Roberto Sanz Ponce: “Es intolerable que sigan abiertos debates sobre la educación de hace 200 años”
El vicedecano de Pedagogía de la Universidad Católica de Valencia participa en el Simposio sobre Polo y PeyrolónEl valenciano Roberto Sanz Ponce es doctor en Ciencias de la Educación y vicedecano de Pedagogía en la Universidad Católica de Valencia. Centró su tesis en el pensamiento político, filosófico y pedagógico de Manuel Polo y Peyrolón, descendiente de Gea de Albarracín donde el sábado se celebró el simposio sobre su vida y obra. Sanz habló allí de su vertiente como pedagogo, quizá eclipsada por su dimensión como escritor y político.
- ¿Qué debemos tener en cuenta para acercarnos al Peyrolón pedagogo?
-Hay que saber que era tradicionalista y ponía mucho el acento en la religión. Todos sus planteamientos giraban en torno al catecismo y al tema religioso como base fundamental de la educación y todas sus propuestas metodológicas son tradicionalistas y conservadores. Pero también es cierto que algunas de las cosas que propuso podrían sernos de mucha utilidad hoy en día.
- Dígame alguna de esas cosas.
- Hay temas didácticos sobre cómo propone la enseñanza que no están tan alejados de la problemática actual. Era contrario a la educación obligatoria, porque creía en el derecho de los padres a poder decidir qué educación dar a sus hijos y no en que fuera obligatorio escolarizarlos en los centros del Estado. También defendió una educación planteada en valores mas que en conocimientos, y criticó los programas tan extensos y superficiales. Yo tengo una hija de 6 años que, a una media de 25 temas por asignatura, estudia 250 temas en un curso... A mí me parece un disparate.
- Eso en el XIX suena bastante vanguardista...
- Era la época en la que muchos pensadores católicos reivindicaban estas cosas. Y él lo hacía desde un punto de vista muy parecido al del Padre Manjón, introduciendo un cambio metodológico que se acercaba mucho a los planteamientos de la Escuela Nueva. Enseñar naturaleza, por ejemplo, algo en lo que su relación con Gea fue muy importante. Y además protegió a los obreros no solamente de palabra, sino que trabajó como profesor nocturno en Valencia, gratuitamente para gente con pocos recursos.
- ¿Entonces no era tan conservador, a fin de cuentas?
- Sí, sí, lo era, sin duda. Pero pese a ser carlista, retrógrado, y todo lo que quieras, tenía algunos puntos de vista interesantes, y que no podemos juzgar con la mente del siglo XXI, porque él vivió en el XIX.
- Seguramente la educación con la que lidió él no tenía nada que ver con la de ahora...
- Bueno... tampoco te creas. En España por desgracia hay ciertos problemas que llevamos arrastrando doscientos años. Ayer (por el viernes) el Consejo de Ministros aprobó el borrador de Ley para derogar la Lomce y volver a instalar la LOE de 2006 con algunas salvedades. Y volvemos al tema de la enseñanza de la religión, de quitarle el valor académico. Ese debate no es de ayer, llevamos 200 años dándole, pero en España discutimos las cosas y nunca las resolvemos.
- ¿Ese enconamiento en políticas educativas tiene su origen en ese siglo XIX español tan complicado?
- El XIX en España es muy convulso, con dos bandos claramente diferenciados. Pero esos bandos nunca se han deshecho y siguen existiendo; entonces fueron conservadores y liberales, luego rojos y azules en la guerra civil y ahora nos llamamos derecha e izquierda. En España continuamos rememorando el pasado, sin cerrar heridas y reeditando una y otra vez los viejos debates. Para variar deberíamos intentar ir llegando a acuerdos sobre algunas cosas, que es lo que hacen en todos los países de nuestro entorno.
- ¿Es utópico pensar que en España se llegue algún día a un Pacto de Estado por la Educación de verdad?
- Como miembro del Colegio de Pedagogos de España he estado en alguna discusión sobre el Pacto Educativo, y en mi opinión personal creo que este acuerdo no se alcanza no por cuestiones de pensamiento, sino por cuestiones de réditos políticos. Hemos llegado a un momento en el que el PP, el PSOE, Podemos y cualquier otro partido no puede reconocer ante su electorado que se ha puesto de acuerdo con el resto por un pacto educativo. Aunque estén de acuerdo en algunas cosas, que lo están, no pueden admitirlo. Creen que deben estar enfrentados por sistema.
- Pero eso tiene un precio enorme...
- El precio es que tenemos un retraso educativo de muchos años respecto a nuestro entorno. Ellos llevan 50 años con una ley educativa, y nosotros estrenamos una cada cuatro. Es intolerable.
- Yo creo que el problema es que los partidos políticos piensan que quien determina la educación tiene el poder de fabricar futuros votantes, como si fuéramos peleles. ¿Usted qué opina? ¿No están sobrevalorando la capacidad de una Ley Educativa para adoctrinar al pueblo?
- Yo creo que la educación es una herramienta potente, sin duda, pero aún así pero podríamos hablar de cuestiones comunes a todos y ponernos de acuerdo, y todo lo que sea partidista dejarlo al margen de la educación. Es difícil llegar a un acuerdo por consenso, pero no tanto como nos dicen, porque en todos los países de Europa se llega. Lo más cerca que hemos estado en España fue con Gabilondo, pero al final no hay interés ni ganas. Los partidos dicen que lo quieren lograr porque saben que la gente esta cansada de cambiar de Ley de Educación casi cada legislatura, pero en realidad no tienen ningún interés.