

Rita Payés, cantante y trombonista: “La honestidad de enfocar la vida como un camino sin metas te convierte en mejor persona”
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Salida de la cantera de Joan Chamorro, la trombonista y cantante catalana Rita Payés es ya una referencia de la escena del jazz y la bossa nova española. Ha grabado con C. Tangana, Kiko Veneno o Andrea Motis. El año pasado presentó De camino al camino, su tercer álbum y el más personal, con el que ha girado por México, Colombia y España. La artista actuará este jueves, 10 de abril, a partir de las 19 horas en la Iglesia de San Pedro de Teruel.
-¿Con qué formato nos visita?
-Actuaremos en formato de trío, junto a mi madre, la guitarrista Elisabeth Roma, y Pol Batlle, que es mi pareja y también guitarrista. Este es el más íntimo de los tres formatos que llevamos, porque tocamos también en cuarteto y en quinteto. Pero a mí me gustan todos; Âtocamos un repertorio muy parecido y lo adaptamos a cada espacio y a cada público. Me divierte reconocer las canciones desde cada diferente lugar en el que las tocamos, porque es como si en cada uno cobraran nueva vida.
-Usted es la compositora de las canciones que interpreta... ¿las arregla de manera diferente en función del formato para el que van destinadas?
-Sí... bueno, en realidad las canciones son mías, excepto una que la compuso mi hermano (Alma en vilo, de Eduald Payés). Y yo pensaba que las canciones no cambian tanto en función de con quién o cómo la vayas a tocar, pero lo cierto es que sí. En realidad tengo la impresión de que las compones pensando ya en una instrumentación concreta, con la forma de tocar de mi madre en la cabeza, o con ciertos músicos que sabes que van a colaborar. Es como si compusieras un tema pensando en cómo sonará de raíz, y a partir de ahí tienes que trabajarla para adaptarla a diferentes fórmulas.
-Su último disco se titula ‘De camino al camino’, pero usted lleva más de una década grabando y ha llegado a más de un lugar...
-Aunque suene a tópico, estoy convencida de que la vida, de que todo, es un camino. Y tengo la sensación de estar siempre caminando hacia un camino que me dirigirá a otro lugar. Me gusta pensar así, y me importa la gente que piensa y que vive así. Horacio Fumero es un contrabajista con el que suelo tocar. Tiene 75 años y lo ha hecho casi todo en el mundo de la música. Y se levanta cada mañana y se pone a ensayar como si fuera un estudiante. Esa honestidad, esa forma de enfocar la vida hacia como un eterno camino, donde no hay metas, te hace mejor persona.
-Suele hablarse de Rita Payés como una artista del jazz o de la bossa nova... ¿es eso correcto?
-Es correcto, pero no solo jazz o bossa nova. La música que hago, especialmente la del último disco, que es con el que estamos girando fundamentalmente, bebe de más fuentes, de la canción popular, del bolero... No es fácil de describir, pero yo diría que los temas tienen muchas inspiraciones, y cada canción las tiene diferentes. Pero siempre se me ha hecho raro encasillar las canciones en estilos determinados.
-En cualquier caso la referencia del jazz es clara. ¿Eso la convierte en una música de culto? ¿Hay que ser un iniciado para disfrutar del jazz?
-Ni mucho menos. Nunca he estado de acuerdo con eso de que tienes que haber escuchado mucha música, o tener un bagaje cultural de algún tipo para disfrutar del jazz o de cualquier otra música. Cualquiera es capaz de conmoverse con la música. A mí me encanta sentir que el público conecta conmigo porque está escuchando algo pequeño y bello. Y cuando algo es pequeño y bello cualquier persona es capaz de hacerlo suyo.
-¿Pone música a sus poemas, o pone letra a sus melodías?
-En mi caso normalmente la música va por delante, porque es mi terreno, donde más segura me siento. Pero van muy de la mano, siempre he dicho que aprender música es aprender poesía.
-Entonces, ¿se considera antes trombonista que cantante?
-Durante mucho tiempo pensé que, efectivamente, yo era una trombonista de jazz. Pero un día entendí que no solo era eso. Esto es como lo de decidir a quien quieres más, si a tu padre o a tu madre. Me gustan las dos vertientes y necesito las dos vertientes, así que soy ambas cosas a la vez.
-¿A qué le gusta cantar?
-A muchas cosas... últimamente la maternidad, eso es inevitable, pero de muchas más. Hay un músico, Xarim Aresté, que tiene como un don extraordinario para la palabra. Y un día decía que sus canciones hablaban de la vida, del amor y de la muerte. Cuando leí eso pensé... ¡claro, es que eso lo es todo! Y es así, puede parecer muy ambiguo pero es la verdad, la poesía puede hablar de cualquier tema, pero al final todo se reduce a vida, amor y muerte.
-Usted ha compuesto en castellano, catalán, portugués e inglés... ¿pero en qué lengua le brota?
-Normalmente genero las canciones en castellano. En este disco incluyo una inglés y tres en catalán. Al ser mi lengua materna me siento un poco más desnuda, y algunas cosas me suenan como más cursis... Pero para mi escribir es bastante natural en cualquier idioma. Con el castellano me gusta jugar con la sensación de que no son mías, de que las ha escrito otra persona y yo solo les pongo voz, cosa que también disfruto mucho. En cualquier caso yo le doy mucha importancia a la musicalidad de las palabras y eso funciona en cualquier lengua.