Vista del coro, que presenta un estado deplorable con grietas y humedades
Suelo y Vivienda de Aragón ha licitado las obras de rehabilitación estructural de la iglesia de San Antonio Abad de Híjar, en las que el mes pasado aparecieron restos de la sinagoga que en el siglo XV precedió al templo cristiano. El proyecto ha sido modificado ligeramente para adoptar medidas que garanticen la conservación del patrimonio arqueológico durante las obras.
Durante los trabajos arqueológicos previos a la actuación de consolidación de la actual ermita, encargados a la empresa Acrótera, apareció una estructura cuadrangular que se corresponde con la base de la bimá, es decir, la tribuna desde la cual el rabino dirigía la oración. Dada la relevancia de los vestigios, que confirman la existencia de una sinagoga anterior a la ocupación del templo por los Franciscanos en 1519, el proyecto se ha adaptado.
En concreto, se protegerán los restos arqueológicos y la estratigrafía conservada -aparecieron también capas de asentamientos de entre los siglos III antes de Cristo y I después de Cristo- . Se tendrá especial cuidado en la protección de las estructuras vinculadas con la bimá.
Donde estaba previsto poner un pavimento de baldosas se optará por otro de madera, fácil de retirar en previsión de que, en un futuro, la Administración quiera continuar con la investigación arqueológica en el subsuelo. Por otra parte, tal como adelantó en marzo el director de Suelo y Vivienda de Aragón, Manuel Tesa, para frenar las humedades por capilaridad se empleará otro método distinto al proyectado que no incrementará el presupuesto de la obra. En el interior de la iglesia se inyectarán resinas de poliuretano impermeabilizantes de consolidación. En el exterior de la fachada se ejecutará una cámara bufa.
Además, antes de la intervención en el interior de la ermita se efectuarán tres catas en los muros para documentar en alzado el posible acceso a la sinagoga y los posibles vanos hacia la casa del Rabí. Según el proyecto, “se trata de las catas murarias para el estudio de las estratigrafías verticales con la finalidad de determinar la evolución de las diferentes estructuras constructivas y las modificaciones sufridas, con una cronología de las mismas, con control seguimiento arqueológico en paramentos su correspondiente informe”.
Más barato
La modificación del proyecto no solo no encarecerá la actuación, sino que supone una rebaja en el precio de licitación, que se sitúa en los 329.621,92 euros (IVA incluido) frente a los 370.419,19 euros iniciales. Las empresas que quieran optar al contrato tienen hasta el 2 de mayo para presentar sus ofertas. Dado que hay que justificar la subvención del Fondo de Inversiones de Teruel (Fite) el próximo 30 de septiembre, el plazo de ejecución de los trabajos es de cinco meses.
El proyecto de obras incluye la rehabilitación de la cubierta con sustitución de la estructura portante deteriorada, ejecución de zuncho de atado, eliminación de humedades de capilaridad, saneado de fachadas y cosido de grietas, refuerzo de contrafuertes y refuerzo estructural del coro.
La intervención se determinó ante el estado de deterioro del edificio que precisa de una inminente consolidación estructural. Tesa recordó que “el edificio tiene un gran valor patrimonial e histórico y se entendió que era precisa una intervención urgente de consolidación”.
La ermita de San Antón lleva cerrada al culto desde 2010, cuando parte de su techumbre se vino abajo precisamente durante la festividad en honor al santo. Varias personas sufrieron contusiones y el campanero tuvo que ser trasladado al hospital de Alcañiz. El municipio tiene ilusión en hacer de su patrimonio hebreo un nicho turístico.