El Gobierno de Aragón acaba de declarar las ‘Alfombras del Santísimo Misterio’ de Aguaviva, que tiene lugar cada 28 de agosto, como Fiesta de Interés Turístico de Aragón, lo que supone la culminación con éxito de un procedimiento iniciado hace año y medio por el Ayuntamiento.
El departamento de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda publicó ayer la resolución mediante la que considera “acreditada” que la celebración de las alfombras de serrín “reúne los requisitos” que regulan las declaraciones de interés turístico de Aragón, pues se trata de “una celebración original”, es “un elemento fundamental de la tradición popular de la localidad que viene celebrándose desde hace varias décadas para conmemorar los sucesos ocurridos en 1475, cuando un incendio destruyó la iglesia del municipio y se produjo el prodigio de los corporales de Aguaviva, dando lugar al denominado ‘Santísimo Misterio”, señala la orden.
Según el decreto que establece las condiciones para obtener la catalogación de Fiesta de Interés Turístico de Aragón, la celebración postulante a este título ha de ser original y contener peculiaridades que la singularicen; debe tener arraigo popular demostrado y activa participación de la población; valor cultural y social; antigüedad suficiente; capacidad de atracción y visitantes y celebrarse de forma periódica en una fecha determinable.
Según la resolución del Ejecutivo, las Alfombras del?Santísimo Misterio reúnen estas condiciones, además de que el Ayuntamiento ha acreditado con “una completa y extensa documentación” que cumple con lo exigido en la normativa. Asimismo, el expediente con el que Aguaviva presentó la solicitud venía acompañado de los informes favorables de la Comarca del Bajo Aragón y de la dirección general de Turismo en los que se constataba que la celebración “forma parte de la tradición de esta localidad, por su antigüedad y continuidad a través del tiempo y la originalidad y diversidad de sus actos, dando lugar a un fenómeno turístico con gran atracción de visitantes”.
Reconocimiento “merecido”
El alcalde de Aguaviva, Aitor Clemente, manifestó su satisfacción por haber conseguido una catalogación para la fiesta de las alfombras de serrín que considera “merecida”. Clemente afirmó que “estamos muy contentos, después de un año y medio de trabajo y del esfuerzo que hemos realizado, pero ahora vemos que ha valido la pena”, añadió. En su opinión, la declaración de Fiestas de Interés Turístico de Aragón “es un reconocimiento más que merecido, porque cumplíamos con todos los requisitos establecidos”. Asimismo, valoró que “el reconocimiento a la singularidad, importancia, valores y arraigo de la fiesta en el pueblo puede ser un revulsivo de promoción y difusión que esperamos nos ayude a conseguir un mayor número de visitantes a partir de ahora”. El alcalde está convencido de ello, pues, según dijo, “nos basamos en la experiencia de otros pueblos cercanos como es Castelserás, donde han notado que el número de visitantes que acude al pueblo por San Sebastián ha crecido mucho desde que la hoguera monumental también fue catalogada con el mismo reconocimiento. Esperamos que a nosotros nos ocurra lo mismo”, dijo.
Testimonios
Conseguir documentación que acredite desde cuándo se realizan alfombras de serrín ha sido lo más complicado para incorporar al expediente. “Conocemos el hecho histórico ocurrido en 1475 y sabíamos por la tradición oral que la realización de alfombras se venía haciendo desde el siglo XIX, según unas fuentes, y desde terminada la guerra civil, según otras. Nosotros no nos hemos decantado por ninguna versión, sino que hemos informado de las diferentes versiones”, apuntó Clemente.
Lo que sí está documentado es que hasta los años 70 del siglo XX se estuvo celebrando y que aquel año se suspendió porque un gran vendaval se llevó todo el serrín. Finalmente, en 1989 la Asociación cultural Caliu recuperó la fiesta de las alfombras hasta hoy. De esta última etapa hay fotografías, videos y mucha documentación de prensa escrita”, explicó el regidor.
Un suceso ocurrido en 1475, según la tradición
Aguaviva conmemora cada 28 de agosto el Santísimo Misterio, unos hechos que según cuenta la tradición ocurrieron en 1475, cuando un incendio destruyó la iglesia y todo lo que había en su interior excepto una partícula del Lignum Crucis. Esa misma leyenda, que recoge la página web del Ayuntamiento, señala que “tras el incendio, el párroco dejó a un niño de guardián de los restos, mientras él iba a recibir al párroco de La Ginebrosa. Entre tanto, tres hombres vestidos de blanco, a los que la tradición identifica como San Pedro, San Pablo y San Lorenzo, entraron en el templo sin que el niño lo pudiera evitar, rescatando Tres Formas Sagradas del incendio”.
La cofradía que se encarga de honrar el acontecimiento se formó el 23 de enero de 1612, y perduró hasta 1904.
El origen de la tradición de alfombrar las calles de Aguaviva está, según algunas fuentes, en el siglo XIX, y según otras a mediados del siglo XX. Lo que sí está documentado es que perduró hasta 1970. Hasta entonces la decoración se hacía con hojas de chopo, y en los últimos años con hojas de chopo y serrín. La Asociación Cultural Caliu volvió a retomar la costumbre del alfombrado en 1989. A partir de entonces, el serrín con el que cubren las calles se tiñe de vivos colore. Se dibujan cenefas y dibujos en el tramo por el que discurre la procesión. Estos dibujos suelen ir relacionados con el tema del Año Internacional que corresponda. La Asociación Cultural Caliu se encarga de organizar y coordinar todas las actividades, mientras que de la realización de los dibujos se sponsabiliza ahora David Valencia, que ha tomado el relevo de su padre Manuel, ya fallecido.
Toda la población de Aguaviva participa en el trabajo de teñir el serrín unos días antes y de dibujar las plantillas en las calles, la noche anterior, para lo que se prepara una chocolatada y rosconetes para endulzar las horas de trabajo. Al día siguiente, desde bien temprano se pone el serrín de colores en los dibujos, para que de esta manera las alfombras estén listas en un tiempo récord. A las 10 de la mañana suele estar el trabajo terminado y listo para que la procesión del Santísimo Misterio, que se celebra tres horas después con la Custodia bajo Palio, pase por las calles.