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Serafín Aldecoa publica ‘Prensa histórica contemporánea en la provincial’: “Tras la Ley de Imprenta de 1883, cuando llegaron al poder los liberales de Sagasta, aparecieron periódicos como champiñones” Serafín Aldecoa publica ‘Prensa histórica contemporánea en la provincial’: “Tras la Ley de Imprenta de 1883, cuando llegaron al poder los liberales de Sagasta, aparecieron periódicos como champiñones”
Imagen del historiador turolense Serafín Aldecoa

Serafín Aldecoa publica ‘Prensa histórica contemporánea en la provincial’: “Tras la Ley de Imprenta de 1883, cuando llegaron al poder los liberales de Sagasta, aparecieron periódicos como champiñones”

"Los temas sobre los que escribía la prensa del Bajo Aragón no tenían nada que ver con Teruel", asegura
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Un mal negocio, tremendamente capitalina, de vida efímera y casi siempre al servicio de los partidos políticos. La prensa de la provincia de Teruel entre 1834 y 1981 no era muy diferente a la del resto de España, según Prensa histórica contemporánea en la provincia de Teruel, trabajo que acaba de publicar el historiador turolense Serafín Aldecoa.

-¿Por qué arranca su estudio en 1834?

-Porque el estudio es sobre la prensa provincial, y dado que las provincias españolas no se crearon hasta 1833 no tenía sentido iniciarlo antes. Antes hubo periodistas, como el alcañizano Mariano Nipho (1719-1803), que fue una de las grandes figuras e introductor de la prensa diaria en España, pero no podíamos hablar de una prensa provincial como tal. 

-En ese año además se publica por primera vez el Boletín Oficial de la Provincia de Teruel. ¿Cabe considerarlo como prensa periodística?

-En esos momentos los boletines oficiales tenían otro sentido diferente al de hoy. Eran también periódicos de noticias, no solo de disposiciones del gobierno provincial. No eran exactamente iguales a lo que entendemos hoy por boletín oficial.

-El siglo XIX se conoce por ser el siglo de la prensa de partido, en la que los partidos políticos; moderados, absolutistas, progresistas o republicanos tenían sus propias cabeceras, la mayor parte de ellas de vida efímera, para propagar sus idearios. ¿En Teruel fue también esta la tónica general?

-Así es. Sobre todo tras la Ley de Imprenta de 1883, cuando llegaron al poder los liberales de Sagasta, aparecieron periódicos como champiñones. Y la mayor parte eran creados por personas de los partidos para difundir su ideología. 

-¿Destaca la presencia de alguno de los partidos en concreto?

-Los conservadores en el Bajo Aragón fundaron Tierra Baja, que se mantuvo más de 20 años. Con Emilio Díaz o Rafael Andrade el Partido Conservador tuvo mucho poder e influencia en Alcañiz, y sostuvieron ese periódico. Tuvo su importancia porque Alcañiz era el segundo foco de producción con más de 50 periodicos, por los casi 150 periódicos que hubo en la capital. Además eran dos formas de hacer prensa muy diferentes.

-¿En qué sentido?

-La prensa del Bajo Aragón tenía un sentimiento muy arraigado de comarca, con los tres partidos, de Hijar, de Valderrobres y de Alcañiz. Y esa zona tuvo una prensa cuyos temas no tenían nada que ver con los de la capital. Esa es una manifestación clara de que existía una evidente falta de comunicación entre estas dos zonas de la provincia de Teruel. 

-Excepto casos como el de la Tierra Baja, las cabeceras turolenses del XIX fueron igual de efímeras que en el resto de España?

-En general sí. Hubo incluso periódicos que salieron únicamente durante unas elecciones concretas, que salen meses antes y que cuando pasan desaparecen. 

-Había estudios parciales de la prensa de la provincia, pero faltaba uno que abordara el tema globalmente...

-Yo he localizado 210 cabeceras en el periodo y las analizo globalmente, que es lo que hasta ahora no se había hecho. La historia contemporánea de Teruel está todavía por hacer. Faltan estudios sobre el XIX, sobre República, la dictadura... Igual que la Edad Media ya está suficientemente investigada y tenemos una gran información, de la edad contemporánea no hay demasiados estudios, y la prensa histórica era una de esas cosas que faltaban. José Ramón Villanueva sí que había publicado algún artículo sobre la prensa de Alcañiz, pero refiriéndose a toda la provincia y en los ámbitos de la ideología, la economía y los contenidos no había nada aún. 

-¿Dónde se conservan, fundamentalmente?

-Donde más material se conserva es en La hemeroteca provincial, que está en la Biblioteca Pública de Teruel. Tiene unos 58 periódicos digitalizados, y entre los que hay en otras hemerotecas hay más de 60. Seguramente Teruel es una de las provincias que más periódicos digitalizados tiene. El caso de Alcañiz es diferente. Había familias  como las de Mariano Romance, Armando Galán, David Gascón, que tenían colecciones de prensa histórica alcañizana, pero con el paso de los años se fueron perdiendo. La Biblioteca de Alcañiz, con Ignacio Micolau y alguno más consiguieron recuperar unas 28 cabeceras de las más de 50 que existieron. Y después en lugares como el Instituto de Historia Social de Amsterdam o el Centro de Memoria Histórica, donde se conservan sobre todo ejemplares de prensa durante la guerra civil.

-¿A qué conclusiones generales permite llegar su estudio sobre la prensa de la provincia de Teruel entre 1834 y 1981?

-Se concluye que era una prensa muy ideológica, muy de opinión. El fundamento de la prensa actual es la noticia, pero entonces su fundamento era la opinión. Los periodistas de esa época tenían una línea ideológica muy definida que coincidía plenamente con la del periódico. Es decir, no existía pluralidad de autores dentro de cada cabecera. Otra característica es que solían ser muy pequeños, de muy pocas páginas, porque con tan poco población la prensa en Teruel nunca fue un buen negocio. Había tiradas de 500 o 700 ejemplares. Y otro elemento que se observa es que la prensa era muy capitalina. Las comunicaciones eran muy complejas en la época, así que algunas cabeceras tenían algún corresponsal por los pueblos, pero poca cosa.