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Stefano Beccari, escultor: “El alabastro resulta difícil de trabajar para un artista porque no deja sombras” Stefano Beccari, escultor: “El alabastro resulta difícil de trabajar para un artista porque no deja sombras”
Stefano Beccari, con una pieza de alabastro preparada para esculpir

Stefano Beccari, escultor: “El alabastro resulta difícil de trabajar para un artista porque no deja sombras”

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Ha sido el organizador del taller que escultores profesionales de países escandinavos están realizando en el Centro para el desarrollo del alabastro de Albalate del Arzobispo. Beccari ha sido el responsable, en los últimos 23 años, de más de 200 iniciativas similares en las que han participado unos 600 artistas. Desde la semana pasada se encuentra en la capital del Bajo Martín junto con ocho artistas escandinavos  que por primera vez en su vida han probado a moldear piedras de alabastro.

-¿Cómo llegó hasta aquí?

-Fue a través de un amigo inglés que vive unos meses al año en Cañada de Benatanduz y me recomendó la zona, porque aquí hay buen material. Me puse en contacto con una empresa de la comarca y ellos me dieron el teléfono del Centro para el desarrollo del alabastro. 

-¿Cuántos de los artistas que están en Albalate tienen experiencia previa en trabajar con este tipo de material?

-Nunca han trabajado antes con el alabastro, que es una piedra muy difícil, porque aunque es fácil de trabajar, sacarle resultados buenos es complicado.

-¿Por qué?

-Porque es una piedra que no deja sombras. Yo hace 50 años que me dedico a la escultura. Cuando trabajas el mármol, éste le da sombras, según cómo llega la luz. Muchas veces, en función de dónde le llega la luz a una pieza salen cosas distintas, pero en el caso del alabastro puedes mover la luz todo lo que quieras, pero nunca sale nada. Eso se debe a lo translúcido del alabastro. Uno no piensa nunca que la luz es la cuarta dimensión.

-¿Esa dificultad de hacer algo bueno con una piedra de alabastro es una desventaja o un reto para un artista?

-Es un reto. En Italia organicé una vez también un Simposio. Hará 10 o 12 años, y me di cuenta de que cuando invitaba a la gente a venir allí algunos artistas no conseguían sacar absolutamente nada, cuando en realidad eran muy buenos en su trabajo, porque como todos los gastos los pagábamos nosotros, solamente se invitaba a los que eran muy buenos. Y no lograban hacer nada. La cuestión de ver el resultado de lo que haces es una conexión con la creatividad, o sea, que hay que saber conjugar el cerebro, las manos y la creatividad, y eso es un reto terrible.

-¿Cuánto lleva trabajando con el alabastro?

-He trabajado con alabastro en Italia, en un centro que hay allí, y también en Fuentes de Ebro, donde también hay buen material. Pero cuando llegué a Fuentes había empezado la crisis y todo estaba cerrado, así que estuve después en Quinto de Ebro, donde organizamos cuatro talleres. Allí la piedra es buena, porque es de gran tamaño. Aquí es más pequeña. Lo que pasa es que en Albalate tenemos un taller y unas instalaciones para trabajar y allí no.

-¿Qué le enseña a los artistas?

-Nada. Yo solamente soy el organizador. Yo hago mis cosas y ellos las suyas. Si necesitan un consejo, lo comparto, pero cada uno es responsable de su trabajo. He trabajado en ocho países distintos en los últimos años y allí hay grupos con distintas personas. A India voy cinco veces al año, igual que a Portugal y a Vietnam, y siempre trabajamos igual. Los artistas son los responsables de sus obras. El taller trata de que se familiaricen con el alabastro, que se lleven a casa las piedras que moldeen y después, si quieren, que vuelvan en otra ocasión.

-¿Se trata de que aprendan con un material nuevo?

-Se trata de que prueben con el material, aunque ellos no terminarán sus trabajos aquí, porque cogen una piedra, la forman y luego se la llevan a su casa. En sus estudios las terminan de formar.

-¿Tiene potencial el alabastro desde un punto de vista artístico?

-Sí lo tiene, aunque en mi caso, por ejemplo, solamente trabajo piedras de gran tamaño, de tres toneladas para arriba, y el alabastro es una piedra cara. Aquí en Albalate suele ser de un tamaño pequeño para lo que yo trabajo.

-¿Por qué ha elegido Albalate del Arzobispo y no Fuentes o Quinto de Ebro?

-Porque me he quedado impresionado con las instalaciones. El año que viene seguramente  vamos a traer otra vez a artistas, pero también a arquitectos de escandinavia, porque ellos no conocen el alabastro, y quiero que vengan aquí y lo conozcan como ornamentación. Organizaremos unas conferencias para que aprendan a ver la importancia decorativa de esta piedra.