¿Por qué tienen fama de marranas Isabel la Católica y su bisnieta Isabel Clara Eugenia?
El 25 de noviembre de 1491, Boabdil firmó el acuerdo de la rendición de Granada. En estas capitulaciones, el emir granadino aceptaba entregar la ciudad, mientras que los Reyes Católicos garantizaban a los musulmanes tolerancia religiosa, el mantenimiento de ciertas costumbres y la posibilidad de emigrar a territorio musulmán. Tras una década de guerra, Boabdil entregaba la ciudad el 2 de enero de 1492 a los Reyes Católicos conquistaban el último reino andalusí de la península. Y fue en el transcurso de este batallar cuando Isabel la Católica pronuncia la frase que le acarreará la fama de marrana:
“Prometió no cambiarse de camisa hasta que se conquistase Granada”
Pero la realidad es bien distinta, porque nunca pronunció esa frase. Es más, era tal la pulcritud y el lujo con que vestía la reina Isabel que su confesor, fray Hernando de Talavera, le recriminaba el exceso de cuidado que daba a su cuerpo y le censuraba tales vanidades. La frase que sí pronunció, y que hoy en día se utiliza para advertir de una amenaza oculta, fue:
¡Venía el villano vestido de verde!
Al igual que Victoria Beckham, la reina sentía una profunda repugnancia por el ajo. En cierta ocasión, los cocineros se dieron cuenta, ya muy tarde, que en la comida que habían preparado para la reina habían utilizado ajo. Sin tiempo para subsanar el error, decidieron disimular el ingrediente en cuestión echando abundante perejil… pero la reina se dio cuenta del «peligro oculto».
Quien sí pronunció esa frase, o muy parecida, fue otra Isabel, su tataranieta Isabel Clara Eugenia de Austria, hija de Felipe II. Pocos meses antes de morir, el rey cerraba el compromiso matrimonial de Isabel Clara Eugenia con su propio primo, el Archiduque Alberto (nieto de Carlos I de España). Felipe no pudo ver a su hija casada. Poco después de la muerte de su padre, el 13 de septiembre de 1598, Isabel Clara Eugenia dejaba España para embarcarse hacia Flandes, ya que su padre le había otorgado como dote los (indómitos) Países Bajos y el ducado de Borgoña. En el contexto de la Guerra de Flandes se produjo el sitio de la ciudad de Ostende (hoy Bélgica). Fue un asedio de más de tres años de duración, de 1601 a 1604, en el que los tercios del Imperio español cercaron y conquistaron la ciudad defendida por las fuerzas de las Provincias Unidas de los Países Bajos con el apoyo de tropas inglesas. En este asedio es donde Isabel Clara Eugenia pronunció la famosa frase:
Prometió no cambiarse de camisa hasta que se tomase Ostende.
Eso sí, fue algo simbólico. Nada más.