Síguenos
Teruel Divide Teruel Divide

Teruel Divide

banner click 236 banner 236
Javier Silvestre

Es la segunda vez en mi vida que vivo una fractura social. A diferente escala, está claro. Primero fue en Cataluña, con su división entre independentistas irrecuperables y “unionistas” inamovibles. Pero ahora me está pasando lo mismo, aquí y ahora, con el apoyo de Teruel Existe a la investidura de Pedro Sánchez. La división es bastante clara: mucha gente de mi generación, hartos del olvido, anteponen el “qué hay de lo mío” a los valores patrióticos sustentados en un apocalíptico “se rompe España” que defienden, en muchos casos, nuestros padres.

Hacía tiempo que no discutía tan acaloradamente sobre política con mi familia. Pero les ha pasado lo mismo a la mayoría de mis amigos. Padres y madres enfrentados a sus hijos porque consideran que no tienen “perspectiva vital suficiente” para analizar las cosas. Hijos que acusan a sus progenitores de “alarmistas” y “desinformados” por repetir los mantras que escuchan a diario en algunos medios de comunicación. Y la verdad es que nadie tiene razón. Al menos, no la razón absoluta.

Pero nos hemos acostumbrado a que las ideas hoy en día ya no se exponen, sino que se imponen: que si no nos gusta lo que nos cuentan, habrá alguien en alguna red social que secunde nuestra opinión sin rechistar; que descalificar es el argumento que más vale en este todo vale en el que nos hemos acomodado

Mi opinión es que Teruel Existe ha cumplido lo prometido. Es mi opinión, no se enerve. La plataforma dijo que para que sus reivindicaciones pudiesen materializarse hacía falta un Gobierno; que darían su apoyo al candidato con más posibilidades de gobernar; que sería imprescindible respetar el programa turolense y que todo esto tenía que hacerse dentro de los márgenes constitucionales. Y todo esto se cumple.

Ahora bien, aquí hay mil matices, doscientas tonalidades de gris y tantas opiniones al respecto como ciudadanos hay en esta España excesivamente apasionada. La decisión de la plataforma ciudadana no era nada fácil. No apoyar a Sánchez era no cumplir lo que se había prometido a los turolenses. Hacerlo es, para parte del electorado, anteponer los intereses de Teruel a los de la propia España. Si la decisión hubiera estado en sus manos, ¿qué habría elegido? Si se aísla del ruido externo seguro que le costaría saber qué hacer.

Teruel Existe ha optado por hacer lo que creía mejor para los intereses de la provincia y usted puede no estar de acuerdo, faltaría más. Pero es igual de respetable su opinión que la de cualquier otra persona. Los acuerdos alcanzados pueden ser un brindis al sol (estamos acostumbrados ya a promesas incumplidas) y quizás todo esto no haya servido para nada y se trate de una simple “ensoñación” más. El tiempo lo dirá.

Que la política y los políticos nos preocupen lo justo. Que las investiduras no polaricen nuestras opiniones. Que las ideologías no nos roben nuestro estado de ánimo. Que lo que Teruel ha unido, no lo separe un hombre.