Los alcañizanos cubrieron con un manto de claveles y flores los pies de la imagen de la Virgen de Pueyos durante la ofrenda floral que ayer por la mañana convirtió el Santuario de la patrona de Alcañiz en una riada de feligreses.
La romería, que había arrancado a las ocho y media de la mañana tras el correspondiente reparto de pastas, agua y barracha a los congregados en la plaza de España, llegó a su destino alrededor de las nueve y media, momento en el que comenzó la tempranera dádiva a la patrona.
Mientras las figuras de los dos gigantes de cartón piedra hacían guardia junto a la puerta del Santuario, una miríada de alcañizanos aguardaba su turno en una ordenada fila. Unos iban vestidos con el traje regional y otros de calle, aunque entre los oferentes dispuestos a agasajar a la patrona destacaban las parejas acompañadas de niños, algunos de ellos recién nacidos o con pocos meses de vida. Cogidos de los brazos de sus padres o de sus abuelos, los pequeños fueron presentados a la Virgen por primera vez en su vida.
De uno en uno, entregaron los ramos a los quintos del 72 y éstos las colocaron a los pies de la Virgen. Y es que este año 2016 son este grupo de hombres y mujeres los que se hacen cargo del mantenimiento del Santuario. También fueron ellos los que sacaron a la Virgen de la ermita y la vistieron, colocaron los bancos en la explanada al aire libre y abrieron las puertas del Santuario.
En un ambiente sosegado y tranquilo amenizado además por el grupo de canto y la rondalla de la Asociación aragonesa El Cachirulo Teresa Salvo (que lleva más de 20 años participando en este acto), el desfile fue transcurriendo hasta que el último oferente entregó su ramo a la Virgen. Acto seguido comenzó la misa del Día grande, oficiada como ya viene siendo habitual en los últimos años por Jesús Jaime, quien fuera párroco de Alcañiz durante 18 años.
Y mientras la misa se desarrollaba en la explanada a plena luz del día, alrededor del Santuario tenía lugar el almuerzo popular. Refugiados bajo las sombras de los pinos, amigos y peñistas se reunieron en torno a las mesas fijas de piedra que hay en el entorno de la ermita. Los que no encontraron sitio, se apostaron en las suyas, traídas a propósito para despertar el día con un buen ágape. Chorizos, panceta y huevos fritos triunfaban en las atiborradas mesas en las que los comensales disfrutaban de un ambiente festivo y de resaca tras la primera noche de fiesta.
Festejo taurino con El Cordobés, Conchi Ríos y Sergio Domínguez
Alcañiz afronta hoy sábado su tercer día de fiestas, jornada dedicada especialmente a los aficionados al mundo del toreo, que podrán ver en el ruedo alcañizano a Manuel Díaz "El Cordobés". Será a partir de las seis de la tarde cuando comience un festejo taurino que tiene como cabeza de cartel al veterano matador andaluz, al que acompañan el rejoneador riojano Sergio Domínguez y la matador de toros Conchí Ríos. Este será otro de los alicientes de la corrida de esta tarde. No en vano, es la primera vez que el coso alcañizano ofrece un festejo mixto a sus aficionados.
Repite un cartel destacado en Alcañiz, después de que en 2015 pasara por este ruedo el matador Juan José Padilla. El éxito parece otra vez asegurado, y no sólo por la mera presencia de Manuel Díaz, que sabe cómo ponerse al público en el bolsillo, sino también por la lidia encomendada a la torero de Cehegín, una mujer que no pierde la sonrisa y que se ha marcado el objetivo de triunfar en un mundo, el del toreo, que parecía estar vetado para las féminas.
Los toros-dos para rejones y cuatro para la lidia a pie- los pondrá la ganadería Guadalmena.
Autor:Maribel Sancho Timoneda