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Javier Silvestre

Está la actualidad como para ponerse a escribir sobre lo que ocurre en nuestra ciudad… Pero creo que para comentar las vergüenzas políticas nacionales ya hay otros medios a los que acudir. Así que intentaré controlar mis impulsos y hablar sobre cosas cercanas. Hay mucha actualidad pero muy dispersa. Quizás tendría que marcarme hoy una columna como las de mi compañero contraportadista, Franciso Herrero (@eldeaguaton), y hacer un popurrí de temas candentes. Por ejemplo, se podría analizar cómo el presidente aragonés ha conseguido arrancarle a Pedro Sánchez 26 millones de euros más para los fondos Fite de Teruel. Desde Teruel Existe insisten en que, tras 20 años sin actualizar la cifra, este incremento de presupuesto responde al aumento del IPC de las últimas dos décadas. A mí, personalmente, me parece que es una promesa que será papel mojado, como todas las que se han hecho a la provincia con anterioridad. No me hagan ponerme a enumerar que me quedo sin espacio.

Por su parte, el PSOE en Teruel ya ha elegido a sus siete representantes para ir al Congreso de su partido en Sevilla en unas semanas. Aprovechan el encuentro para criticar al Gobierno de Aragón por el “deterioro de la sanidad rural” y, aunque ellos estuvieron gobernando desde 2015 a 2023, siguen culpando al PP de la falta de médicos en muchos pueblos. Es más, aseguran que cuando los populares estuvieron en la oposición todos estos años “hicieron mucho daño” y que ahora el problema “se les ha vuelto como un boomerang”. Es decir, que exigen ahora al nuevo Gobierno que solucione lo que ellos no pudieron atajar en dos legislaturas. Alucinante…

Eso sí, no les falta razón a los socialistas cuando exigen al PP que “deje de buscar culpables y que ponga soluciones”. Porque, al final, todos son iguales cuando llegan al poder y cuando lo pasan a la oposición. La pelota siempre en el tejado del vecino.

Mientras tanto, veo con estupefacción que han robado todos los pisos de la finca contigua al edificio derrumbado (hace 15 meses ya) en la calle de San Francisco. Los vecinos no dan crédito de la maldad de los ladrones, que aprovechan que el inmueble está desalojado para campar a sus anchas y llevarse lo que pueden. Hoy en día no es necesario poner un vigilante 24 horas, es tan sencillo como instalar una alarma con detección de movimiento para garantizar que nadie entre. Pero desde el Ayuntamiento dicen que no es cosa suya. Los vecinos, desalojados y ahora también desvalijados, han pedido poder entrar con un técnico para ver qué enseres les han sustraído pero tienen que ir acompañados de un técnico. ¿El problema? Que nadie quiere hacerse cargo de los honorarios. Un agravio más para estas víctimas involuntarias.

Es normal que estén cabreados y muy cansados después de estar viviendo de alquiler, prácticamente con lo puesto, desde hace más de un año. Quizás alguien debería decidir qué pasa con ese edificio de una vez por todas, vaciarlo y tirarlo abajo. Es una cicatriz que recuerda a los turolenses que no todo lo que pisan es terreno firme. El Ayuntamiento trata de calmar los ánimos con estudios del subsuelo del Óvalo que garantizan que, por el momento, no habrá nuevos sustos. ¡Ojalá sea cierto!

Vamos a acabar con cosas buenas. Veía el otro día al aproximarme a Teruel una nave industrial gigantesca que llamaba mi atención en Platea. Resulta que es una fábrica de muebles para cocinas de una conocida marca de hipermercados de bricolaje. 75 millones de euros de inversión que traerán riqueza a nuestra tierra. Igual que el nuevo hangar del aeropuerto y la ampliación del aparcamiento para aviones. Son ejemplos de que, cuando se quiere se puede.

En Javalambre han comenzado a instalar la réplica de un telescopio llamado Arrakihs. Es la primera misión de la Agencia Espacial Europea liderada por España y en el que participan 90 investigadores de 22 centros de todo el mundo. ¡Qué lástima que la sede de la Agencia Espacial Española se fuera para Sevilla tras un concurso totalmente teledirigido!

Mirando la columna de esta semana con perspectiva, lo cierto es que somos una ciudad de contrastes de lo más extremos: de los 5 grados de la madrugada a los 25 del mediodía; de la falta de médicos que nos atienda, a liderar misiones en el espacio. Esto promete.