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Víctor Manuel Sanroma, autor del libro ‘El Método Sanroma, no + votantes basura’ : “Uno de cada cinco votos  de los electores de la provincia de Teruel acaba en la basura” Víctor Manuel Sanroma, autor del libro ‘El Método Sanroma, no + votantes basura’ : “Uno de cada cinco votos  de los electores de la provincia de Teruel acaba en la basura”
Sanroma, con el libro sobre su propuesta de método electoral cuando lo presentó en Calamocha. Adrián Fidalgo Camín

Víctor Manuel Sanroma, autor del libro ‘El Método Sanroma, no + votantes basura’ : “Uno de cada cinco votos de los electores de la provincia de Teruel acaba en la basura”

El calamochino lamenta que se permita que el actual sistema electoral perjudique a los partidos más pequeños
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Víctor Manuel Sanroma es un turolense apasionado de la política, que cree en ella y en el activismo en la búsqueda de la mejoría para los territorios y en contra de las injusticias. Este calamochino ha estado vinculado a las elecciones locales, autonómicas y generales, presentado como candidato a ellas. Por todo ello, decidió crear y plantear un nuevo método electoral que presenta en su libro El Método Sanroma, no + votos basura.

-Este año su publicación 'El Método Sanroma, no + votantes basura', vio la luz. ¿Qué se aborda en este libro?

-El libro aborda un análisis y una crítica al sistema electoral actual para el reparto y asignación de escaños. Además, también se plantean unas propuestas en lo que es la ley electoral, que tiene una serie de artículos que también dependen de la Constitución. Hablamos de dos grandes leyes: la Constitución, que define unos límites, y la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg), que desarrolla esos límites y los hace concretos. Por ejemplo, la Constitución habla de 300 a 400 diputados y la Loreg determina que sean 350.

-Entre sus propuestas plantea la instauración de un nuevo método para el reparto.

-Exacto. Sería un sistema que haría un reparto proporcional a los votos obtenidos en las elecciones por cada uno de los partidos, que sería lo suyo, lo justo. Más votos, más escaños. Incluyo el uso de decimales y porcentajes, cosa que a día de  hoy no se hace. Es un método justo. En un ejemplo, para que sea más gráfico: en un consejo de administración de una empresa, el consejero que tiene el 15% de los votos, su voto vale ese porcentaje, el que tiene 51% vale 51, y el que tiene 33%, tiene esa cifra. Si nos fijamos en los resultados de la provincia de Teruel, nadie obtiene el número de escaños acorde al de sus votos. Yo lo que propongo es que el número de escaños sea exactamente proporcional al porcentaje de votos obtenidos.

-¿Teruel se ve perjudicada por el actual sistema electoral?

-En la provincia de Teruel sufrimos negativamente los efectos del método D’Hondt, que es el que se usa para la asignación de los escaños y de los diputados al Congreso. Somos una circunscripción pequeña, que solo tiene tres diputados y, aunque la Constitución determina que el reparto debería ser proporcional, el reparto real que se hace en las provincias pequeñas suele ser mayoritario, beneficiando a partidos grandes en contra de los pequeños. No sólo son perjudicados, sino que acaban con cero escaños, siendo que han sido votados por miles de personas.

-¿Cómo surge este nuevo método electoral?

-Surge de la propia experiencia, de ver cómo mis votos y lo que se vota en Teruel no llega a tener representación en Madrid, en el Congreso. Un día decidí investigar por qué ocurría eso y supe que es algo que le ocurre a 2,5 millones de personas en todo el país y en Teruel afecta al 20% de la población. A esos 2,5 millones en España, el sistema les dice que votan mal, cuando no es así.

-¿Esa cifra corresponde a lo que usted llama votantes basura o votos basura?

-El problema que tenemos en Teruel es el voto basura, es decir, de todos los votantes que acudimos a las urnas, uno de cada cinco van a la basura. El sistema dice que no ha votado bien y que no sirve para nada y eso no es así. Todos los votos deberían ser útiles y el método que propongo contempla todos y cada uno de los votos para que sean útiles y el sistema no tire ninguno a la basura. Esto lo sufrimos en Teruel, pero también lo sufre media España.

-Dentro de esos dos millones y medio de' votantes basura', ¿hay de todos los partidos?

-Por supuesto, el sistema perjudica a todos, menos a los dos primeros partidos. Cambiando el método de reparto beneficiaría al 95% de los partidos, por lo cual les interesaría cambiar un método por justicia y por egoísmo, por obtener lo que se merece. He hablado con alguno de los partidos que en Teruel quedaron últimos y me dijeron que la idea era muy buena. Aun así, sería muy difícil que se implantara porque en España no somos primeros en nada y menos con estas grandes cosas.

-¿Qué habría que hacer para cambiar a su sistema?

-Siendo realistas, hay que proponer cosas en las que no se toque la Constitución. Yo planteo cambiar un solo artículo de la Loreg, que indica que el sistema que se empleará en elecciones es el D’Hondt.  Habría que cambiarlo indicando que se use el método que yo propongo. Esta modificación es real, Sí que puede llegar a buen puerto. Propongo lo que es justo para votantes, partidos y territorios, algo que mañana se podría hacer. Para ese cambio, se necesita el acuerdo  de la mayoría del parlamento. Y los que están no quieren hacer nada que luego impida que no salgan. Les beneficia el sistema actual y cambiar de sistema igual no les apetece. Una vez oí al politólogo Lluís Orriols hablando del sistema D’Hondt y decía que era como el sheriff de Nottingham, el malo que robaba a los pobres y se lo daba a los ricos. Yo pretendo ser un pequeño Robin Hood turolense, que no es que robe, sino que a cada uno le de lo suyo y si alguno tiene más de lo que debe, cada uno reciba lo que tiene que tener.

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