La IV Semana Cultural del Centro de Educación de Personas Adultas de Alcorisa, que se inició la semana pasada y concluirá el 30 de este mes, ha invitado a reflexionar acerca del turismo sostenible en el medio rural. Las jornadas han dado a conocer las experiencias de Beceite y la comarca del Maestrazgo, donde se sigue trabajando en la regulación y control de los recursos para compatibilizar la actividad turística con el mantenimiento del medio natural.
En una mesa redonda se habló esta semana del turismo micológico como recurso económico para la Comarca del Maestrazgo. La creación de un coto micológico en los montes públicos de en 2011 ha permitido establecer una regulación de los recursos naturales así como también evitar la degradación de los montes. “Con anterioridad a la creación del coto se producían saqueos por bandas organizadas con fines comerciales y vandalismo en el monte y ahora esto ya no pasa”, comentó Arturo Martín, presidente de la Comarca del Maestrazgo.
La creación del coto, en el que se han integrado 10 municipios y que abarca 10.560 hectáreas, ha supuesto aprovechar este recurso como “motor de desarrollo”. La recaudación por la venta de entradas al coto para acceder a coger setas se financia el cuidado del monte y de este recurso y se ha generado empleo local.”Contamos guardias en la zona, que vigilan si hay intrusos en la zona acotada, las buenas prácticas en la recolección y la limpieza de los montes”, comentó Martín. Aún así, se sigue insistiendo en fomentar la cultura micológica.
Uno de los principales problemas que se abordó en estas jornadas y que se ha generado en los últimos años es la masificación de de zonas naturales en puentes y temporada alta. Ocurre en áreas como El Parrisal y las Pesqueras de Beceite, una de las más visitadas de la Comarca del Matarraña. “En agosto, el fin de semana de San Roque, saltó la alarma al quedar bloqueada la entrada a la población de Beceite porque ya no cabían más vehículos”, dijo su alcalde, Juan Enrique Celma.
Para que no vuelvan a ocurrir cosas así, como medida de control se ha regulado la entrada a estos espacios naturales con la creación de zonas de aparcamiento de pago en las áreas de acceso al Parrisal y Las Pesqueras. “Los ingresos que se obtienen de los 211 aparcamientos”, explicó el regidor, han revertido en 14 puestos de trabajo en verano para los controles en el Parrisal y las Pesqueras, la oficina de Turismo, su limpieza y vigilancia. Sin embargo, el alcalde insistió en que “se necesita de la implicación de todos y la sensibilización de las administraciones”, y abogó por la necesidad de seguir buscando fórmulas para la desestacionalización del turismo para evitar esta problemática.
El Bergantes
Otro de los lugares que están comenzando a ponerse de moda podrían verse afectados por un masivo turismo como es el caso de la zona de baños del Bergantes. “Nuestra problemática es latente pero se puede intensificar en un futuro y por tanto tendremos que abordarla”, comentó el alcalde de Aguaviva, Aitor Clemente. “El Bergantes ha dejado de ser un paraje natural tranquilo y frecuentado por sus vecinos desde que se redactó el proyecto para la construcción de una presa de laminación. La defensa que se hizo del río a través de la Plataforma ‘El Bergantes no se toca’ dio a conocer la zona”, dijo.
María Pilar Celma, directora del Centro de Personas Adultas, explicó que este año que se celebra el año internacional de Turismo sostenible se vio que era un buen motivo para plantear la cuarta Jornada cultural en torno a esta temática. “Desde aquí, invitamos a reflexionar también acerca de la posibilidad de reinventarnos como viajeros más respetuosos con el medio hacia un acercamiento al turismo sostenible”, afirmó.
En las jornadas se ha hablado de bioconstrucción y se ha desarrollado el IV Foro de Turismo, organizado por la Asociación Empresarial de Alcorisa.