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Ángel Salvador, hermano de la Sangre, rompe la hora en la plaza de la Catedral de Teruel

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Ángel Salvador Abril, encargado de dar inicio a la rompida de la hora, toma el mazo.

Ángel Salvador Abril, que forma parte de la Hermandad de Nuestra Señora de la Villa Vieja y de la Sangre de Cristo desde su nacimiento hace 86 años, fue el encargado de dar inicio a la rompida de la hora, que tuvo lugar en la plaza de la Catedral al mediodía del Viernes Santo

Ángel Salvador Abril, que forma parte de la Hermandad de Nuestra Señora de la Villa Vieja y de la Sangre de Cristo desde su nacimiento hace 86 años, fue el encargado de dar inicio a la rompida de la hora, que tuvo lugar en la plaza de la Catedral al mediodía del Viernes Santo. En el emotivo acto, estuvo acompañado por familiares y amigos y arropado por los tambores y bombos de las ocho cofradías de Teruel.

Aunque habitualmente es el pregonero el que se encarga de hacer sonar el bombo gigante que fue construido por el artesano José Ubé (fallecido en 2015) para la Junta de Cofradías y Hermandades, este año el profesor Esteban Sarasa Sánchez no pudo hacerlo por motivos personales.

La Junta encomendó la tarea a la hermandad de la Sangre, protagonista este año del cartel anunciador, que decidió que fuera su miembro más antiguo el encargado de iniciar la rompida.

Ángel Salvador Abril forma parte de la hermandad desde la cuna, como ya lo fueron sus antepasados, y hace unos años ya fue nombrado cofrade de honor. Guarda uno de los pocos hábitos que sobrevivieron a la Guerra Civil y que perteneció a su abuelo y recuerda que, en los años que duró el conflicto, muchas familias los escondieron bajo tierra para evitar que fueran quemados.

Salvador Abril trabajó como carpintero en la calle Ayora, y como tal, fue el encargado de confeccionar la peana para la Virgen de la Asunción o Virgen de la Cama, patrona de la hermandad, que recuperó la procesión del 15 de agosto hace 15 años.

El presidente de la hermandad, Manuel Abad, destacó que "no hubo ninguna duda" a la hora de invitar a Ángel Salvador a tomar el mazo para iniciar la rompida de la hora. De él dijo: "Es un hombre sensible y muy buena persona, que siempre ha trabajado activamente en favor de la hermandad".

En el acto estuvo acompañado por familiares y amigos y por numerosos miembros de la hermandad, a cuyos bombos y tambores se unieron los de las siete cofradías de la ciudad.

Después de tocar veinte minutos en la plaza de la Catedral, los grupos de instrumentos se fueron diseminando por las principales calles del centro histórico de Teruel. Fue en ese momento cuando numerosos turolenses y visitantes aprovecharon para tomar el mazo y fotografiarse junto al bombo gigante que construyera José Ubé, artesano que también contó con un emotivo recuerdo en el transcurso del acto.

Autor:A. R. M. / Teruel