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Amantes de Cine se despide hoy en Teruel con uno de los grandes clásicos de Edgar Neville

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Amantes de Cine, el ciclo organizado todos los otoños por la Fundación Amantes, se despide hoy con la proyección de uno de los grandes clásicos del cine español, La torre de los siete jorobados, película de 1944 dirigida por Edgar Neville.

Amantes de Cine, el ciclo organizado todos los otoños por la Fundación Amantes, se despide hoy con la proyección de uno de los grandes clásicos del cine español, La torre de los siete jorobados, película de 1944 dirigida por Edgar Neville. La presentación de la película correrá a cargo del investigador Iván Núñez, que ha trabajado recientemente sobre los vínculos de este cineasta con la capital turolense, ya que estuvo matriculado en el Instituto General y Técnico de Teruel hace justo un siglo.

Edgar Neville es uno de esos personajes de la cultura y del mundo del espectáculo que no parece propio de España porque hizo cosas totalmente atípicas para las que se hacían en esos momentos en nuestro país. Ese es el caso de la película La torre de los siete jorobados, un filme inclasificable que bebe de diferentes géneros y que atrapa al espectador desde el primer fotograma.

Se trata de una película que vista hoy parece más que hubiese sido rodada en Estados Unidos que en España, por su factura, su originalidad y su puesta en escena totalmente acorde con el cine que en aquellos años se hacía en Hollywood. Y?no es de extrañar que así fuera porque Neville fue uno de los cineastas que a finales de los años 20 del pasado siglo viajó a California para trabajar en la naciente industria del cine, y que acabó filmando dobles versiones para aportar después al cine español todos sus conocimientos en el séptimo arte. Una aportación de la que muchos cineastas mediocres de la posguerra hicieron caso omiso.

Por ese motivo las películas de Neville son completamente diferentes a lo que uno podía imaginarse que pudiera hacerse en España en los tiempos de la autarquía, como es el caso de La torre de los siete jorobados.

La acción de esta película se desarrolla en el Madrid castizo de finales del siglo XIX, cuando el enigmático fantasma del doctor Mantua revela al joven Basilio la existencia de una ciudad subterránea en la que habitan decenas de siniestros jorobados dedicados a actividades criminales.

Basilio consigue dar con la torre de los siete jorobados, en cuyo interior permanece secuestrada e hipnotizada Inés, la sobrina del difunto doctor. Tras varias peripecias, logra rescatarla y huir juntos del tétrico lugar.

La película se proyectará hoy a las 19 horas en el Mausoleo de los Amantes y la entrada será libre. Su pase cerrará el ciclo de este año, como viene siendo habitual, dentro de la sección denominada Joyas olvidadas del cine, que pretende recuperar títulos cinematográficos clásicos de especial interés.

En esta ocasión se ha seleccionado este largometraje porque recientemente se supo de los vínculos que Edgar Neville, su director, tuvo con Teruel en su etapa de estudiante, ya que estuvo matriculado durante el curso 1912-1913. Quien ha profundizado en ese periodo del cineasta, cuando todavía era un crío, ha sido el investigador Iván Núñez, que además de estar trabajando sobre este personaje, ha hecho importantes averiguaciones sobre el turolense Segundo de Chomón y que tiene intención de dar a conocer próximamente en una publicación con otro autor.

Además de hablar sobre los vínculos de Neville con Teruel, Núñez presentará el filme en su contexto histórico y en la trayectoria del realizador que se forjó en el Hollywood clásico de los años veinte y principios de la década de los treinta. Entre sus amistades figuraron Charles Chaplin, Stan Laurel y Oliver Hardy, además de haberse relacionado con Luis Buñuel, y haber mantenido vínculos muy cercanos con el dibujante Antonio Mingote, cuya relación no se conocía con anterioridad.

Autor: Redacción Teruel