Talita B. Moreira, portavoz de Trabajadoras del Hogar y Cuidados: “El cuidado de niños y mayores vale muy poquito dinero para muchas familias”
¿Es justo trabajar más de 60 horas a la semana, sin festivos y sin vacaciones, por 600 o 700 euros al mes? Es la situación que sufren las empleadas del hogar, que llevan casi siete años esperando a que España ratifique el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre condiciones laborales decentes para las trabajadoras domésticas, el único instrumento internacional que establece una regulación sobre este sector de actividad que tiene lugar en ocasiones en régimen de semi esclavitud. El 8 de marzo, durante la huelga laboral, de cuidados, de consumo y educativa que protagonizaron las mujeres en España, este colectivo, cuya portavoz en Aragón es Talita de Fátima B. Moreira, ganó en visibilidad y poco a poco se da a conocer por el territorio aragonés. El martes se presentó en Andorra dentro de las actividades programadas por la Comarca en el marco del Día de la Mujer.
-¿Qué es el Colectivo de trabajadoras del hogar y de cuidados?
-Todo surgió en 2016, en el primer Congreso sobre Empleo de Hogar y Cuidados, organizado por el Grupo Turín y apoyado por el Ayuntamiento de Madrid. Participaron un grupo de compañeras de Aragón y nació la idea de hacer algo en Zaragoza porque en Aragón no había nadie que defendiera a las trabajadoras del hogar. Se juntaron Carol y Coco en la Casa de la Mujer e invitaron a unas compañeras de Madrid del terreno doméstico para dar visibilidad a nuestro problema y luchar por mejorar condiciones.
-¿Está regulada la profesión?
-No, nos están explotando y es por eso que pedimos al Gobierno que ratifique el Convenio 189 de la OIT porque las empleadas del hogar no tenemos derecho al paro aunque coticemos a la Seguridad Social. Imagina que has estado cuidando a un abuelo durante años hasta que se muere y después te echan y te quedas sin paro. Aparte de esto, el mayor problema lo tienen las que trabajan de interinas más de 60 horas semanales, que no pueden ponerse enfermas porque las echan. Están trabajando en un régimen de semi esclavitud y muchas no tienen ni siquiera vacaciones.
-En su colectivo son mayoría las personas inmigrantes.
-Venimos solas, generalmente, dejamos nuestros países y a nuestras familias para intentar hacer una agrupación familiar con el tiempo, algo que por otra parte es bastante difícil. Lo primero que nos ofrecen es un trabajo de internas en una casa.
-¿Cómo llegó usted a España?
-Yo vine de Brasil hace casi 15 años, cuando tenía 19 años, y empecé trabajando de empleada del hogar para una persona mayor, de 94 años.
-¿Sigue en esta actividad?
-Estuve los primeros seis o siete años. Yo empecé a estudiar Derecho en mi país, pero apenas me convalidaron asignaturas y he tenido que empezar los estudios de nuevo. Ahora tengo 34 años y trabajo como asesora nutricional y colaborando con colectivos.
-¿Cuál es el sueldo habitual de una interina del hogar?
-En torno a los 600 o 700 euros mensuales. Hay que tener en cuenta que no son ocho horas diarias, sino que en algunos casos son los siete días de la semana, con apenas cuatro horas de descanso semanales. ¡Cuatro horas! Es mortal. Y encima, en régimen irregular. Son sueldos de la crisis, hace 15 años era el doble.
-¿Han logrado mejoras?
-De momento nos estamos dando a conocer. Hemos participado en el 8-M y en las Marchas por la Dignidad. Hemos logrado que la gente sepa en las condiciones que trabajan las trabajadoras del hogar, que son unas 12.000 en Aragón. La mayoría está precarizada porque no tiene documentación y los jefes se aprovechan de esto. Pagan poco y en negro. Más del 30% es economía sumergida. A muchas los jefes les prometen papeles y pasa el tiempo y no llegan. Fallece la persona mayor y les echan.
-Aun con todo, ¿son optimistas?
-Mucho, cada día más. Cuando empezamos no nos imaginábamos que íbamos a venir a Teruel a dar una charla. También participamos en la organización del 8-M. Es importante que la gente sepa qué condiciones hay detrás de la típica imagen de una chica joven paseando al abuelo por un parque.
-El 8-M tuvieron un papel fundamental, pues uno de los ejes de la huelga convocada por los colectivos feministas eran los cuidados domésticos.
-Fuimos portavoces del Eje de Cuidados de Zaragoza. Hicimos la concentración, nos dimos a conocer el día 4 y se habló de la violencia laboral que sufren las empleadas del hogar. También hicimos la acción de los delantales para visibilizar los cuidados. Es un trabajo invisible y poco valorado. La gente pone a sus hijos y sus mayores en nuestras manos y eso vale muy poquito dinero para ellos.
-Esta semana estuvieron en Andorra presentando su colectivo. ¿Con qué finalidad realizan estas charlas?
-Estas charlas son para informar a la gente. Generalmente, quien nos invita (en este caso la Comarca Andorra-Sierra de Arcos) hace publicidad del acto. Tenemos página en Facebook y colgamos ahí nuestras charlas y actividades. Ojalá que fuera un no parar porque el objetivo no es solo estar presentes en Aragón sino unirnos a nivel de España para presionar al Gobierno para que ratifique el Convenio 189.