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Serafina Buj, propietaria de T-Guío y Medalla Edelweiss de Turismo Sostenible: Serafina Buj, propietaria de T-Guío y Medalla Edelweiss de Turismo Sostenible:
Serafina Buj es la propietaria de la empresa T-Guío

Serafina Buj, propietaria de T-Guío y Medalla Edelweiss de Turismo Sostenible: "Este reconocimiento es para mis pueblos, para que la gente que los cuida se sienta valorada"

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Cruz Aguilar

Serafina Buj es guía turística en el Maestrazgo y gestiona desde su pueblo, Villarroya de los Pinares, T-Guío, una empresa cuya iniciativa estrella es Abriendo pueblos, que organiza visitas guiadas por los municipios de la zona y enseña a los participantes tanto el casco urbano como los edificios que, habitualmente, están cerrados, como iglesias o cárceles. Ayer recibió la Medalla Edelweiss de Turismo Sostenible en la categoría Turista Responsable del Clúster de Turismo Sostenible de Aragón. También recibió este galardón que también reciben Ana Acín, Medalla Mujer Rural, y la deportista olímpica Teresa Perales, Medalla Embajador Turismo Sostenible de Aragón. Pero además, la empresa T-Guío figura con Abriendo Espacios como finalista en el Categoría Proyecto Inspirador de Aragón. No es la única empresa turolense que estaba entre los seleccionados para los Edelweiss ya que en la categoría de alojamiento turístico en Aragón está la Casa Rural Los Moyas, de Olba.  

-Ayer recogió en Huesca una medalla pero además era finalista en el premio Proyecto Inspirador en Aragón. ¿Cree que una cosa descarta la otra?
-No tiene porqué, son independientes, las medallas las da el Patronato y de los otros premios se ocupa un jurado.

-¿Qué supone para usted recoger esta medalla?
-Estoy muy orgullosa y contenta, pero me siento abrumada porque estos premios se los han dado a gente que ha hecho mucho por el territorio, como Teresa Perales, Eugenio Monesma o Mariano Navascués.

-¿Está bien que miren a lugares tan pequeños como el Maestrazgo de Teruel a la hora de dar estos reconocimientos?
-Creo que ya era hora y, en este sentido, sí que estoy súper contenta porque es una medalla para mí pero también para mis pueblos, para esos pueblos a los que llevo a la gente, que se sientan valorados y reconocidos porque si esos vecinos no tuvieran sus pueblos cuidados no me darían esta medalla, me la dan porque ellos están en sus pueblos, los mantienen y los conservan.

-No es la primera vez que su empresa y usted resultan ganadores de premios, ¿no es así?
-Me han dado otros, como el Premio Turismo Sostenible de Siente Teruel o el de la revista Aire Libre, que también me concedió un reconocimiento.

-¿Son un acicate para seguir trabajando?
-La verdad es que en los momentos bajos ayudan a seguir y además me dan promoción y visibilidad. Francamente, como en redes sociales no soy buena, estas cosas ayudan.

-¿Es fácil desarrollar proyectos sostenibles en un lugar como Villarroya de los Pinares o es precisamente el entorno el que obliga de alguna manera a impulsar iniciativas de esta índole?
-Por el sitio en el que estamos no podemos ser otra cosa que no sea sostenible, pero tampoco se me ocurriría hacer actividades para un turismo de masas, mi filosofía va en esas línea de grupos pequeños, pueblos pequeños y con un trato muy personalizado hacia el visitante.

Promoción

-¿Ayuda esta promoción a sacar adelante su proyecto profesional?
-Fácil no es, pero es verdad que cada vez me conoce más la gente y muchas personas cuando me llaman ya saben lo que ofrezco. Me enorgullece mucho que cuando alguien pregunta en los pueblos a los que voy para visitarlos enseguida les pasan mi teléfono, eso significa que me conocen y valoran mi trabajo. También la gente de los pueblos, cuando nos ven en las visitas guiadas, nos cuentan muchas cosas y colaboran conmigo.

-Usted enseña un patrimonio que, habitualmente, no se puede visitar porque está cerrado. ¿Esto ayuda a dinamizar el medio rural?
-Sí, las gentes de estos pueblos veían que los turistas estaban poco tiempo y sus comentarios eran hacia lo pequeño que era el pueblo, ahora perciben al visitante de otra manera porque se quedan más rato y comentan lo mucho que les gusta lo que ven.

-¿Cree que todo esto ayuda a que las propias personas que residen en los pueblos valoren su patrimonio?
-Creo que sí porque hace que se sientan orgullosos, a todo el mundo nos gusta que nos digan que nuestro pueblo es bonito, y anima mucho, porque se le da valor a algo que tú has conservado, arreglado y te has preocupado de mantener.

-Eso es uno de los problemas que tiene el medio rural, que sus valores no llegan porque nadie abre esas puertas, ¿no es así?
-Sí, en todos los pueblos hay muchas cosas para ver, pero no se accede a ellas.

-¿Cuánto tiempo lleva con la empresa?
-La monté en el año 2018 y en 2019 ya me empezaban a conocer, pero llegó la pandemia, nos cerraron y he tenido que volver a empezar.

-¿Qué perfil de clientela tiene en T-Guío?
-Hay un poco de todo, pero normalmente suelen ser grupos de amigos no muy grandes, personas que vienen a pasar un fin de semana, gente que han estudiado juntos y se reúnen una vez al año. Suelen ser personas de mediana edad, gente que les gusta el patrimonio, el medio rural, que les cuentes historietas de los pueblos.

 

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