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40 años de danza clásica en Teruel

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Una de las alumnas de la Escuela de Danza Las Torres realiza un ejercicio en sus instalaciones del Edificio Multiusos de la ?Plaza Amantes

Este próximo mes de enero se cumplirán cuarenta años del nacimiento del germen de la Escuela de Danza Las Torres de Teruel, una institución por la que han pasado infinidad de turolenses y que afronta el futuro consolidando dos de los que han sido sus grandes objetivos; poner el nombre de Teruel en el panorama de la danza

Este próximo mes de enero se cumplirán cuarenta años del nacimiento del germen de la Escuela de Danza Las Torres de Teruel, una institución por la que han pasado infinidad de turolenses y que afronta el futuro consolidando dos de los que han sido sus grandes objetivos; poner el nombre de Teruel en el panorama de la danza, no solo por el número de sus practicantes sino también por sus resultados en concursos y certámenes nacionales e internacionales;?y avanzar en el reconocimiento de los estudios que se imparten en el centro para darles oficialidad.

En este sentido, desde este año Las Torres es "la única Escuela Autorizada de Danza reconocida por el Gobierno de Aragón en la enseñanza de danza clásica", como recuerda su directora, Patricia Caro, que es titulada en Danza Clásica por el Conservatorio Profesional de Danza de Madrid, titulada en Pedagogía de la Danza por la Complutense y Cátedra Alicia Alonso.

Según Sara Gracia, presidenta de la asociación cultural Las Torres que sostiene la escuela, eso no la convierte en un Conservatorio, pero "sí que tiene su trascendencia curricular". Significa que la escuela tiene capacidad para preparar los exámenes de acceso al Conservatorio de Danza y supone el primer paso hacia la oficialización de los estudios que imparte. Ya se han iniciado las gestiones para dar el segundo paso, solicitar la adscripción oficial al Conservatorio de Danza de Zaragoza.

Este reconocimiento también conlleva una serie de exigencias para la Escuela;?de entrada el profesorado tiene que contar con titulación oficial, ha de presentar la programación anual ante el departamento de Cultura y Educación del Gobierno de Aragón y tiene que contar con un espacio adecuado y adaptado para impartir clases. Actualmente la Escuela las Torres se encuentra en las instalaciones del Edificio Multiusos de la Plaza Amantes. En general la sala está adaptada para ser utilizada como aula de danza, aunque el hecho de que esté compartida con varias asociaciones limita bastante la oferta y los tiempos de utilización de todas ellas.

Según la junta directiva de la escuela, este reconocimiento como Centro Autorizado es el primer paso para lograr el objetivo que se persigue desde hace años, la adscripción como Escuela Privada Autorizada al Conservatorio Profesional de Danza de Zaragoza en enseñanzas de grado elemental y grado medio. En la actualidad el de Zaragoza es el único Conservatorio Profesional de Danza que existe en Aragón, con el inevitable desplazamiento que tienen que realizar los alumnos turolenses que quieren cursas estudios reglados de danza.

Reconocimiento nacional

Aunque no es una de las prioridades para Las Torres, otro de los objetivos perseguidos es colocar a Teruel en el mapa de la danza a través de la competición, algo que sirve de motivación tanto para quienes han pensado en dedicarse profesionalmente a la danza como quienes no.

En este sentido se dio un primer gran salto de calidad en marzo de 2015, cuando uno de sus alumnos, Lorien Ramo, participó por primera vez en el Concurso Internacional Vaslav Nijinsky logrando la medalla de plata en la categoría de danza clásica infantil. La experiencia fue tan positiva que el pasado año se desplazaron hasta Huesca diez alumnos, representando nueve coreografías diferentes. Teruel volvió a mojar, y de nuevo Ramo se trajo un metal para la escuela, al lograr el bronce en danza clásica infantil entre 730 bailarines de España, Portugal y Ucrania. Aunque fue el único turolense en pasar a las finales el resto, Celia Suárez, Arai Armengod, Raquel de Carlos, Isabel Hinojosa, Dysis Diaconescu, Cristina Pérez, Carmen López, Nuria Brusca y Erika Ariño debutaron en la competición con un excelente y destacado papel. Este año viajarán al Nijinsky diecisiete bailarines de la escuela turolense, que interpretarán trece variaciones diferentes.

Pero más allá del reconocimiento formativo y de las medallas en competición, el objetivo primordial de la escuela Las Torres sigue siendo el mismo que inspiró su creación hace casi 40 años, el de dar salida a la danza como expresión artística. Este curso son 70 los alumnos con los que cuenta, desde los más pequeños, con apenas 3 años, hasta los grupos de adultos formados por personas que han retomado una afición que cultivaron hace años o que se han decidido a practicarla por vez primera.

La pasión de todas estas personas por la danza tiene mucha repercusión social y cultural en Teruel, en forma de diversas actuaciones públicas y festivales en la provincia de Teruel, la próxima de las cuales será el 19 de diciembre en plena Plaza del Torico, con una exhibición de baile navideño.

Todo comenzó en un sótano

En septiembre de 1976 Modesto Linares, Jesús María Muneta y Carlos Luis de la Vega, en un local de la calle Santa María, pusieron en marcha el Instituto Musical Turolense, planteado como una academia que resultaría señera, de la que surgieron otras que perviven 40 años después, como el Conservatorio Profesional de Música de Teruel o la Polifónica Turolense.

Durante el segundo trimestre de aquel curso 1976-77, en enero de 1977 concretamente, el IMT comienza a dar clases de ballet clásico en una sala del sótano de la Casa de Cultura, iniciando así una actividad que se mantendrá de forma ininterrumpida hasta nuestros días.

A finales de 1977 el Instituto Musical de Teruel obtuvo la autorización para realizar los exámenes finales del Conservatorio de Música de Zaragoza como Centro no oficial Autorizado de Enseñanza Musical, evitando así el desplazamiento de los alumnos turolenses hasta la capital del Ebro.

A partir de ahí música y danza separan sus caminos, y con el objetivo de que las clases no se interrumpieran, un grupo de padres de los alumnos de ballet, entre ellos Manuel Martínez, Lucía Gorbe, Alicia Gómez, Isabel Lacasa o Raquel Martín, decidieron formar la Asociación de Danza Mansuetos en septiembre de 1978.

En 1990 la asociación cambió de nombre y pasó a denominarse Las Torres, que conserva en la actualidad, con una junta directiva compuesta por Francisca Asensio, Manolita Pardillos, Pascual Tregón, María Rosa Llopis, Dolores Rojas, Pedro Mohedano y María José Garcés.

La propia Llopis, o Rafael Darder, formaban parte de un profesorado que se desplazaba semanalmente desde Valencia para impartir las clases. Asimismo, los alumnos debían desplazarse al Conservatorio Profesional de Danza de Valencia o de Madrid para realizar los exámenes de danza.

A partir de la sucesiva regularización de los estudios de danza a partir de los años 90, a través de la LOGSE, los estudios reglados y/o profesionales de danza pasaron a formar parte de los Conservatorios de Danza y sus centros adscritos.

En 2016 el Gobierno de Aragón ha reconocido la escuela de la Asociación Las Torres como Escuela Autorizada de Danza, para impartir una formación práctica en danza clásica sin prejuicio de su función de orientación hacia los estudios reglados de los conservatorios, pudiendo además desarrollar adaptaciones curriculares específicas para preparar a los alumnos que deseen acceder a un Conservatorio de Danza a través de exámenes de acceso por libre.

Autor: Miguel Ángel Artigas Gracia Teruel