Aguaviva cumplió ayer con la tradición y celebró la festividad de San Agustín como manda la tradición desde hace más de seis siglos: creando una kilométrica alfombra de colores realizada con serrín y que este año ha tenido como tema central el río Bergantes y la vida que en él habita
Los aguavivanos cumplen con la promesa de festejar a San Agustín desde que en 1475 un incendio arrasara con la iglesia y se salvaran las Sagradas Formas, lo que fue considerado un milagro del santo, así que a la efeméride se la denominó "el Santísimo Misterio". Desde entonces, la población se vuelca en esa festividad y hasta la considera su día grande a pesar de que las fiestas patronales hace una semana que se terminaron, tal y como recordaba ayer por la mañana el alcalde, Aitor Clemente
El día de San Agustín de 2016 pasará a la historia por ser especial. Y es que es la primera vez que el pueblo le dedica la fiesta y las alfombras a uno de los elementos de su patrimonio natural más queridos, el "riu menut", el Bergantes.
Se han bañado en sus aguas desde niños y paseado por sus riberas, pero los aguavivanos se habían olvidado de su río más querido (el Guadalope también pasa por su término municipal) en la festividad de San Agustín. El hecho de que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) quisiera construir una presa de laminación en su cauce (proyecto ahora aparcado) y que se generara un movimiento vecinal sin precedentes contra el mismo ha sido determinante para que Aguaviva decidiera rendir homenaje y tributo al manantial de aguas cristalinas que es el sentido de la existencia del pueblo
Así que ayer se distribuyeron por las calles del pueblo casi tres toneladas de serrín a lo largo de un kilómetro de alfombras de dos metros de ancho. En nueve calles fueron plasmándose los dibujos realizados por David Valencia, quien ha cogido en esta tarea el testigo dejado por su padre, ahora ya fallecido
Valencia ha dibujado fauna del río, flora, fósiles y también los lugares más emblemáticos del Bergantes para los aguavivanos. Estos espacios (Cananillas, las dos rocas, el arenal, la roca de lliura, etc) se han dibujado en las plazoletas donde se sitúan los altares, mientras que los animales y plantas han sido los protagonistas de las nueve vías urbanas alfombradas
La fiesta se prepara con mucha antelación. David Valencia diseña los dibujos, que después se trasladan a maquetas (se realizaron más de 100) que sirven para que los dibujos queden perfectamente plasmados en el suelo. Además está el trabajo de tintar las tres toneladas preparadas para esta ocasión, tarea que se realiza mediante hormigoneras. Una vez seco, el serrín se distribuye la noche de antes por las calles elegidas. Según explicó Geno Martín, una de las responsables de la Asociación Cultural Caliu, el éxito de la fiesta está "en que todo el pueblo colabora en la colocación"
Seis horas para colocarlo
Como todos los años, la organización ha corrido a cargo de esta asociación cultural, cuya Junta se ha hecho cargo de los preparativos y de coordinar a los vecinos durante la mañana del día de San Agustín. Desde las seis de la mañana, los vecinos se pusieron manos a la obra para esparcir el serrín según las indicaciones que se habían marcado en el suelo. La tarea terminó pasadas las doce del mediodía. Después solamente hubo unos momentos para disfrutar de ello, antes de que pasara por encima del manto de serrín la procesión de San Agustín, que arrancó pasada la una y media de la tarde
Autor:Maribel Sancho Timoneda