Hace algo más de un año, Mª Cruz Aguilar publicaba en este medio un artículo titulado “Alfambra solicita a Palma de Mallorca que no retire del callejero de la ciudad la placa con el nombre de la localidad turolense”. Parece ser que el alcalde de Palma contemplaba el cambio en la nomenclatura de varias calles por supuesta simbología franquista, entre ellas la calle homónima de la localidad turolense. Su colega alfambrino, Carlos Abril, le hizo llegar una carta avisándole de que los vínculos entre Alfambra y Mallorca ya figuran en el mismo Fuero de Alfambra, redactado en 1174, en el que se detalla que Jaime I, rey de Aragón, de Mallorca y de Valencia, inició desde estas tierras turolenses la conquista de Valencia y de Mallorca y entre los nuevos pobladores habían procedentes de Alfambra, a quien el rey entregó tierras y propiedades; y, por tanto, que el origen del nombre de la calle Alfambra nada tiene que ver con el franquismo.
Así lo entendió el regidor de Palma, que optó por paralizar el cambio. Estos cambios toponímicos dieron lugar a situaciones como que Rusia y Ucrania estuvieran en la provincia de Alicante. A algunos pueblos y ciudades que, durante la Guerra Civil, habían quedado en la zona controlada por la República les cambiaron sus nombres por otros más acordes a sus ideales:
Ciudad Real pasó a llamarse Ciudad Libre de la ManchaTalavera de la Reina se convirtió en Talavera del TajoSan Lorenzo del Escorial se despertó como El Escorial de la SierraAlbalate del Arzobispo se metamorfoseó en Albalate Luchador…
Pero hubo dos pueblos en Alicante que se llevaron la palma: San Fulgencio del Segura y San Juan de Alicante.
San Fulgencio del Segura cambió su nombre durante los tres años de la contienda por Ucrania del Segura. Resulta llamativo que, según INE-2021, del total de 8.447 habitantes únicamente 3.013 son españoles, y se trata del único municipio español donde el inglés es la lengua más hablada por parte de los lugareños. Como curiosidad, 55 habitantes tienen la nacionalidad ucraniana.
San Juan de Alicante cambió su nombre por Villa Rusia de Alicante… en teoría.
El día 16 de noviembre de 1936 se reunió el pleno del Ayuntamiento con el cambio de nombre de la localidad como único orden del día. Fueron varias las propuestas: «Villa Ascaso» (en homenaje al anarquista Francisco Ascaso, muerto el 20 de julio de 1936 mientras lideraba a los militantes de la CNT en Barcelona) o «Pablo Iglesias» (por los socialistas), pero, al final, la propuesta votada y aprobada fue Villa Rusia de Alicante, “como homenaje a la Rusia Soviética que tanto favorece a España en los momentos actuales”. Parece ser que los anarquistas no quedaron muy satisfechos con la votación, porque al día siguiente apareció buena parte del pueblo con pintadas en las que se proclamaba su propuesta.