A. Teruel