Alfambra se volcó ayer con las recreaciones medievales que durante este fin de semana han trasladado el municipio al siglo XII, entre ellas la representación de la obra "La enterrada viva de Alfambra", que reunió a cientos de personas para recordar la historia de desamores que padeció el conde de Sarria, Rodrigo Álvarez.
El narrador de la obra "La enterrada viva" y colaborador de la XII edición de la Subida a la Encomienda de Alfambra, Borja Fabre, destacaba, de la cada vez más popular fiesta medieval, las recreaciones, con una obra cada día, que rememoran la historia de la localidad.
Este mismo punto resaltó el alcalde de Alfambra, Francisco Abril, quien además adelantaba que para la edición del próximo años habrá una representación más. "Ahora hay cuatro, tres son históricas y una leyenda y para el año que viene se recuperará una historia de una carta del Rey Alfonso según tiene recogido Clemente Alonso".
Pero la estrella de las representaciones de la XII edición de la Encomienda de Alfambra fue como en años anteriores la leyenda de "La enterrada viva de Alfambra", que narra la historia de los desamores del conde Rodrigo en el siglo XII. Una representación que tuvo que retrasarse un par de horas sobre el horario previsto y que se suplió adelantando la actuación de dances medievales por parte del grupo Charraire.
En "la enterrada viva de Alfambra" actuaron una docena de actores aficionados del municipio y que deja jugar a la improvisación, comentó Borja Fabre.
"La enterrada viva" es el contrapunto a "Los amantes de Teruel". Narra la rocambolesca historia de los amores lujuriosos de la condesa de Alfambra que se enamora del rey moro. De acuerdo con un enviado del moro, finge morir al tomar un narcótico que la deja inerte durante tres días. Es enterrada, rescatada por criados del sarraceno, y reanimada de su letargo, se va a vivir a Camañas con el rey. Un mendigo cristiano, que pedía limosna allí, la descubre, y va a Alfambra a contar al conde el hecho; éste se presenta ante la condesa con las vestiduras del mendigo para recuperarla, pero ella lo delata y entrega al moro. Mediante una estratagema, previamente acordada con sus soldados, es rescatado el conde, que derrota a lo moros, apresa al rey y a su traidora mujer, y los condena a morir quemados en Peña Palomera.
La fiesta de la Subida de la Encomienda continuó por la noche con otro acto estelar como fue el desfile de órdenes militares con antorchas hasta el castillo y la lectura de un fragmento del Fuero de Alfambra por parte del Comendador, que este año ha sido el ex acalde, Amador Villamón.
Autor:Redacción Teruel